Ángel Campos se asoma a los abismos de la literatura con una historia de amor en el Karakórum
El viajero y conocido colaborador del Centro Cultural Las Claras de la Fundación Cajamurcia presentará el próximo 7 de febrero en Murcia la novela 'Karim', con la que da rienda suelta a su pasión por la alta montaña y las situaciones de riesgo
A Alex Cadwell, uno de los protagonistas de 'Karim' (Palin, 2023), la primera novela del conocido colaborador del Centro Cultural Las Claras de la Fundación ... Cajamurcia, Ángel Campos (San Lorenzo del Escorial, Madrid, 1957), le fascinan las bibliotecas y los libros muy bien documentados, con tramas salpicadas de sencilla humanidad que transcurren en momentos cruciales de la Historia. Y con esas premisas parece también orquestada esta obra, que de la mano del abogado Alex Cadwell, profesor de Relaciones Internacionales del King's College de Londres, y de Sophie Anne Towler nos llevará a estudiar unos documentos de 1947, año de la partición de India. En Karimabad, la ciudad de Karim, de donde coge el título, capital del Valle de Hunza (Pakistán), vivirán una odisea trepidante.
«Es una región que lleva en conflicto desde entonces. Pakistán reclama Cachemira, que además es chiita, y los cachemiranos no quieren pertenecer a Pakistán y la India no cede. Es una zona plagada de militares, con constantes escaramuzas, pero es de lo más precioso que cualquiera puede ver en su vida». Los hechos, los paisajes y las situaciones que Ángel Campos describe en 'Karim' tienen como escenario principal el Karakórum [una de las varias cordilleras en el rango del Himalaya], donde encontramos cinco de las catorce montañas más altas del planeta.
Campos, abogado especializado en Relaciones Internacionales y Comercio Exterior, cuya vocación frustrada fue la de ser diplomático [no tomó ese camino porque libró de hacer el servicio militar y era indispensable para iniciar la carrera], da rienda suelta en 'Karim' a varias ilusiones: el viaje, la montaña, la historia y la literatura. La obra será presentada el próximo martes 7 de febrero en el Aula de Cultura de la Fundación Cajamurcia, a las 19.30 horas, y los beneficios por la venta del libro irán destinados a apoyar la labor que realizan las Hermanitas de los Pobres en Murcia.
Amante de la montaña
Consabido deportista, especialmente encantado en las alturas (la alta montaña) y las bajuras (el buceo de las profundidades marinas), Campos recuerda en esta entrevista a LA VERDAD que su primer contacto con la montaña fue en un viaje de estudios en tren desde Gijón, donde estaba instalada su familia, hasta Roma «para ver al papa Pablo VI». «Fue un viaje de estudios del 'cole', pero cuando pasamos por Francia me di cuenta de que estábamos en otro planeta. A partir de entonces no dejé de viajar. Donde yo me crie como amante de la montaña fue en los Picos de Europa, en Asturias, donde empecé a escalar«. Cuando terminó el COU, su padre, bancario de profesión, es trasladado a la Región de Murcia, «y llegamos aquí a Murcia toda la familia en un verano de aúpa, mi hermana Silvia se deshidrató. Yo venía con un asturiano muy cerrado, la gente no me entendía, pensaban que hablaba catalán».
A Campos le impresiona tanto la naturaleza como la gente: «Me importa y me llama la atención cómo viven en cada lugar»
Acabó estudiando en Pamplona la carrera de Derecho, y luego hizo un master de Relaciones Internacionales en Madrid y lo repitió después en la London School of Economics de Londres. «Mi pasión era viajar, sacaba dinero de donde podía. Ya con treinta y tantos volví a Murcia, vi que podía estar escalando una mañana en Sierra Espuña y buceando en Cabo de Palos por la tarde, y hoy me tienen que dar millonadas para que me vaya de aquí. Aquí han nacido mis hijos y mi mujer es de aquí también».
Después de «muchos Himalayas», como señala, se decidió a escribir 'Karim', novela en la que describe muchos de esos paisajes de las cumbres más bellas del planeta, como la Karakórum Highway, «que es una pista que va a un precipicio por donde pasa el río Indo, una de las grandes arterias de Asia, con unas olas enormes y una fiereza tremenda, y una montaña al otro lado, por donde parece que solo cabe un coche y no dejan de venir camiones de frente, donde estás muriéndote cada tres metros y miras para abajo y ves vehículos tirados».
A Campos le impresiona tanto la naturaleza como la gente: «Me importa y me llama la atención cómo viven en cada lugar». En estos parajes ha visto «pobreza estructural», y muchos episodios que narra los ha vivido directamente. «Yo he estado con el jefe de los porteadores y con el cadí del pueblo y he visto llegar a un hombre con la mujer, y pedirle a una enfermera que le mirase a los ojos porque le dolían las piernas a la señora».
«Cuando estás en un lugar absolutamente perdido del mundo, con riesgo de tu propia vida, cada segundo durante 20 días, sabiendo que a la mínima estás más allá que más acá, empiezas a relativizar los problemas»
Bien sea cruzar un desierto, bien sea un buceo extremo, una travesía 'light' por la montaña o una gran expedición en el Himalaya o los Andes, cualquiera de estas posibilidades da oxígeno a Ángel Campos, que en el pasado fue director general de Turismo de la Comunidad Autónoma con gobiernos de Ramón Luis Valcárcel. «El día a día es como un vaso al que vas echando cosas, y llega el momento en que se satura, y a mí estas expediciones me vacían por completo, y con el vaso vacío sientes otra vez ganas de llenarlo de cosas convencionales. Y es así cuando empiezas a relativizar los problemas. Cuando estás en un lugar absolutamente perdido del mundo, con riesgo de tu propia vida, cada segundo durante 20 días, sabiendo que a la mínima estás más allá que más acá, cuando aquí te encuentras con un problema lo relativizas muchísimo, porque estás viendo el bosque en su totalidad y no tienes el árbol pegado a las narices».
Lugares y experiencias
Siendo tan extraordinariamente vital y activo, Campos, un admirador de exploradores como Ernest Shackleton, ha puesto los pies en un 85% del globo terráqueo, en más de 180 países. «Mi vida es en el día a día fascinante, con una familia y un trabajo fenomenales, pero es que he vivido siete vidas. Yo desde pequeño quería haber sido miembro del cuerpo diplomático, pero no podía serlo porque me libré de hacer servicios a la Patria, como se decía entonces, porque estaba estudiando en Londres, y tomé otros caminos». No abandonó la senda internacional, su necesidad básica de conocer mundo, «pero no por coleccionar sellos en el pasaporte, que me parece algo inútil. A mí lo que me gusta es ir a ver lugares. Pronto descubres que todos los países del mundo, sin excepción, son diversos».
«Él, un tío en la cúspide de su fama, millonario a muerte, célebre literato y experto montañero, y ella, una chavala que acaba de salir del cascarón y que le acaba deslumbrando. Ella es más lista que el hambre, y sabe más que él en muchos aspectos»
ángel campos
Cumplidos los 65 años, la escritura le ha mostrado otros abismos. «He visto más, porque hay cosas que no sabes como solucionar, y yo no soy un profesional de esto», reconoce. «Me costó mucho armar una historia que fuese rápida de leer y que tuviese una acción 'in crescendo', y que tuviera pinceladas que a la gente le pudiera interesar desde el punto de vista del conocimiento. Que se pregunten quién es Lord Mountbatten [ex gobernador general de la India], quién es Mahatma Gandhi, por qué se dice eso de Mahatma... Había dos cosas que yo quería significar: el papel de la chica, que a pesar de su inexperiencia demuestra una gran fortaleza frente a la adversidad y frente a los que la persiguen, y al mismo tiempo tenía que conjugar ese 'gap' entre él y ella. Él, un tío en la cúspide de su fama, millonario a muerte, célebre literato y experto montañero, y ella, una chavala que acaba de salir del cascarón y que le acaba deslumbrando. Ella es más lista que el hambre, y sabe más que él en muchos aspectos».
La pasión que ambos sienten es la que domina la novela y hará vibrar a los lectores. «Quería que el amor supurase por todos los poros del libro. Ella hace lo que hace por amor a él, y él también, por amor a ella. De lo contrario habrían muerto». Ambos aman la naturaleza, y la naturaleza les enseña toda clase de valores: nobleza, dureza, respeto, humildad... «Cuando yo estoy por ahí siempre pienso, entre colosos o cruzando desiertos, qué pequeño soy. Todos somos hormigas en lugares así».
En 'Karim', el lector descubrirá con qué energía Ángel Campos es capaz de describir escenas impactantes de su vida, que ahora él ficciona en este trasunto amoroso en el principado de Hunza, al frente del cual estaba el Aga Khan y donde Sophie y Alex acabarán por besarse con dulzura.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión