Satélites en lata a la caza de profesionales del espacio
La Región de Murcia acoge por primera vez la edición nacional del concurso con el que la Agencia Espacial Europea busca promover el interés de los jóvenes por un sector hambriento de nuevos ingenieros. La actividad ha sido coorganizada por el Gobierno regional a través de la Fundación Séneca
Ahí arriba hay mucho espacio que cubrir con futuros ingenieros. Lo que faltan son esos ingenieros. La Agencia Europea del Espacio (ESA) se ha lanzado ... a la carrera de promover el interés por las tecnologías que buscan el futuro más allá de la atmósfera, y la Región de Murcia acaba de completar un hito en ese trayecto. La Base Aérea de Alcantarilla emuló hace una semana a la Guayana Francesa y sirvió de puerto espacial para lanzar cohetes bajo el paraguas de la ESA, aunque con la intención más puesta en el suelo que en el cielo. El objetivo es despertar entre los miles de jóvenes de entre 14 y 17 años que participan en el desafío CanSat, como se denomina esta iniciativa, el gusto por el espacio, al punto de que se decidan por encaminar hacia él su vida profesional.
La base murciana ha acogido a los cien jóvenes elegidos para disputar la final española de entre cerca de 5.000 aspirantes que han representado a casi 800 centros españoles en las fases regionales del CanSat. Son chicos y chicas que llevan todo el curso trabajando en su proyecto con la mira puesta en nuestra comunidad autónoma.
Es la primera vez que la Región de Murcia celebra la edición nacional de esta actividad, en la que los ganadores de las fases regionales de las 16 comunidades autónomas participantes han medido su capacidad de lanzar y recuperar un satélite del tamaño de una lata de refresco. Hasta ahora, todas las ediciones habían tenido lugar en Granada, donde se encuentra el Parque de las Ciencias de Andalucía y, dentro de él, la sede en España de la oficina para la educación espacial de la ESA, conocida como Esero y organizadora de este evento, este año junto a la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor.
Cien jóvenes de 16 comunidades, elegidos entre 5.000 aspirantes, lanzaron sus cohetes desde la Base Aérea de Alcantarilla
La colaboración del Ejército del Aire y del Espacio ha sido clave para traer a Murcia la convocatoria nacional, con la implicación en esta quinta edición de la Fundación Séneca, en nombre de la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor. «Se trata de uno de los desafíos más famosos del proyecto educativo de la Agencia Espacial Europea, dirigido a estimular las vocaciones científicas y técnicas a través del interés por el espacio», resumen desde la consejería. Y la mejor manera de estimular la vocación espacial es participar en el lanzamiento de un satélite.
En realidad, ninguno de los cohetes que se lanzaron desde Alcantarilla el viernes 17 de mayo, por los 16 equipos de alumnos de la ESO, formación profesional y bachillerato participantes, superó la atmósfera, ni se pretendía. Pero en todo lo demás, el proceso ha sido el mismo que en una operación espacial real.
Todos los equipos, encabezados en cada caso por un docente, han tenido que completar las pruebas técnicas en tierra que preceden a la misión, en este caso protagonizada por el lanzamiento de un satélite simulado del tamaño de una lata de refresco, que es lo que los especialistas conocen como CanSat. En él, cada equipo debía incluir los subsistemas principales que se encuentran en un satélite real, como la fuente de energía, los sensores y un sistema de comunicación.
Las claves
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Un bote. Los participantes han demostrado su capacidad para preparar un satélite del tamaño de un bote de refresco.
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El cohete. Cada artefacto se ha elevado, impulsado por un proyectil, hasta un kilómetro.
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Mucha ciencia. El objetivo es animar vocaciones para el sector espacial, muy demandante de nuevos profesionales.
Los CanSat fueron finalmente introducidos en un cohete que se eleva entre 500 y hasta mil metros de altura, para caer posteriormente amortiguados por paracaídas, mientras se toman los datos recopilados para el experimento científico o las pruebas técnicas en cada caso. El reto, además de lograr un aterrizaje seguro del aparato, implica la recogida de una serie de mediciones a lo largo de esa caída. Algunas de ellas, como la toma de temperatura y de presión, eran obligatorias para los 16 equipos, cada uno de ellos con un docente como mentor. Esta parte conforma la misión primaria. La naturaleza de la denominada misión secundaria, en cambio, quedó en manos de cada equipo.
Los datos transmitidos desde el CanSat y recogidos en una estación en tierra fueron recopilados y analizados por cada equipo para, posteriormente, en el Anexo del Auditorio y Centro de Congresos de Murcia, defender los resultados de su proyecto ante un jurado encargado de elegir al ganador de esta fase nacional. Y el mejor resultó ser el equipo canario Gransat IV, del instituto de educación secundaria Granadilla de Abona de Tenerife. Sus miembros serán los encargados de representar a España en el programa a nivel europeo 'Ingeniero espacial por un día', que tendrá lugar los días 20 y 21 de junio próximos en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial (Estec), ubicado en la localidad neerlandesa de Noordwijk, sede del principal centro de innovación y desarrollo (I+D) de la ESA.
Primera mujer en la Luna
Los canarios se han inspirado para su proyecto vencedor en el papel que tuvieron los satélites en el control de la evolución del peor incendio registrado en España el pasado verano, que además es el más importante de los que han tenido lugar en las Canarias en los últimos 40 años. «Desde el punto de vista satelital también se puede cooperar en la extinción temprana de incendios, no solo a través de la detección de fuego, sino a través de la detección inmediata de recursos hídricos que puedan ayudar a sofocarlos», han explicado sobre su proyecto, del que señalan como inspiración el satélite Alisio-1, lanzado el año pasado, el primero desarrollado por Canarias, y que es capaz de evaluar catástrofes desde el espacio.
Meter una misión espacial en una lata va más allá del reto técnico de ser capaz de encajar en tan pequeño espacio todos los elementos necesarios (alimentación, eléctrica, sensores, sistema de comunicaciones, elementos del experimento). La operación implica el diseño de una misión científica que justifique la necesidad de lanzar el satélite e incluye la búsqueda de financiación necesaria para sacarlo adelante y el plan de comunicación para que el proyecto tenga la suficiente trascendencia, como se encargan de apuntar desde el Parque de las Ciencias de Andalucía, en calidad de sede de Esero Spain. Estos pasos previos al lanzamiento son claves para el éxito, como en cualquier misión real. Disciplinas como la física, la tecnología, la programación, las matemáticas, la biología, la economía, los idiomas, la expresión oral y escrita y la comunicación, entre otros, entran en juego para lograrlo. «Sin olvidar las habilidades que se desarrollan durante el trabajo en equipo como el compromiso y la cooperación», añade la fuente. «Todo ello contribuye al fomento de vocaciones científicas entre lo y las más jóvenes, que es el objetivo principal de esta actividad. Además se fomenta la igualdad de género en ciencia y tecnología». Este último punto también se va logrando: si en las primeras convocatorias la participación de las chicas apenas alcanzaba el 5%, en esta quinta, celebrada en la Región de Murcia, se ha llegado al 39%. Un dato que apunta por el buen camino en vísperas de la primera misión espacial que pondrá previsiblemente los pies de una mujer en la Luna el año que viene, con participación de la ESA, dentro del programa Artemis.
En palabras del presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras: «Es realmente impresionante el gran trabajo que hacen estos jóvenes científicos en potencia, en el estrecho margen que ocupa una lata de refrescos». López Miras asistió al evento junto al director del Parque de las Ciencias de Granada, Luis Alcalá; al coronel y jefe de sección del Mando del Espacio en el Ejército del Aire y del Espacio, Luis Felipe González; el coronel jefe de la Base Aérea de Alcantarilla, Alberto Lens, y el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Juan María Vázquez.
El jefe del ejecutivo regional calificó la actividad de «excelente estrategia para promover las vocaciones hacia los estudios y las profesiones científicas y tecnológicas con el fin de incrementar el porcentaje de alumnado que opta por cursar estudios STEM», como son denominadas, por sus siglas en inglés, las disciplinas de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas. Para López Miras resulta «muy importante que la Región de Murcia acoja por primera vez este evento, no sólo porque supone ser protagonistas de un programa de la Agencia Espacial Europea, sino porque ayuda a potenciar las vocaciones en ciencia y tecnología de jóvenes de nuestra región». Ellos son los destinados a buscar en el futuro su hueco en el prometedor desarrollo de la carrera espacial.
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Todos los premiados
Además de la elección del equipo canario como ganador nacional de esta iniciativa, el CanSat, que acogió los pasados 16 y 17 de mayo la Base Aérea de Alcantarilla, ha reconocido a varios equipos más en distintos ámbitos. Los Trilobites, del Instituto de Educación Secundaria (IES) de Zamora Maestro Haedo, en representación de Castilla y León, han alcanzado el mejor logro técnico de esta edición celebrada en la Región de Murcia, para lo que se ha tenido en cuenta la complejidad de la misión y la ejecución tanto de su parte primaria como de la secundaria. La misión científica más destacada, por su interés, relevancia y conocimiento empleados, es la propuesta por el equipo Daphsat del IES Santo Domingo, del Puerto de Santa María (Cádiz), en nombre de Andalucía, del que el jurado ha evidenciado «la relevancia de la misión secundaria». El equipo más profesional es el extremeño, del IES San Fernando de Badajoz, conocido como Sant Fern Pelt, que lo ha demostrado «por su colaboración, cooperación y exposición oral». En este reconocimiento el jurado ha tenido en cuenta el «trabajo en equipo, adaptabilidad, comunicación e informe técnico» que han demostrado. Y los mejores en la difusión y patrocinio de su proyecto han sido los del equipo MSEI, formado por integrantes de los IES Pasqual Calbó i Caldés y Joan Ramis i Ramis de Mahón, en las Islas Baleares. Por la parte de la difusión se ha evaluado la «cobertura obtenida en redes sociales y medios de comunicación», y en cuanto a la financiación se ha tenido en cuenta su capacidad para cubrir los gastos de la construcción del CanSat, o conseguir patrocinio y lo que conlleva el proyecto».
El jurado también ha decidido conceder un premio honorífico al equipo Muxía en Órbita, de Galicia, formado por componentes del Instituto Ramón Caamaño de Muxía (Coruña), por «poner en valor a la mujer en la ciencia, acercar la música a la ciencia, la posición dada a los patrocinadores y dar valor a la cultura gallega».
La ONG de personas con discapacidad física y orgánica de la Región de Murcia Famdif, también ha contado con un equipo propio, el Astra, compuesto por alumnos de esta organización que han participado como observadores en la jornada de lanzamientos de cohetes. Todo suma para abrir huecos a interés espacial.
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