Las carreteras de la Región se quedan sin 30 radares fijos por los recortes

Los planes de la Dirección General de Tráfico para 'sembrar' de radares fijos de control de velocidad las carreteras murcianas se han dado de bruces con los recortes de la crisis. El presupuesto asignado este año solo estira para que se instalen tres de estos dispositivos de control antes de que termine el año, y que se sumarán a los 16 ya repartidos por las vías de la Región. Los treinta restantes tendrán que esperar a tiempos mejores.

Con la intención de rebajar las cifras de accidentes de circulación, Tráfico presentó hace poco más de un año un plan que pasaba por instalar 33 radares fijos entre este año y el próximo. «Ese diseño se ralentiza porque no hay dinero, y este año solo estamos en condiciones de instalar tres en puntos que consideramos especialmente sensibles de la autovía de Andalucía, la de Murcia a Lorca y la A-30 entre Murcia y Albacete. Se dispondrán antes de que acabe diciembre, y en 2012 ya se verá qué se puede hacer», reconoce el jefe provincial de Tráfico, Francisco Jiménez.

Finalmente no ha sido posible salvar del recorte el que iba a ser el primer radar de tramo de la Región, un dispositivo que ficha las matrículas de los vehículos que entran y salen de los túneles de la autovía de la A-7 en Lorca, y que son capaces de calcular si su velocidad media en el recorrido controlado ha superado los límites que marca la ley. Estos radares leen las matrículas en dos puntos, es decir, realizan una foto al principio del tramo y otra al final.

Los tres dispositivos de control de velocidad que se escapan de la tijera se han escogido después de estudiar con sumo detalle cuáles son las prioridades en las carreteras de la Región. Uno estará ubicado en la autovía de Andalucía, cerca de la pedanía de La Hoya, en un tramo concreto donde se han registrado varios atropellos a peatones y salidas de vía por parte de los coches que circulaban con exceso de velocidad. Los otros dos estarán en la A-7 (muy cerca del entronque de Guadalupe) y en la autovía de Albacete.

El objetivo final de la instalación de los tres nuevos radares no es otro que reducir los accidentes de tráfico en esos tramos, donde es frecuente que los conductores superen los límites de velocidad marcados.

Tráfico está ultimando también el balance de siniestros registrados durante los meses de verano en la Región, que ha dejado casi el doble de fallecidos en accidentes que la pasada campaña. Si durante los meses de julio, agosto y septiembre de 2010 se contabilizaron ocho fallecidos en las carreteras, este verano la cifra se ha elevado a 19. En 2009, la campaña de estío se cerró con 17 muertos en siniestros de circulación. En cualquier caso, la cifra total sigue estando muy alejada de los 'picos' de mortalidad en las carreteras (en años anteriores las cifras superaban la treintena). Jiménez justifica el aumento porque «nos movemos en márgenes ya muy bajos, y es complicado consolidar cifras como las del pasado verano».