Alcaraz se cobra su venganza para meterse en las semifinales de Roma

Aunque el inicio de partido fue ilusionante por parte de Alcaraz, Ferrero le pidió más presencia a su pupilo: «Que se te escuche un pelín más, se te escucha muy bajo», reclamaba el técnico de Ontinyent. El viento fue protagonista durante todo el partido, marcando el juego a la hora de llevar la iniciativa y también propiciando algunos errores inesperados. De arranque las mejores sensaciones fueron de Alcaraz, pero la primera rotura cayó del lado de Draper. Aún así, no desistió el número tres del mundo. Siguió erre que erre golpeando duro desde el fondo, variando direcciones, buscando sobre todo el revés de Draper. Era sin duda el punto más débil del londinense. A pico y pala levantó la situación Alcaraz. Cuatro juegos consecutivos para meterse la primera manga en el bolsillo. Los martillazos del palmareño resonaban por toda Roma y fueron determinantes. 24 golpes ganadores (18 con la derecha) contra los ocho que protagonizó Draper.

Al dominio exhibido en el juego por el murciano le acompañaba el resultado. A un paso de acceder a las semifinales de Roma. Más cerca aún tras la reanudación. Alcaraz estiró el parcial al 5-0 quebrando por tercera vez consecutiva el servicio del británico. El viento soplaba a su favor. Pero ahí llegó el lío. En un juego al saque totalmente controlado, el tenista de El Palmar se confió y dejó la puerta abierta para que Draper entrara sin remordimientos. Lo aprovechó e igualó la manga. De nuevo a la casilla de salida. Le gusta jugar en el filo de la navaja a Alcaraz cuando siente que tiene totalmente dominada la escena y no calibra del todo sus golpes. Se deja llevar y da la posibilidad a sus rivales de regresar a los partidos. Sucedió este miércoles con Draper lo mismo que con Khachanov en los octavos de final.

En el tramo final, Alcaraz fue mucho más certero que su rival. Solventó los obstáculos, sobre todo mentales, que le planteaba el partido, para, con un juego soberbio al resto, abrochar el encuentro y sellar su pase a las semifinales de Roma donde ya espera a Zverev o Musetti. Comentario aparte merece la capacidad del murciano hoy en los momentos calientes del partido. Salvando ese tropezón del inicio del segundo set, fue mucho más eficiente que su rival, destacando en los puntos de rotura, donde ganó todos los que disputó (4/4). «Creo que lo más importante que hice hoy fue no pensar en el resultado. No pensar si estaba arriba o abajo en el marcador», reconocía Alcaraz tras el partido.

«Simplemente he hecho las cosas que me hacen feliz en la pista: ser agresivo, buscar golpes potentes, dejadas, subir a la red… creo que esto ha marcado la diferencia. He marcado un gran ritmo durante todo el partido, sin dejarle dominar en los intercambios. Ha sido un gran arma para mí. Muy orgulloso de la manera en que he encarado el partido», apuntó cómo la clave principal el tenista murciano para explicar su triunfo inapelable ante Draper.

Los números de Alcaraz en tierra batida no dejan lugar a la duda. Estamos ante el gran especialista de la superficie actualmente. Desde que inició Roland Garros 2024, ha disputado 27 partidos en total. Solamente cedió una derrota en dos de ellos: final de los Juegos Olímpicos ante Novak Djokovic y en la reciente final de Barcelona ante Holger Rune. 25 victorias y solamente dos derrotas desde mayo del año pasado. En total hay que contabilizar los títulos en Roland Garros y Montecarlo, la medalla de plata en París y una final en Barcelona, a los que hay que añadir estas semifinales aún por disputar en Roma.

«Siento que estoy jugando un gran tenis en arcilla. He empezado esta gira muy bien. Me lesioné después de Barcelona, pero siempre es difícil mantenerse bien durante toda una gira. Tienes que aceptarlo y recuperarte tan pronto como puedas. Estoy feliz de sentir buen ritmo y buen tenis aquí en Roma», reconoció el palmareño aún sobre la arena del Foro Itálico, antes de recibir una ovación espectacular del público que se dio cita en la pista principal cuando se marchaba a los vestuarios.