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Pilar López Arnaldos.
Fisioterapia de suelo pélvico, una herramienta eficaz en patologías perineales
OPINIÓN

Fisioterapia de suelo pélvico, una herramienta eficaz en patologías perineales

PILAR LÓPEZ ARNALDOS. FISIOTERAPEUTA ESPECIALIZADA EN UROGINECOLOGÍA, OBSTETRICIA, PROCTOLOGÍA Y DISFUNCIONES SEXUALES

Miércoles, 23 de noviembre 2016, 01:31

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La fisioterapia de suelo pélvico es un área de especialización dentro de la fisioterapia que se encarga de la prevención y del tratamiento de las disfunciones relacionadas con el periné. En España esta especialización es relativamente joven si nos comparamos con el resto de Europa, pero gracias a sus buenos resultados -a que es un tratamiento no invasivo, sin efectos secundarios e indoloro- se está convirtiendo en el primer tratamiento de elección en los casos leves y moderados de patología de suelo pélvico. Cada vez más profesionales de la salud confían en este tratamiento como solución conservadora y derivan a sus pacientes a fisioterapeutas especializados.

  • Dirección.

  • Avd. de la Libertad, 8, Edificio Alba. Murcia

  • Teléfono.

  • 968 20 45 57

Desgraciadamente habrá aún muchas personas que desconozcan qué es el suelo pélvico. Y es que, además, se trata de una parte de nuestra anatomía de la que pocas personas tienen conciencia o control. Por suerte, cada vez se empieza a oír hablar más de esta parte de nuestro cuerpo y se empieza a conocer el papel tan importante que juega en el mantenimiento de nuestra salud y bienestar. El suelo pélvico es un conjunto de músculos que se encuentran en la base de nuestra cavidad abdominal. Cada uno de ellos tiene una función específica, pero en conjunto, podemos hablar de cuatro funciones principales:

-Función de sostén de nuestras vísceras pélvicas: La musculatura del suelo pélvico es la encargada, junto con otras estructuras como ligamentos, fascias y aponeurosis, de sujetar y mantener nuestra vejiga, útero y recto en una posición correcta dentro de nuestra pelvis.

-Función de continencia: Es el encargado del correcto funcionamiento de apertura /cierre de los esfínteres uretral y anal en la micción y defecación. Gracias a que esta musculatura rodea los orificios de salida de los conductos de nuestras vísceras pélvicas es posible que se produzca la continencia de orina, heces y gases en una situación de normalidad.

-Función sexual: Unos músculos perineales tonificados mejoran la calidad de las relaciones sexuales.

-Función reproductiva: El periné es el último obstáculo que debe salvar la cabeza del bebé y ayuda a que su cabeza rote. Por lo tanto, es conductor de feto durante el parto.

Cómo ayuda la fisioterapia

Cabe resaltar que el 45% de las mujeres sufre algún tipo de incontinencia a lo largo de su vida y que existen casos en que la fisioterapia de suelo pélvico nos puede ayudar.

A lo largo de nuestra vida hay multitud de factores que pueden dañar o debilitar nuestras estructuras pélvicas. Algunos de esos factores de riesgo son el embarazo y el parto, el estreñimiento, trabajos en los que se requiere la realización de esfuerzos, la menopausia, una mala gestión de las presiones que realizamos en el día a día así como una postura incorrecta, la realización de deportes de impacto, obesidad... De aquí la importancia no sólo del tratamiento, sino también de la prevención.

El tratamiento de suelo pélvico nos puede ayudar en los siguientes casos:

-Durante el embarazo: En esta etapa es muy importante comenzar con ejercicios de tonificación y elasticidad de la musculatura de suelo pélvico para reducir el riesgo de desgarro o episiotomía en el parto.

-En el postparto: Es imprescindible recuperar la musculatura de suelo pélvico y el equilibrio abdómino-pélvico para reducir las posibles secuelas que podrían aparecer a corto o largo plazo tras el parto.

-Si sufrimos escapes de orina, heces o gases.

-Si las relaciones sexuales no son placenteras o son dolorosas.

-Si las vísceras pélvicas están descendidas (prolapso).

-Si tenemos dolor pélvico (en vagina, zona anal...).

-Si aún persisten las molestias en la cicatriz tras una episiotomía, desgarro o cesárea.

-Si nos vamos a someter a una cirugía uroginecológica o proctológica o ya nos hemos sometido a ella.

-Si presentamos incontinencia urinaria tras cirugía de cáncer de próstata.

-Si tenemos diástasis abdominal: Una lesión en la pared abdominal muy frecuente tras el embarazo y que suele pasar desapercibida. Con un sencillo test podemos constatar la presencia de la misma.

-Si nuestro suelo pélvico está debilitado o no conseguimos localizarlo correctamente.

-En disfunciones en niños: enuresis nocturna, malformaciones congénitas, micción no coordinada, espina bífida, extrofia vesical...

En esta sociedad en la que últimamente está tan presente el mantenimiento de una buena condición física, debemos empezar a ser conscientes de que nuestra zona pélvica también debe ser cuidada y tratada para poder tener una buena calidad de vida. Por ello, es recomendable acudir a una fisioterapeuta especializada, quien valorará la situación de nuestro suelo pélvico y nos dará las pautas más correctas para mantener la salud del mismo.

No nos conformemos con llevar empapadores o compresas ante la incontinencia urinaria. Actualmente hay solución a este problema gracias a las últimas técnicas de fisioterapia de suelo pélvico.

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