Serrat y la ciencia de su Mediterráneo
Esta semana se ha despedido del público murciano uno de los artistas más importantes de este país: Joan Manuel Serrat. ¿Y qué tiene que ver ... esto con la ciencia? Mucho. Tras las composiciones musicales, clásicas y modernas, se esconden gran número de disciplinas científicas. Una es la física. El sonido se genera a partir de vibraciones periódicas y el timbre, ese que tanto caracteriza a Serrat, es una diferencia de amplitud de las ondas resultantes en las que se puede descomponer cualquier sonido real. La relación de las matemáticas con la música es conocida desde la época de Pitágoras y está implicada en intervalos, tonalidades, compases y ritmos. El análisis de la música tonal o la música pop o rock se basa en teorías de análisis matemático que provienen de Euler. Incluso Bach es considerado un matemático de alto rango que usaba la simetría. Por otra parte, la química es fundamental en el desarrollo de modernos instrumentos y la informática tiene un papel clave en la música electroacústica.
Pero, aunque mucho se ha escrito de la relación entre la música y la ciencia, pocas veces se ha usado una melodía concreta para divulgar la ciencia... y eso es lo que voy a hacer usando la canción más icónica de Serrat y con la que puso en pie al público murciano: 'Mediterráneo'. Para ello emplearé tres frases míticas que aparecen en ella.
1) «A tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos como el recodo al camino»
¿Por qué son rojos los atardeceres del Mediterráneo? Los principales responsables son dos fenómenos físicos: la refracción y la dispersión. La refracción tiene lugar cuando la luz del Sol se encuentra con un obstáculo: la Tierra. Como consecuencia, sus rayos son desviados y solo algunos se cuelan en la atmósfera. Es en este momento cuando entra en acción la dispersión, consistente en que la presencia en la atmósfera de diversas partículas que dividen la luz blanca del Sol en los siete colores del arco iris. Esta dispersión afecta más a la parte azul del espectro de luz. Entonces, cuando la luz solar llega a nuestros ojos, generalmente quedan más partes rojas y amarillas del espectro. ¿Qué partículas son responsables de dicha dispersión? Principalmente aerosoles (coloides de partículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas) que pueden ser de origen natural (como los procedentes de tormentas de polvo, incendios forestales o volcanes) o generados por la actividad humana (quema de combustibles, sprays, etc.).
Otro factor que hace que los atardeceres del Mediterráneo sean rojizos es la posición del sol en el cielo, en relación con la nube. Cuando el sol está bajo en el horizonte, los rayos de luz brillan en la parte inferior de las nubes en lo alto del cielo, reflejando esos colores naranja y rojo brillantes que hacen que parezca que el cielo se ha encendido.
2) «Eres como una mujer perfumadita de brea»
Serrat compara las mareas del Mediterráneo con una mujer, perfumadita de brea, que añora, quiere, conoce y teme a la vez. ¿Qué es la brea? Se trata de un residuo de la pirolisis (descomposición química de materia orgánica y otro tipo de materiales causada por el calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno) de un material orgánico o destilación de alquitranes. La brea está constituida por una mezcla compleja de hidrocarburos aromáticos policíclicos, oligoarilos y ologoarilmetanos, compuestos policíclicos heteroaromáticos, etc. Hay distintos tipos de brea según su procedencia (de alquitrán de hulla, de petróleo, vegetal, sintética...) y dentro de sus aplicaciones destacanla fabricación de materiales de carbón, de fibras o de cosméticos... como a los que alude Serrat en su canción.
Los perfumes de brea no son muy empleados. Entonces, ¿por qué se refiere a ellos Serrat? Porque el intenso aroma a brea recuerda al alquitrán presente en muchas playas del Mediterráneo. Además, en varias zonas de la costa mediterránea, como es el caso del yacimiento de La Illeta en El Campello (Alicante), se han encontrado hornos de época ibérica usados para la producción de brea a partir de la destilación de Pinus halepensis (pino carrasco), uno de los árboles más característicos de la cuenca mediterránea.
3) «Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo a la genista»
En una de las estrofas más conmovedoras de Mediterráneo, Serrat se refiere a la genista. ¿Qué es exactamente? Se trata del nombre con el que se conoce a un género de plantas que comprende especies abundantes en Europa (en especial en la región mediterránea) pertenecientes a la subfamilia Faboideae, dentro de la familia Fabaceae. Suelen tener tallos densos y verdes, hojas muy pequeñas y flores blancas o amarillas (a las que se refiere Serrat), aunque también las hay de color anaranjado, rosado, rojo o púrpura. Sus frutos son pequeñas legumbres y dentro de sus aplicaciones destaca su utilidad para obtener tintes, su uso como combustible en los hornos de yeso y cal y sus aplicaciones ornamentales.
¿Por qué Serrat usa concretamente la genista en su mítica canción? Porque las condiciones climatológicas reinantes en el Mediterráneo favorecen el crecimiento de la genista. Estas especies toleran los suelos pobres, necesitan pocos cuidados para su cultivo y, sobre todo, se adaptan muy bien a la sequía. De hecho se utilizan en la recuperación de tierras baldías y en la fijación de dunas, como las que existen en la ladera del monte, entre la playa y el cielo, donde Serrat quiere que le entierren cuando la parca venga a buscarle. Todo cuadra.
Estimados lectores de LA VERDAD, a lo largo de mi vida he asistido a decenas de conciertos. He reído, he cantado, he bailado... pero les aseguro que jamás me he emocionado tanto como en el del pasado miércoles. No hice fotos, ni vídeos ni, por supuesto, pensé en la física, la química, las matemáticas o la botánica que se esconden en las maravillosas canciones del genio de Barcelona. Solo observé y escuché por última vez al Noi del Poble Sec. Gracias Serrat por tantos años y hasta siempre.
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