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José Antonio García Charton, director del proyecto, y el investigador Noni Ortolano. JOSÉ LUIS ROS CAVAL / AGM
Qué peces habitan el Mediterráneo, allá donde la luz no llega

Qué peces habitan el Mediterráneo, allá donde la luz no llega

Un estudio de la Universidad de Murcia analiza, en aguas del Puerto de Cartagena, sus poblamientos en fondos rocosos mesofóticos

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Sábado, 28 de mayo 2022, 10:21

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En el litoral mediterráneo son muy escasos los estudios focalizados en la ecología de los hábitats mesofóticos, aquellos que se encuentran entre 30 y 150 metros de profundidad, demasiado profundos para ser estudiados mediante buceo 'scuba' convencional. Y prácticamente inexistentes los que se centran en los peces de esos fondos.

La singularidad de los fondos rocosos profundos en el entorno del Puerto de Cartagena, convierte la zona en una oportunidad para el estudio de estos ecosistemas, lo que ha llevado al investigador principal del grupo de Ecología y Conservación Marina de la Universidad de Murcia, José Antonio García Charton, a poner en marcha el proyecto 'Estudio del poblamiento de peces en fondos rocosos mesofóticos en el entorno del Puerto de Cartagena' (MesoFotiCT), apoyado por la financiación de la Cátedra de Medio Ambiente Autoridad Portuaria de Cartagena-Campus Mare Nostrum. Se trata de un trabajo pionero a nivel internacional, dado que no existe ningún estudio sobre los peces de arrecifes mesofóticos en todo el ámbito Mediterráneo.

«Para llevarlo a cabo se pretende emplear una metodología pionera en el Mediterráneo para los censos de peces, poniendo en práctica nuevas técnicas basadas en los avances tecnológicos de vídeo remoto y vehículos submarinos, que faciliten el estudio de estas comunidades en las rigurosas condiciones de los fondos profundos. La puesta en práctica de esta metodología puede potenciar el uso de la misma en otras localidades, fomentando así estudios sobre estos hábitats en otras regiones», explica García Charton.

Es un estudio pionero, no existe ninguno sobre los peces de arrecifes mesofóticos en todo el ámbito

Como hipótesis de partida, los científicos barajan dos posibles ideas. Por un lado, los fondos mesofóticos podrían cumplir un papel destacado como hábitats clave para especies de importancia económica, ecológica y de conservación –incluidos los recursos comerciales, los endémicos y las especies amenazadas–, al tener el potencial único de proporcionar, a muchas especies y poblaciones de peces, un refugio en profundidad frente a los principales impactos humanos actuales que ya amenazan a las comunidades de aguas poco profundas, por ejemplo, la pesca, las obras costeras, el pisoteo de la sobrefrecuentación humana y el calentamiento de las aguas y el cambio climático. Por otra parte, podrían contribuir en gran medida a la recuperación de las aguas poco profundas al apoyar la resiliencia de estos sistemas someros. Sin embargo, hay autores que afirman que los arrecifes superficiales y profundos son biológicamente diferentes y, además, que los arrecifes profundos (o mesofóticos) también sufren los impactos humanos. Si fuera así, los arrecifes profundos no representarían un refugio potencial para otros ecosistemas arrecifales, sino que también estarían amenazados y necesitarían protección per sé.

Los más modernos transectos

El principal objetivo de esta investigación es caracterizar la comunidad de peces de fondos rocosos mesofóticos, que por habitar en profundidades entre 35 y 150 metros, se desarrollan en condiciones de baja intensidad lumínica. Según el investigador, «a estas profundidades estos lugares se encuentran más allá del alcance de su estudio con escafandra autónoma de aire comprimido, siendo necesarias técnicas de buceo técnico –mezcla de gases– o cámaras de vídeo que operan de modo remoto o a bordo de vehículos submarinos –tripulados o no–».

En concreto, el proyecto MesoFotiCTse va a centrar en caracterizar la comunidad de peces de ambientes rocosos, tanto mesofóticos como someros, en el entorno del Puerto de Cartagena. Para ello, se emplearán diversas técnicas de muestreo en función de la profundidad, desde el tradicional censo visual en las zonas más someras, hasta los más modernos transectos –muestreos caracterizados por la toma de datos en determinados recorridos prefijados– con cámaras y vehículos autónomos submarinos –ROVs, por sus siglas en inglés de Remotely Operated Vehicles–. «Con ello, se pretende evaluar el estado de conservación y la complejidad de las comunidades de peces, estudiando la diferencia en composición de especies, abundancia y densidad para ambas franjas de profundidad y entre localidades con distinto nivel de protección pesquera, al incluirse sitios en las reservas marinas cercanas al puerto –Cabo de Palos-Islas Hormigas y Cabo Tiñoso–», apunta el profesor de la Universidad de Murcia.

«Se teme que estos ecosistemas puedan ser la puerta de entrada de especies invasoras que pudieran pasar desapercibidas»

García Charton

Estudio piloto

Los muestreos, además de estar encaminados a obtener datos de diversidad, abundancia y densidad de especies de peces en arrecifes tanto someros como mesofóticos, se harán comparando la isla de Escombreras, en la zona portuaria, con islotes protegidos de la pesca (islas Hormigas y de las Palomas). Para ello, los investigadores van a combinar censos visuales con escafandra autónoma con distintos tipos de técnicas de vídeo: cámaras de caída para censos estacionarios y vehículos no tripulados (ROVs) para video-transectos. Un trabajo, este último, para el que se va a contar con la colaboración de un equipo de investigadores del CORI (Cartagena Oceanographic Research Institute) que están trabajando con este tipo de aparatos.

Y aunque el proyecto MesoFotiCT aún no se ha empezado a desarrollar, los científicos cuentan con resultados previos de un estudio piloto realizado el año pasado en aguas poco profundas de la reserva marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas, en el marco del seguimiento de las reservas marinas de interés pesquero de la Región de Murcia, financiado por el Servicio de Pesca y Acuicultura de la CARM y realizado por un grupo de investigación universitario. En ese caso, se compararon varias técnicas de censo con vídeo de peces en arrecifes mesofóticos –además de las cámaras de caída y el ROV, se trabajó con una cámara de deriva–, y se pudo comprobar que la estrategia óptima consiste en combinar dos tipos de cámaras, cada una de los cuales accede a una fracción diferente del poblamiento de peces.

José Antonio García Charton asegura que «se teme que estos ecosistemas mesofóticos puedan ser la puerta de entrada en el Mediterráneo de especies invasoras que pudieran pasar más desapercibidas en fondos someros; tal es el caso del pez león (Pterois miles) proveniente del mar Rojo, muy nocivo para las comunidades autóctonas, y que ya ha sido avistado en Turquía, Siria, Israel, Líbano, Chipre, Grecia, Italia, Túnez y Libia, y es probablemente cuestión de tiempo que aparezca en nuestras costas. De este modo, el estudio de los fondos mesofóticos sirve también para vigilar la aparición de especies potencialmente invasoras, y, en su caso, armar con tiempo estrategias de erradicación, cuando esto fuera posible».

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