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El Museo Ramón Gaya y la ciencia del gouache

El Museo Ramón Gaya y la ciencia del gouache

Una rama del arte y tres de la ciencia están íntimamente relacionadas en la elaboración de una pintura en la que Gaya homenajea a uno de los elementos más representativos de Murcia: la acequia

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Sábado, 13 de mayo 2023, 08:10

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Como hoy se celebra en Murcia la Noche Europea de los Museos les propongo un plan muy especial: visitar el Museo Ramón Gaya y observar una de mis obras favoritas (junto a 'La silla' y el 'Homenaje a San Juan de Sazillo') del pintor murciano: 'La acequia' (1977). ¿Qué pretendo? Demostrar que una rama del arte y tres de la ciencia están íntimamente relacionadas en la elaboración de una pintura en la que Gaya homenajea a uno de los elementos más representativos de Murcia: la acequia. Al contrario de lo que mucha gente cree, 'La acequia' no es una acuarela, sino un gouache pintado sobre papel. Aunque la acuarela y el gouache son dos técnicas de pintura similares, difieren en varios aspectos en los que la ciencia tiene mucho que decir.

La química del gouache

El gouache está compuesto por pigmentos de colores mezclados con un tipo de aglutinantes (principalmente goma arábiga, almidón, gelatina y látex), lo que le da a la obra una consistencia más densa y opaca. Por otro lado, la acuarela utiliza otro tipo de compuestos que le otorgan una consistencia más ligera y transparente.

Tres son las características más importantes de estos pigmentos: composición, solubilidad y estabilidad. Respecto a la composición, los pigmentos empleados pueden ser de origen natural o sintético. Algunos de estos pigmentos son altamente solubles y se dispersan rápidamente en el agua, lo que permite obtener colores transparentes y luminosos. Otros son menos solubles y pueden requerir más tiempo para lograr una dispersión adecuada. Aunque tanto el gouache como la acuarela requieren agua para diluir la pintura, la cantidad utilizada varía. En el gouache generalmente se usa menos agua, lo que contribuye a su consistencia más densa y opaca. Finalmente, algunos pigmentos son más estables y resistentes a la luz, manteniendo su color con el tiempo. Otros son más sensibles a la luz y al envejecimiento, lo que provoca cambios en la pintura con el paso de los años.

La paleta de colores de 'La acequia' de Gaya es principalmente terrosa y sobria. Predominan los tonos marrones, ocres y verdes oscuros, que reflejan la naturaleza rural y el entorno agrícola. A pesar de esta gama de colores apagados, Gaya logra una rica variedad de matices y sutilezas tonales.

¿Cuáles son los pigmentos químicos más usados para obtener esta paleta de colores? i) óxidos de hierro (pigmentos muy estables responsables de colores como rojos, ocres y marrones); ii) dióxido de titanio (pigmento blanco utilizado para lograr colores opacos por su alta capacidad para reflejar la luz); iii) carbonato de calcio (pigmento de bajo costo usado para obtener tonos blancos opacos y mates); iv) sulfato de bario (crea efectos de claroscuro y proporciona una cobertura sólida); v) pigmentos orgánicos derivados de plantas o animales (se utilizan para producir colores vivos y vibrantes).

La física del gouache

Uno de los conceptos fundamentales de la física en el gouache es la teoría del color, basada en la descomposición de la luz blanca en diferentes longitudes de onda, que percibimos como diferentes colores. Cuando la luz incide sobre los pigmentos, estos absorben selectivamente ciertas longitudes de onda de la luz blanca y reflejan otras. Si un pigmento absorbe todas las longitudes de onda de luz excepto el verde, por ejemplo, percibiremos ese pigmento como verde. Además de la absorción y reflexión de la luz, también ocurren fenómenos de refracción en el gouache. La refracción es el cambio en la dirección de la luz al pasar de un medio a otro con diferente índice de refracción. En el caso del gouache, la luz se refracta al pasar del aire al agua y viceversa. Esto afecta la forma en que percibimos la pintura.

Todos estos conceptos físicos también juegan un papel fundamental a la hora de distinguir entre el gouache y la acuarela. El gouache, al ser más opaco, cubre la superficie de manera más completa y no permite que la luz pase a través de él. En contraste, la acuarela es transparente, lo que permite que la luz se filtre a través de las capas de pintura y refleje en el papel, lo que le da un efecto luminoso. Debido a su opacidad, el gouache permite la aplicación de «capas sobre capas» sin que las capas inferiores sean visibles. Esto facilita la corrección y modificación de la pintura.

En 'La acequia' muestra un dominio excepcional en el manejo de la luz y la sombra. Los reflejos de luz en el agua de la acequia y las sombras proyectadas por los árboles y las estructuras contribuyen a la sensación de volumen y realismo en la pintura.

Las matemáticas del gouache

Tras 'La acequia' se esconde una tercera disciplina científica: las matemáticas. La perspectiva, es decir, la representación visual de la profundidad y la distancia en una pintura, es otro aspecto importante de este gouache. Para lograr una representación precisa en sus obras, los artistas aplican principios matemáticos, como la geometría proyectiva y la geometría euclidiana. Estos conceptos ayudan a establecer las relaciones de tamaño y posición de los objetos en función de la distancia y el punto de vista del observador. En este gouache la composición se organiza alrededor de la acequia, que recorre diagonalmente el lienzo, dividiendo el espacio en dos partes. Esta disposición crea una sensación de profundidad y equilibrio en la composición.

Estimados lectores de LA VERDAD, en una entrevista Ramón Gaya pronunció las siguientes palabras: «Para mí el agua, la sensación de agua para mí, no es la que puede tener un gallego o un asturiano, un agua que se va entre las piedras. No, para mí el agua es la acequia». Espero que este noche, si se acercan al Museo que lleva su nombre, observen que detrás de esa acequia no solo hay una maravillosa obra de pintura sino también un laboratorio de química, física y matemáticas... y es que el arte y la ciencia son dos pilares básicos e indivisibles de la obra colectiva más importante de la humanidad: la cultura.

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