Un Alcaraz de récord sufre para meterse en cuartos de Queen's
El tenista de El Palmar llega a las 15 victorias consecutivas por primera vez en su carrera tras vencer a Jaume Munar (6-4, 6-7 y 7-5)
Germán Abril
Jueves, 19 de junio 2025, 16:59
Alcaraz sufrió de lo lindo para superar su récord de victorias consecutivas. Con la de este jueves ante Jaume Munar, ya son 15 los triunfos ... cosechados sin error. En ese lapso ha teniendo tiempo para ganar Roma, Roland Garros y ya grita «presente» en la ronda de cuartos de final de Queen's después de una durísima batalla con el tenista balear.
La transición de tierra batida a hierba es, sin duda, la más complicada durante la temporada tenística. Hace apenas diez días estábamos viviendo uno de los mejores partidos de la historia en París, durante la final de Roland Garros, repleto de puntos interminables y peloteos frenéticos. Pura batalla táctica. Hoy nos encontramos en Londres, hace mucho calor, y los partidos se escurren entre los dedos como la arena de la playa. Difícil encontrar intercambios que se eleven más allá de los cuatro golpes sobre la maltrecha hierba de Queen's. Las altas temperaturas y el hecho de que la semana pasada se disputara el torneo en su versión femenina, hacen que lleguemos al ecuador de la competición con la superficie de color marrón prácticamente en su totalidad.
Incido en que hace mucho calor esta semana en Londres. Lo sufrió Alcaraz en su partido ante Munar. Cada descanso era aprovechado por el de El Palmar para refrescarse apretando con fuerza contra su cuello y su cara una toalla refrigerada. No perdonaban los más de 30 grados que calentaban con fuerza en el este de Londres. Pero quien realmente sintió el sofocón fue Jaume Munar. El balear apenas pudo mostrar oposición durante la primera manga. Pagó caro un pésimo turno de saque, con tres dobles faltas, para poner en bandeja el premio a Alcaraz. Después llegaría el alud de golpes imposibles del murciano para culminar la faena.
Fue coser y cantar el primer set para Alcaraz. Suficiente con una opción de rotura para desequilibrar el partido. Los problemas para el murciano llegarían en la segunda manga. El resto no le funcionó tan bien y fue Munar quien elevó sus prestaciones, llegando a disponer incluso de tres opciones de rotura tempranas. Las salvó, no sin apuros, Alcaraz ante la atenta mirada del famoso productor musical Bizarrap. Se desenvuelve en el fango con la misma naturalidad con la que brilla en el césped. Ya superó tres puntos de set en contra en su debut ante Walton. Ejercicio de resiliencia para estirar el segundo set al máximo.
El Munar más competitivo
Siguió elevando su nivel el tenista balear, calentando su derecha, sin dar ni una bola por perdida. Apretó y apretó, con las oportunidades llegando una tras otra. Hasta ocho puntos de set tuvo en su poder Munar. A la octava bola llegó el premio al trabajo y a la constancia del número 59 del mundo para mandar el duelo a la tercera manga. El gesto de Alcaraz, un poema. Veía cómo un partido que parecía controlado se estaba alargando hacia las tres horas. Le entraba a todo a Munar, mientras que el de El Palmar era todo nervios. Tanto, que incluso llegó a discutir con la juez de silla por los tiempos de saque.
No fue el mejor día con el saque para Alcaraz, con un porcentaje que superó mínimamente el 50% de primeros servicios en la tarde de este jueves. También incrementó su agresividad al resto Munar con el paso de los minutos. Coleccionó innumerables oportunidades para romper el servicio inofensivo del murciano. Como muestra, el inicio del tercer set. Agarró una renta de 2-0 Alcaraz para disipar dudas, pero nada más lejos de la realidad. Diez minutos más tarde se veía 2-3 abajo con dos quiebres consecutivos de Munar. Todo lo que ganaba con el resto lo perdía con el servicio Alcaraz. De más a menos el palmareño, con problemas para encontrar pista a medida que el sol se escondía en Londres.
Un auténtico carrusel de emociones la tercera manga. De la ventaja de Alcaraz, al 3-2 para Munar. Después llegó otra rotura del murciano para equilibrar el choque. Difícil de explicar lo que sucedía en la Andy Murray, que de nuevo iba a presenciar un final de set apretado, en este caso sin red para Alcaraz y Munar. El más fino en el desenlace fue el número dos del mundo que, con mucho sufrimiento, levantó los brazos y lanzó una mirada cómplice a su equipo. Sabía que acababa de salir de un laberinto.
Se siente especialmente cómodo Alcaraz cuando juega sobre hierba. Un hecho que no deja de sorprender por mucho que se trate de un doble campeón de Wimbledon. Un chaval de El Palmar brillando en una superficie tan especial como esta sólo puede significar una cosa: tiene un talento innato. Porque otra opción sería que Alcaraz fuera capaz de marcar diferencias con el saque, tan determinante cuando se juega sobre pasto. Y no es el caso. Sus registros en hierba son insuperables, por encima de Federer y McEnroe en el porcentaje de triunfos.
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