Ligando cosas
Atanor ·
Una de las confusiones de mayor calado es la relativa a la referencia de la correlación y la causalidad, que da lugar a concepciones erróneas ... y generalización de opiniones que no necesariamente tienen fundamento. Correlación y causalidad se pueden considerar como dos términos del ámbito estadístico. La estadística es una contabilidad bien fundamentada, pero una contabilidad de la que hay que extraer consecuencias, que serán relevantes, siempre y cuando estén bien tratadas. Frecuentemente se les hace sinónimos, pero correlación no implica causalidad.
La solución
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Atanor 09/04/2022: Esta es la solución al crucigrama
Causalidad hace referencia a la causa, el origen o el principio de algo. El binomio causa-efecto articula la relación inequívoca entre dos elementos. Por ejemplo, calor y quemadura. Uno causa la otra, indefectiblemente, y está comprobado que siempre tocar algo caliente provoca quemaduras. Por contra, correlación implica una correspondencia o relación recíproca entre dos o mas cosas, pero es una relación de similitud, pero no de origen. La relación no es determinante, como la que se da entre el número de habitantes de un lugar y el número de fumadores. Una cosa no determina la otra. Otra variable tiene que ser la explicativa. A mayor población hay más de cualquier otra característica, necesariamente, pero no hay ninguna ligazón explicativa. Habitantes y fumadores aumentan con la población, pero no por ello existe algo más que correlación entre ellos. Correlación no implica causalidad.
En suma, en la correlación hay una relación recíproca entre dos o más cosas, pero en la causalidad hay un origen de alguna característica; la correlación no supone el origen de algo, mientras que en la causalidad hay una relación de causa y efecto. Los ejemplos que concretan ambas relaciones son elocuentes: decir que si no hay iluminación en la vía pública se suscita la criminalidad, no supone una relación de causa y efecto, sino una situación circunstancial que puede facilitarlo, pero no es la causa. Por el contrario, tocar el fuego y quemarnos siempre se da, por tanto, observacionalmente se corrobora y hay un motivo por el efecto del calor sobre los materiales humanos y una ley termodinámica que ampara que el calor fluye siempre del cuerpo caliente al más frío.
De todo ello se desprende que puede haber correlación por simple coincidencia. Si dos variables crecen a la par, hay correlación, pero no tiene por qué haber causalidad. Entender esto nos libra de muchas informaciones que se interpretan de forma errónea con mucha frecuencia. Evidentemente, lo importante es la causalidad, no la correlación. La correlación muestra que hay un patrón en el que las variables tienden a evolucionar conjuntamente, pero ello no implica que lo hagan porque una variable cause la otra. El que existan variables con una correlación fiable y significativa estadísticamente, sin relación causal, es muy frecuente y se debe, a menudo, a que ambas variables están relacionadas con otra variable causal diferente.
La presencia de correlación no significa que haya relación causal. En la prestigiosa revista 'Nature' se publicó en 1999 un estudio en el que los menores de dos años que dormían con las luces encendidas tenían mayor probabilidad de sufrir miopía. Paralelamente, otro estudio evidenciaba que los padres miopes con una probabilidad mayor mantenían las luces encendidas por la noche. Si los padres eran la causa común de mantener las luces encendidas, no era la luz la causante, sino la genética heredada al ser transmitida de padres a hijos.
Es más, incluso una relación causal no tiene por qué reflejarse en la correlación para establecer la dirección de la causalidad. Se suele afirmar que el estilo de vida activo favorece el estado saludable cognitivo de las personas mayores. Pero, alternativamente se afirma, igualmente, que un estilo cognitivo más en forma favorece un estilo de vida más activo. Uno es el contrario del otro. Faltan evidencias para establecerlo. No es suficiente la contabilidad. Solo es una constatación de que algo hay, otra cosa es qué es lo que hay. Con mucha frivolidad se nos introducen relaciones causales cuando solamente hay relaciones casuales (reparen en los dos términos causal y casual).
En el mundo real, la determinación de causalidad es compleja. Hay técnicas experimentales, estadísticas y de diseño de estudios, que permiten identificar las relaciones causales, desde la aleatoriedad hasta el modelado predictivo con muchas variables, superando las pruebas de correlación que tienen dificultades para establecer reacciones causales con tres o más variables. Es más importante el diseño experimental que las pruebas estadísticas.
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