Alfonso Albacete | Pintor y escultor
«Por Bonafé tuve yo referencias de la Generación del 27»Para ilustrar este especial dedicado a Jorge Guillén escogió cuatro obras que tienen connotaciones «muy fuertes» con la serie del huerto y de Murcia, más concretamente con aquel paisaje que sedujo al vallisoletano en su etapa universitaria a orillas del Segura
Recuerda como muy lejana su última colaboración con el semanario Ababol («¡lo mismo hace 20 años!»), pero lo cierto es que hoy es la mirada ... de Alfonso Albacete ( Antequera, Málaga, 1950) la que se cruza con los poemas publicados en Murcia por Jorge Guillén hace un siglo. Albacete, educado artísticamente con el pintor Juan Bonafé Bourguignon (Lima, 1901-Las Palmas de Gran Canaria, 1969) [hijo del actor murciano Juan Bonafé y Sansó], reconoce que su maestro sí fue «de esa cuerda de la Generación del 27, de Juan Ramón Jiménez y de Jorge Guillén, aunque sin duda a mí de ese grupo quien más me pudo influir, desde luego, es García Lorca. De hecho, cuando era muy jovencillo pinté algunas cosas basándome en poemas suyos».
Hoy, ya menos «jovencillo», Alfonso Albacete es académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, y hace apenas unos días leyó un discurso de aceptación titulado 'Bosquejo de pintura hablada', en el que precisamente hace referencia a Bonafé y donde reflexiona sobre su una trayectoria superlativa: «A mi modo de ver, es precisamente esa capacidad de agitar miradas y cerebros extraños, e independizarse del ámbito de su nacimiento y navegar en mares de otras culturas para vivir vidas propias, donde creo que reside la auténtica prueba de valor de la obra de arte; contemplarla únicamente como simple documento histórico o como la narración de un hecho concreto sería anclarla en el tiempo y encadenarla a la vida y a la personalidad del autor que la produjo; y más delicadamente si este es contemporáneo, pues como en una paradoja, lo contemporáneo parece entrar antes de tiempo en la historia como un periodo más, como lo pudo ser en su momento un Modernismo o un Rococó».
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El arte de mirar de Jorge Guillén
Nadie le había pedido antes que obras suyas ilustraran poemas de Jorge Guillén, pero Ababol tiene estas cosas y propicia estos encuentros. En este caso, Albacete escogió cuatro obras de su serie 'Natura': «Porque entiendo que tiene una referencia muy fuerte con la serie del huerto y de Murcia, más concretamente con aquel paisaje, y con Jorge Guillén en su etapa murciana, y en la época de 'Verso y Prosa'». El pintor recuerda a LA VERDAD que hace muchos años la galería Chys realizó un homenaje a aquella revista que surgió, como una extensión del Suplemento Literario cuando éste dejó de publicarse, entre 1927 y 1928, «y ahí vi yo reproducciones de lo que había sido mi ambiente pictórico de origen, con Ramón Gaya, Juan Bonafé, y todo el grupo que estaba con ellos, Garay y Pedro Flores...». Pasado el tiempo, Albacete considera una suerte haber vivido aquella etapa formativa en Murcia. «Porque a través de Bonafé conocí yo a todas esas referencias de la Generación del 27. Conocí personalmente, y los recuerdo, a Gaya y Flores, porque iban al estudio de Bonafé».
«Muchas de las bases de mi pintura forman parte de ese paisaje de Murcia y de esa vida. Estéticamente yo me crie ahí y mis primeros paisajes, mis primeras naturalezas muertas, yo las hice en el estudio de Bonafé. Y toda mi pintura le debe mucho al Levante y a esa luz»
Alfonso Albacete
Pintor y escultor
«Cuando Bonafé fallece, su viuda, Adela Gummá, me dio una carta para Ginesa Aroca, que era la viuda de Juan Guerrero Ruiz, que había sido secretario de Juan Ramón Jiménez y que escribió un libro indispensable para conocer a esa generación, 'Juan Ramón de viva voz'. Fui a verla, y ella tenía en su casa cosas increíbles, desde cuadros de Juan Ramón cuando éste empezó como pintor, hasta unas carpetas llenas de poemas. Porque ella cuando hacía cenas en su casa obligaba a los pintores a que hicieran un pequeño poema, y a los poetas a que hicieran un pequeño dibujo. Y con eso ella tenía una colección increíble. Yo llevé a Juan Manuel Bonet [poeta, crítico y comisario de arte, exdirector del Museo Reina Sofía y del Instituto Cervantes], que luego utilizó como él cuenta en algún texto suyo, esa documentación para reconstruir las vanguardias de los años 20 y la Generación del 27, sobre todo». El padre de Juan Manuel Bonet, Antonio Bonet, fue catedrático en Murcia y siempre se declaró un enamorado de aquella Murcia más vanguardista. Juan Guerrero era quien repartía las cartas metafóricamente, el que suministraba todo el material literario que publicó el Suplemento Literario de LA VERDAD. «Era el lugarteniente de Juan Ramón Jiménez -anota- cuando por casa de Juan Ramón desfilaba todo el mundo». En el dormitorio de la Casa-Museo de Juan Ramón Jiménez en Moguer (Huelva) hay un retrato que le hizo Bonafé
Albacete nació en Andalucía, pero su casa familiar estaba en Murcia. «Iba a Andalucía cada vez que iba a dar a luz a un hijo, pero nuestra casa y nuestra vida estaba organizada en Murcia, porque mi padre era ingeniero de la Sericícola, llegó a ser el director. Era de Cartagena, es decir, el único de mi casa de nacimiento murciano. Pero nuestra vida era en Murcia, la época en que más fijo estuve aquí fue en el Bachillerato. Entre los 11 y 17años, en que me fui a estudiar a Valencia, cuando Bonafé se fue a vivir a Canarias, fue mi tiempo de formación en Murcia».
Como Marco Polo
Albacete empezó estudios de Arquitectura en Valencia, y los continuó en Madrid. «Yo me examiné de Bellas Artes en la Escuela de San Fernando en Madrid, que entonces no era facultad, y al estar empadronado en Murcia tuve que trasladarme a Valencia a hacer primero. Y fue curioso que tantos años después volví a la misma escuela, vestido de etiqueta a leer ese discurso. Era como el viaje de Marco Polo, una elipsis cinematográfica en la que trataba de contar lo que había visto, oído y lo que opinaba del arte».
Jordi Teixidor de Otto, en el discurso de contestación, hizo referencia a Vermeer y a los interiores holandeses del siglo XVI: «Me gustó mucho». Hoy Albacete sigue con sus trabajos sobre interiores. «Quizás el hecho de haber tenido que escribir un discurso y haber hecho una reflexión sobre otros tiempos y sobre mi vida de alguna forma está apareciendo en los cuadros». «Muchas de las bases de mi pintura forman parte de ese paisaje de Murcia y de esa vida. Estéticamente yo me crié ahí y mis primeros paisajes, mis primeras naturalezas muertas, yo las hice en el estudio de Bonafé. Y toda mi pintura le debe mucho al Levante y a esa luz», afirma Albacete.
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