Unos 'yayos' con demasiada marcha

A ciertas edades lo mejor es no meterse en líos y dedicarse a disfrutar de la jubilación y los 'años dorados' de la vida. Pero un matrimonio de Librilla parece que ha decidido romper con el habitual estereotipo que la sociedad tiene de la Tercera Edad, cambiando la 'emoción' de los viajes del Imserso por el riesgo de la presunta producción y posterior venta de marihuana en Alcantarilla, Librilla, Cartagena y la pedanía murciana de Puebla de Soto.

Pocos vecinos se imaginaban que un matrimonio de 74 y 60 años regentaba supuestamente un 'criadero de hierba' en la finca en la que ambos residían a las afueras del municipio. Una casa en medio del campo donde la Policía Nacional de Alcantarilla encontró no solo los productos más típicos de la Huerta del Segura, sino también 31 kilos de marihuana, que les fueron incautados a esta pareja de 'yayoporretas'. La droga -con un valor de mercado de más de 100.000 euros- estaba ya secada, prensada y lista para su venta, escondida en varios cobertizos. Pero en el registro practicado por la Policía Nacional, el pasado día 13, los agentes se encontraron más sorpresas en esta casa de campo.

Uno de ellas era un invernadero al que no le faltaban ventiladores o luces para potenciar la producción de la droga. La otra, una plantación en el exterior que pasaba desapercibida gracias al cobijo que le daban los árboles y los cultivos de la finca. El tamaño de la parcela, -de al menos varias hectáreas- permitía a la pareja la producción de diversas variedades de 'maría' de gran calidad, gracias al amplio instrumental con el que contaban para el cultivo y posterior tratamiento de la droga, sin olvidar los amplios conocimientos sobre el género que -según parece- atesora el marido, de 74 años.

Un año de investigación

Curiosamente, la clave para desarticular este escurridizo garito de venta de droga, ha estado en los institutos de Alcantarilla. Y fue descubierta gracias al plan policial contra el consumo y tráfico al menudeo de drogas en dichos centros educativos y su entorno. Los agentes de la Comisaría de Alcantarilla, en el marco de este plan, comenzaron hace un año a seguirle la pista a un presunto camello que se dedicaba al menudo en los institutos del municipio.

Se trataba de un chico de veinte años cuya residencia estaba situada cerca de un instituto, por lo que el joven controlaba desde casa la llegada de los coches patrulla e incluso contaba con chivatos en los propios centros. Extremo que obligó a la Policía Nacional ha cambiar de estrategia y elaborar un amplio dispositivo para seguir la rutina diaria del sospechoso.

Fruto de este seguimiento, los agentes detuvieron a este joven por robo y en posesión de pequeñas dosis de marihuana en plena calle. Tras conseguir una orden de registro de su domicilio, los agentes hallaron munición para arma corta y larga, un pasamontañas y más 1,5 kilos de 'maría' seca y prensada, escondida por las habitaciones de la vivienda. La detención de este chico se produjo el pasado día cinco, antes del inicio del nuevo curso académico, permitiendo a la Comisaría de Alcantarilla 'tirar del hilo' para llegar hasta el presunto distribuidor de la droga que llegaba a los centros educativos y a varios municipios de la Región. Solo ocho días después de esta detención, se producía el registro de la finca del matrimonio de Librilla, que ya estaba siendo controlada por los agentes.

El matrimonio, al que se le imputa ahora un delito contra la salud pública, ya ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia. Y afronta una jubilación muy distinta -sin duda más excitante- de la que viven sus coetáneos.