La Federación celebra la mayor afluencia en los principales actos de Carthagineses y Romanos
La directiva destaca que los horarios se cumplieron y remarca la aceptación que tuvieron el mercado y las 'food trucks'
Tres días después de que se apagara el fuego sagrado, es hora en la Federación de Tropas y Legiones de hacer balance de las fiestas ... de Carthagineses y Romanos. La directiva del recién estrenado presidente, Eduardo Conesa, destaca como un gran logro que la fiesta sigue creciendo. No solo porque sigan engrosándose las filas púnicas y romanas, sino también las de esos 'fiesteros' que llegan de los alrededores –e incluso de otras provincias– para disfrutar de la mano de todas las agrupaciones. «Ha habido muchísima afluencia. Más que el año pasado. El primer viernes y sábado fue brutal. Se juntó la misma gente que hay de normal el segundo fin de semana», señala Conesa a LA VERDAD.
El nuevo presidente, si bien ya tiene experiencia como parte de la directiva, llegaba con un propósito fundamental de cara a esta primera edición como rostro visible de las fiestas: cumplir los horarios. «El pregón comenzó a su hora y estuvimos pronto inaugurando el campamento», valora Conesa, que recuerda que, para que eso fuera posible y no se retrasara la lectura como en años anteriores, se suprimió la visita al templo de Isis y el Teatro Romano.
EL DATO
6.000 festeros
congregó aproximadamente el gran desfile del sábado. Además, la representación de la batalla de Qart Hadast congregó en la cuesta del Batel a 5.000 espectadores. Algo menos de público tuvo el Circo, al que acudieron 4.000 espectadores.
Asimismo, defiende que ese hincapié en mejorar la «agilidad» y «dinamismo» de los actos se trasladó también al desfile del pasado sábado. Y eso que, según calcula la Federación, a las filas de Tropas y Legiones se alistaron cerca de 6.000 festeros. «No se hizo pesado. Nadie se aburrió», subraya. La agenda, además, añadía dos actos como El Cónclave de Iberia y la llegada de Aníbal a Italia que tuvieron «buena aceptación».
Los cartageneros tampoco eludieron su cita con la batalla, que fue renovada. Según los datos que maneja la Federación, el aforo fue completo y se colgó el ' no hay billetes' en la cuesta del Batel. O lo que es lo mismo, 5.000 asientos ocupados.
Menos aceptación tuvo el Circo, al que acudió menos gente, cubriendo en este caso 4.000 localidades. Algo que Conesa achaca a que se trata de un día laboral. Aunque tampoco rehuye a preguntas de este periódico a las críticas de algunos asistentes, que echaron de menos los caballos y las cuadrigas frente a la propuesta de «fusión» con la modernidad escenificada por el Senado romano. «Ha habido diversidad de opiniones. También había gente que estaba cansada y quería ver algo nuevo. Reconozco que era una propuesta arriesgada», valora el presidente festero.
«Hay que hacer algunos cambios y mejoras en la gestión y funcionamiento interno de la Federación, pero en términos generales salió todo muy bien», asevera Conesa.
Uno de los puntos que destaca también el presidente es la seguridad. Señala que su impresión es que el refuerzo este año se ha notado pese a las peleas que se dieron puntualmente en la rambla, fuera del campamento. «Este año hubo más policías circulando, tanto de uniforme como de paisano. Además, nosotros reforzamos más la seguridad privada con dos guardias extra en cada franja horaria», redunda Conesa, que también recuerda que, gracias a un acuerdo de patrocinio, pudieron incorporar 16 cámaras con inteligencia artificial capaces de rastrear a posibles delincuentes.
Una estancia más cómoda
Respecto a la parte de la feria y el mercado, Conesa quiso recordar el esfuerzo realizado en colaboración con el Consistorio para aumentar la comodidad de mercaderes y feriantes durante su estancia en la ciudad. «El Ayuntamiento instaló dos fosas sépticas en la zona donde los feriantes aparcan sus autocaravanas, donde ellos viven. Ahí detectamos que había un problema de salubridad porque no tenían donde tirar sus residuos. También se trató de aplanar los terrenos».
Asimismo, resalta que se dotó de suministro de agua potable tanto a feriantes como a los puestos de comida ambulante. «Todos han cumplido con la legislación vigente por lo que el Ayuntamiento no ha tenido que echar o cerrar a nadie».
En este último aspecto, Conesa resalta la vida que ha dado al campamento la zona de 'food trucks', una instalación por la que aseguran que van a seguir apostando para «no dejar ninguna zona muerta».
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Los hoteles alcanzan al 80%, pero la hostelería recoge poco fruto
Los hoteles, tal y como previeron, pudieron hacer la caja que tenían prevista. Según los datos que obran en manos de Agruphotel, la principal asociación que aglutina a los establecimientos de la ciudad, «la ocupación ha sido muy similar al año anterior. Sobre un 80% durante las fiestas. En cuanto a septiembre, ha sido un buen mes también con un 80% aproximadamente de media de ocupación», señala Alejandro Paredes, portavoz de la asociación y gestor del hotel Posadas de España.
La otra cara de la moneda la pone la hostelería. LA VERDAD preguntó ayer a Hostecar si habían realizado una encuesta para recabar las impresiones de sus asociados, pero, según trasladaron a este periódico, no la han realizado.
Fuentes del sector consultadas por este periódico señalan que el impacto de las fiestas en los locales de la ciudad es más bien discreta por distintos factores. Uno de ellos es que el campamento festero, con su cada vez más variada oferta de comida ambulante, anima a muchos grupos a cenar y después unirse a la fiesta sin salir del recinto del Plan Rambla. Este año, además, se sumó la llegada de la Champion Burger, que también hizo que muchos cartageneros se acercarán al Muelle a probar las hamburguesas antes de entregarse a jarana junto al Cartagonova.
La excepción la ponen los contados locales de la Alameda y el Ensanche. Cafeterías y churrerías que aprovechan el cierre del recinto festero para servir los primeros desayunos a las cuadrillas que están ya de retirada a primera hora de la mañana.
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