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Salvador García-Ayllón Veintimilla, investigador del grupo de Política Territorial de la UPCT. J. M. RODRÍGUEZ
¿Cómo ha cambiado la pandemia el modo en que nos movemos?

¿Cómo ha cambiado la pandemia el modo en que nos movemos?

Un proyecto de la UPCT analiza los efectos de la Covid-19 en la movilidad urbana y sus repercusiones en el medio ambiente

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Sábado, 2 de abril 2022

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El transporte a nivel global es el responsable del 25% de los gases de efecto invernadero que se emiten al planeta, siendo la movilidad urbana responsable del 70% de esas emisiones del transporte. Por lo tanto, el conocimiento de estos patrones de comportamiento, de las diferentes alternativas de movilidad urbana (transporte público, autobús, taxi, bicicleta, patinete, desplazamientos peatonales, vehículo privado incluyendo sus distintas modalidades como carsharing o carpooling, etc.) son muy importantes para implementar estrategias de movilidad sostenible en las ciudades.

En relación a las restricciones motivadas por el confinamiento, producto de la Covid-19, Salvador García-Ayllón Veintimilla, investigador principal del grupo de Política Territorial, Planificación Ambiental y de las Infraestructuras de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), señala que «inicialmente se llegó a pensar que podrían tener un efecto beneficioso en el medio ambiente, dado que la parada de la actividad económica por la pandemia motivó una caída de los indicadores de contaminación ambiental». Sin embargo, los científicos han podido comprobar que, en la etapa posterior, durante la que se implementaron numerosas restricciones, se han ido modificando los patrones de comportamiento de los usuarios de la movilidad urbana, los cuales parecen estar consolidándose de una manera perjudicial para el medio ambiente.

El equipo de la UPCT está desarrollando un análisis sobre cómo las restricciones motivadas por la reciente pandemia han incidido en los patrones de comportamiento de la movilidad urbana en las ciudades.

«El uso del vehículo privado o compartido se ha consolidado como una alternativa cada vez más usada en las principales ciudades de Europa»

«El objetivo es mostrar cómo los cambios de hábitos provocados en los usuarios por las restricciones de la movilidad generadas durante la pandemia han favorecido el uso de modalidades de transporte urbano más contaminantes como el coche particular», dice García-Ayllón.

De hecho, han podido comprobar cómo este periodo ha perjudicado fuertemente al transporte público, con caídas en su uso de más del 60 % en algunas ciudades, motivadas por las restricciones de aforo o el miedo de los usuarios a contagiarse en espacios cerrados. Por contra, el uso del vehículo privado o compartido se ha consolidado como una alternativa cada vez más usada en las principales ciudades de Europa. El objetivo del proyecto liderado por el profesor de la UPCT es analizar mediante herramientas de análisis espacial GIS, basadas en indicadores geoestadísticos, cómo se ha producido este fenómeno, cuál es su distribución espacial y cuál es la correlación existente entre esta modificación de los patrones de comportamiento de la movilidad urbana y un previsible incremento de la contaminación en las ciudades.

En ciudades de tamaño medio, como son Murcia o Cartagena, es importante que se implementen zonas de bajas emisiones para evitar los problemas de contaminación

Por el momento, los resultados obtenidos solo muestran tendencias. Sin embargo, García- Ayllón opina que es muy importante conocer estas inercias de cambio en la movilidad urbana de las ciudades «porque estamos en un momento clave en esta temática». Asegura que «la generación de sinergias entre planificación urbana y gestión de la movilidad es una herramienta que se está potenciando actualmente en todas las administraciones municipales con los fondos europeos Next Generation, siendo un año clave, este 2022, por la necesidad de implementación de zonas de bajas emisiones en las ciudades antes de 2023, tal y como marca la nueva ley de cambio climático y transición energética».

Así pues, en ciudades de tamaño medio como son Murcia o Cartagena –que no están sometidas todavía al grave impacto contaminante del transporte que tiene ciudades como Madrid o Barcelona– es importante que se implementen este tipo de actuaciones para corregir las inercias actuales y evitar que en un futuro se puedan tener los problemas de contaminación que ya sufren las grandes ciudades.

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