Carlos Alcaraz frena los cañones de Ben Shelton en Roland Garros para meterse en cuartos de final

Carlos Alcaraz pisará este martes la ronda de cuartos de final de Roland Garros por cuarto año consecutivo. Nada mal, si tenemos en cuenta que hace un mes estaba cumpliendo 22 años. Lo logra después de desenredar este domingo un partido contra Ben Shelton (7-6(8), 6-3, 4-6 y 6-4) que se le volvió a complicar. Otro tercer set errático, como ante Dzumhur en la tercera ronda, estiró el duelo con el norteamericano más de lo deseado. La victoria 100 del murciano en tierra batida dejó alguna sombra y muchas luces, como la versión dominadora del cuarto set cuando podía invadir la tensión. Buscará el martes su triunfo 101 sobre esta superficie ante Tommy Paul por un billete para semifinales.

Alcaraz pega un grito eterno. Cierra el puño y lo levanta hacia su palco, donde ningún miembro de su equipo es capaz de mantenerse sentado. El murciano acababa de cerrar una primera manga infinita, de más de una hora de duración, culminando un tie-break dramático. Hasta tres puntos de set levantó Alcaraz para acabar embolsándose la primera manga. A esta situación se llegó después de que ni el palmareño ni Shelton fueran capaces de romper el servicio de su rival.

El juego del estadounidense cumplió con el guion esperado, interesado en buscar peloteos cortos. A base de palos Shelton, golpeando servicios a una velocidad media de 204 km/h. Se empapó de este estilo Alcaraz, incapaz de encontrar el ritmo de juego que mejor le venía. Siempre espectacular y eléctrico el cañonero de Atlanta, además en este primer set añadió acierto. Crece poco a poco Shelton sobre arcilla en busca de la solidez que esta superficie exige. Empujó a Alcaraz al máximo durante el primer set, pero en el momento de la verdad fue el palmareño quien tuvo la muñeca más rígida.

Fue un primer acto tenso e igualado. No le terminaban de salir las cosas a Alcaraz, quien incluso se llenó la ropa de tierra en una caída que asustó a los miles de espectadores que poblaban las gradas de la Philippe-Chatrier. Se levantó, literal y metafóricamente, el murciano a tiempo para decantar hacia su lado un primer set incómodo.

No cambió en exceso el panorama en el segundo set, igualado hasta que a Alcaraz se le calentó la mano. Fue en el tramo final. Ahí creció el murciano a base de derechas paralelas. Tanto se calentó que firmó la primera rotura del partido cuando desfilaba hacia las dos horas. No le quedaba más que bajar la cabeza a Shelton, con un gigante al otro lado de la red. De nuevo, en el momento decisivo fue mucho más certero el número dos del mundo, que ya rozaba los cuartos de final de Roland Garros.

Sin embargo, desapareció el colmillo de Alcaraz tras anotarse el segundo set. Su derecha perdió potencia, con únicamente cuatro golpes ganadores, ante un Shelton que no hacía más que elevar su nivel al resto. Se lo avisó Ferrero a su pupilo: «Cuidado, que ahora está restando muy bien». Acto seguido, rotura del estadounidense. Después llegaría otra, justo a tiempo para anotarse la tercera manga. Otro partido que se le alargaba más de la cuenta al murciano tras el susto de Dzumhur en la ronda anterior. «Hoy he luchado contra mí mismo, contra mi mente. Estaba enfadado conmigo mismo, diciéndome cosas no demasiado buenas. He tratado de calmarme en esos momentos en los que no estaba tan bien», admitió Alcaraz aún sobre la arena de la Philippe-Chatrier.

Inmejorable respuesta de Alcaraz al golpe del tercer set. Rotura temprana para tomar ventaja y meter más presión a un Shelton crecido. Amo y señor el murciano del set que le acabaría dando el billete a cuartos, con un Shelton desfondado, que ya no veía la luz al final del pasillo. Nueva muestra del crecimiento mental que viene exhibiendo Alcaraz desde que comenzó la gira de arcilla. Este martes, nueva prueba ante otro estadounidense. Aparece en cuartos la figura de Tommy Paul, tenista al que ya inclinó en estas instalaciones parisinas hace un año en los JJ OO.

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