Alcaraz inicia con susto su asalto al triplete en Wimbledon

Fabio Fognini, veterano tenista italiano de 38 años, está apurando sus últimos raquetazos como profesional y este lunes se dio el lujo de jugar su último partido en Wimbledon en la Pista Central ante el vigente campeón. No le puso las cosas fáciles ni mucho menos a Alcaraz en la primera manga. Bravo y valiente Fognini en cada resto, aprovechando el bajo porcentaje de primeros servicios del palmareño para jugar profundo y agresivo. Tenso Alcaraz el día que estrenaba la Pista Central de Wimbledon. Honor que sólo pueden disfrutar los campeones masculinos del año anterior. En el palco real, David Beckham disfrutaba del partido bajo un sol de justicia, en pleno verano londinense.

Capeó el temporal Alcaraz en el inicio. Apartó a un lado los nervios para quebrar en el final del set el servicio de Fognini. Una hora necesitó el de El Palmar para apropiarse de una primera manga en la que encaró cinco bolas de rotura a favor de su rival. Mucha tensión en el brazo derecho de Alcaraz, incapaz de marcar el ritmo desde el fondo, pero con el temple suficiente para mover a Fognini a base de dejadas. Tras una de ellas llegó la rotura decisiva del primer set.

Es cierto que Alcaraz aterrizó en Wimbledon después de una gran semana en Queen's, donde se coronó campeón por segunda vez, y por ello el proceso de adaptación a la hierba debía estar en una fase avanzada. La realidad es que el arenoso terreno de juego de Queen's Club nada tenía que ver con lo que se encontró este mediodía el murciano. Un tapete, como siempre, en el día del estreno, y a eso también había que acostumbrarse. Le llevó un tiempo medir los movimientos y dirigir las pisadas a Alcaraz, quien acabó deslizando como un esquiador en una pista que ya es una segunda casa para él.

Más trabado el segundo set para Alcaraz, a pesar de empezar con ventaja. Se despistó en un turno de saque el número dos del mundo y regresó a la casilla de salida. Los problemas con el servicio persistían, tanto que acabó gritando al cielo «voy a destrozar la red, macho. Qué barbaridad». No sentía bien el golpeo con su saque y eso dio vida a Fognini. Aguantó el cuerpo a cuerpo el italiano pese al calor y al ritmo de peloteo que marcaba Alcaraz. Todo energía el de San Remo para empujar el set hacia una muerte súbita. Ahí jugó con más determinación el italiano, impulsado por las buenas sensaciones con las que acabó el segundo set.

El gesto del murciano en su banquillo durante el descanso era bastante elocuente. Los problemas con el servicio y el resto seguían ahí. Cabizbajo, mirando al césped en busca de respuestas, mientras Fognini se refrescaba en el vestuario antes de la maratón del tercer set. Más de una hora de sube y baja de los dos tenistas, en el que Alcaraz estuvo más fino en la definición. Lo festejó gritando como un descosido el palmareño, consciente de que había esquivado una bala de gran envergadura.

«Jugando a este nivel podría estar hasta los 50 años», espetó Alcaraz en el cuarto refiriéndose a Fognini. Desesperado con el nivel del italiano, que no gana un partido ATP desde octubre, pero que dio una exhibición nuevamente al resto en la cuarta manga para forzar el set decisivo. Decimoquinta vez que Alcaraz afrontaba una situación así y, como en 13 de las ocasiones anteriores, la quinta manga cayó de su lado.

Tuvo tiempo incluso de mandar una botella de agua a un aficionado aquejado de un golpe de calor un Alcaraz cuyo tenis suele alcanzar su punto más caliente en los momentos decisivos. Volvió a elevar su nivel para pisar la segunda ronda de Wimbledon. Nunca ha caído en su estreno en un Grand Slam, tampoco esta vez en Wimbledon, pese a la bravura de su oponente. Honores para Fognini, que recibió el calor del público en su adiós a Londres.

No fue un debut nada sencillo, pero Carlos Alcaraz se puso el mono de trabajo para superar a un entonado Fabio Fognini en la primera ronda de Wimbledon. Estas fueron las palabras del murciano nada más ganar al italiano, todavía sobre la hierba de la pista central del All England Club: «Sinceramente, no sé por qué es su último Wimbledon [el de Fognini], porque con el nivel que ha mostrado, puede jugar otros tres o cuatro años. Fabio es un gran jugador, tiene un talento increíble. Estoy un poco triste de que este sea su último Wimbledon, pero contento de compartir pista con él», dijo sobre su batalla con el transalpino, de 38 años y quien dijo en la previa que esta sería su última participación en el 'Major' londinense.

«Las primeras rondas nunca son fáciles, pude sentir la diferencia entre jugar en otros torneos y hacerlo aquí en Wimbledon. Venía de hacerlo bien en Queen's, pero esto es otra cosa. Intenté jugar lo mejor que pude, pero tengo que mejorar. Tengo que elevar mi nivel en las próximas rondas», admitió un Alcaraz que este miércoles se enfrentará al desconocido Oliver Tarvet, el número 733 del ranking ATP. Si bien es cierto que el británico es el tenista peor colocado en la clasificación de todos los que compiten en el tercer Grand Slam de la temporada, ha demostrado ser un adversario a tener en cuenta al doblegar ayer a Riedi por un triple 6-4. Tarvet, de 21 años, juega en la liga universitaria de Estados Unidos y nunca había disputado un torneo de la ATP. Pese a ello, Alcaraz dijo que hay que «respetarlo al máximo, como a todos los rivales».