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Pilar Martínez-Clares, investigadora principal del grupo COFIE de la UMU, y Benito Echeverría, catedrático emérito de la Universidad de Barcelona.
¿Cómo está laFP en este país?

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UMU. Con el 'Mapa de la investigación sobre Formación Profesional en España. Retos y estrategias de acción' se pretende abordar las deficiencias detectadas

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Lunes, 14 de diciembre 2020, 21:16

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«Lo que no se conoce, lo que no se investiga, no existe y difícilmente se puede desarrollar. Por esta razón resulta fundamental poner en valor, acrecentar y perfeccionar la investigación sobre Formación Profesional en España». Así lo manifiestan sus directores, Pilar Martínez-Clares, investigadora principal del grupo COFIE (Competencias, Orientación, Formación, Inserción y Empleo) de la Universidad de Murcia, y Benito Echeverría, catedrático emérito de la Universidad de Barcelona (UB) y colaborador de dicho grupo.

Bajo esa premisa están desarrollando el 'Mapa de la investigación sobre Formación Profesional en España. Retos y estrategias de acción', y no lo hacen solos. Los investigadores han hecho suyo el proverbio africano de 'si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado', de modo que han seguido un proceso eminentemente participativo y escalonado, de reflexión individual y colectiva, análisis y contraste por grupos de trabajo y conjunción de propuestas por parte de los actores principales de la FP en España. Así pues, en la elaboración del estudio han participado tres grupos de trabajo formados por 36 expertos: uno de investigadores nacionales (10), un segundo de agentes clave en la FP de España (23) y un comité de investigadores internacionales (3).

Durante la primera fase del trabajo se han detectado notables deficiencias investigadoras en este subsistema de Formación Profesional Inicial de carácter estructural, de contenido y metodológico. Por ejemplo, según Martínez-Clares, «se ha visto que la investigación de la FP en el ámbito educativo es escasa, discontinua, dispersa temporal y geográficamente, con fuentes de financiación insignificantes y poca implicación en su desarrollo por parte de las universidades y entidades afines».

«La investigación de la FP en el ámbito educativo es escasa, discontinua, dispersa temporal y geográficamente, con fuentes de financiación insignificantes»

Además, queda patente que son exiguos los grupos de investigación consolidados, con líneas de estudio asentadas sobre esta temática y prácticamente inexistentes los cauces de comunicación entre los investigadores de FP. La mayoría se agrupan en el área de Ciencias de la Educación. Se constata que casi todas las investigaciones son de carácter descriptivo, con muestras reducidas y, por lo general, no aleatorias. Las entrevistas y los cuestionarios predominan como instrumentos de medida, no siempre convenientemente validados y fiabilizados.

De cara a abordar las deficiencias detectadas, y a la vista de que estas deficiencias son bastantes comunes a las observadas en los otros subsistemas de FP, comenta la profesora de la Universidad de Murcia que «convenía abrir un amplio debate que permitiese identificar los principales retos a los que se enfrenta la Investigación sobre Formación Profesional en España, junto a las estrategias y acciones más aconsejables, contrastadas y consensuadas por grupos de expertos, comprometidos con el desarrollo de la FP».

Esto es, precisamente, lo que se hizo en una segunda fase del proyecto. Para el análisis interno y externo de la investigación sobre FP en España los investigadores nacionales emplearon la técnica DAFO y su complementaria CAME. La primera, dedicada a indagar las Deficiencias, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades que inciden en la investigación sobre FP en España, les permitió definir, consensuar y priorizar los principales retos a abordar. Las estrategias de acción de los retos se han extraído mediante el análisis CAME, con el fin de Corregir las deficiencias existentes, Afrontar las amenazas que se presentan, Mantener las fortalezas identificadas y Explotar las oportunidades detectadas.

A tenor de este diagnóstico, se ha llegado al consenso entre todos los grupos, de que para un buen desarrollo de la IFPE es fundamental abordar los retos mostrados en el gráfico. A cada uno de estos 12 retos acompañan un promedio de cinco estrategias y de otras tantas acciones. «En total, como explica Martínez-Clares, las primeras son 57 y las segundas 58, aportadas por los investigadores y agentes clave en sus respectivas sesiones grupales, tras las reflexiones individuales de sus componentes. Ambas se han tratado de delimitar en torno a unos interrogantes básicos sobre qué, quién, cómo, dónde, cuándo y con qué medios superar estos retos».

Los investigadores españoles proponen 25 líneas temáticas, entre las que hay cuatro más valoradas por los agentes clave: nuevas necesidades formativas ante las transformaciones de la industria 4.0; definición de perfiles profesionales a partir de análisis prospectivos; evaluación del impacto de la FP; la empresa formadora (organización, resultados, beneficios e innovación).

A estas 25 líneas temáticas, propuestas por el grupo de investigadores nacionales procedentes de diferentes universidades y centros de investigación españoles, se añaden otras 32 que los agentes clave, pertenecientes a los distintos ámbitos de la FP (institucional, educativo-formativo, empresaria, sindical y asociativo) también consideran prioritarias y ponen en consideración de los investigadores internacionales. «Estos últimos reiteran la especial necesidad de buena parte de las temáticas relacionadas con la Revolución 4.0. Sobre todo, las referidas a nuevas demandas de competencias y cualificaciones profesionales por parte de los sectores productivos, así como toda una serie de cuestiones referidas a la formación en centros de trabajo, el adiestramiento del profesorado en estas instituciones, la investigación de buenas prácticas, la distribución territorial de la oferta formativa acorde a las demandas de los sectores productivos y las relativas a los espacios de concertación y participación en políticas de FP», en palabras de Benito Echeverría.

La conclusión principal alcanzada durante esta segunda fase es la necesidad de apostar por la investigación sobre la FP en España, que la investigación sea inherente al desarrollo de la FP. Como repite frecuentemente la investigadora de la UMU «hay que poner ciencia en el arte de la formación de los aprendices» y es esencial trabajar conjuntamente con todos los agentes. «Conviene proceder a la configuración progresiva e inclusiva de un ecosistema de la investigación sobre FP en España, contando con la participación activa de agentes gubernamentales, académicos, económicos y sociales, comprometidos en su creación y desarrollo, al que se incorporen otros actores interesados en potenciar la FP a través de la investigación e innovación», añade el profesor de la UB.

De esta forma, según los investigadores, administraciones públicas, universidades, empresas, centros formativos y otras entidades podrán compartir recursos humanos, aprovecharlos mejor y ahorrar gastos. «Es de desear que los gobiernos de turno logren el mayor apoyo político, económico y social posible a favor la investigación sobre FP en España, generando sinergias y espacios donde compartir ideas, logros e inquietudes, promueva el diálogo con los poderes públicos, impulse alianzas público-privadas con otros actores interesados, aumente la visibilidad de la producción científica relativa la FP y promocione iniciativas de evaluación y mejora de nuestro sistema de formación. Más vale sumar que restar», apunta Echeverría.

Continuidad

El proyecto no ha terminado sino que, en opinión de sus responsables, «este ejercicio de reflexión participativa, contraste colectivo y propuesta compartida es un paso necesario pero insuficiente». Se requiere seguir trabajando en esta línea, desde un ecosistema abierto y participativo, donde las estrategias y acciones, propuestas en este estudio, pueden contribuir a dar respuesta a los retos que tiene planteados la investigación sobre FP en España.

«El proyecto no ha hecho más que empezar», según los directores del mismo. Las investigaciones existentes no pueden seguir dormidas en los anaqueles de las bibliotecas. Se está ya en la tercera fase, continuando con el desarrollo de la base de datos (2017-2020), configuradora del Mapa de conocimiento sobre Formación Profesional Inicial, completándola e integrando las contribuciones de investigación internacional existentes sobre FPI y FPD relativas a nuestro contexto.

«En cuestiones de saber, solo se pierde lo que se guarda»

Para el desarrollo de las diferentes fases del proyecto han contado con financiación de las Fundaciones Bankia por la Formación Dual y Bertelsmann por el Empleo Juvenil, desde el primer convenio firmado con la Universidad de Murcia en 2017, encaminado a realizar un Diagnóstico de la Investigación sobre la Formación Profesional Inicial (2005- 2017). A partir del mismo se empezó a configurar el Mapa de conocimiento sobre la FP, cuyas tesis doctorales, artículos científicos, informes de proyectos investigadores y libros sobre el tema, publicados entre los años citados, pueden ser consultados por cualquier persona interesada. «En cuestiones de cultura y de saber, solo se pierde lo que se guarda, solo se gana lo que se da», recuerda Benito Echeverría, citando a Machado.

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