«Tocar el piano me ha abierto muchas puertas cerradas por la ceguera»
Pedro Egio Rodríguez. Catedrático de Filosofía y músico
MANUEL HERRERO
Jueves, 9 de junio 2011, 03:10
Pedro Egio es cartagenero. Nació junto al mar y éste ha ejercido una gran influencia en su personalidad y en su modo de pensar. Invidente pero con unas grandes energías por vivir; se especializó en música, en piano. También realizó estudios de Filosofía y obtuvo la cátedra. Cartagena fue también la primera ciudad que se deleitó con sus trabajos musicales y como docente. Tiene dos cedés en la calle, 'Retratos de Mazarrón' y 'Thálassa'. El martes, a las 20 horas, en el aula cultural de Caja Murcia, de la Gran Vía (en Murcia) el catedrático de filosofía de la Universidad de Murcia, Francisco Jarauta, le presenta el segundo, 'Thalassa & Logos', cuyas ventas se destinarán íntegramente a la Asociación de Ayuda e Investigación de los Trastornos de la Personalidad en Cartagena Comarca y Mar Menor.
- ¿Por qué une el mar con la razón?
- El primer disco que lancé a la calle llevaba por título 'Retratos de Mazarrón'. Mazarrón, su geografía y su historia, se llenaron de misterio y significaciones para mí. Me fueron fructíferos, y, jugando estéticamente, di en pensar que el significante «Mazarrón» ocultaba más cosas. Y me di cuenta de que albergaba dos potentes significantes: «Mar» y «Razón». 'Thálassa & Logos' es el desarrollo musical de esos dos significantes. Mar es en griego «thálassa» y razón es «logos».
- ¿Cómo están hoy los sonidos del mar y de la razón?
- Hay verdadera marejada por todas partes; pero en todo caso razonar siempre es beneficioso. Hay que buscar nuevas soluciones, pues muchas de las antiguas ya están agotadas; es muy peligroso que se pueda caer en posiciones dictatoriales si abrazamos la Razón, con mayúsculas.
- ¿Son necesarias ahora las reflexiones filosóficas?
- Me parece que sí; a lo peor es deformación profesional, pero los que nos movamos en el campo de la filosofía debemos de estar más vivos, más presentes. Me parece que el mundo está necesitado de una alta estima de moralidad y la moral es campo de la filosofía. La filosofía no debe cerrar las cuestiones, no debe acomodarse, pues si es así termina conformándose con el estado de cosas -ahora no muy bueno precisamente- y es mejor que abra espacios nuevos.
- ¿Desde cuándo y por qué toca usted el piano?
- Desde mis nueve años ya vieron que me podía ser útil y ayudarme a desenvolverme en la vida; ya pronosticaban que por mi ceguera la vida me podía ser más complicada que a los demás y quisieron que ésta pudiera confortarme y abrirme más puertas con nuevas relaciones estudiando piano en el Colegio de la ONCE en Alicante. Cuando empecé a estudiar filosofía tuve que dejarlo. Estuve ocho años organista en la iglesia de la Caridad de Cartagena, pero no pude avanzar más en mis estudios musicales una vez iniciados los de Filosofía.
-Informática, filosofía y música. ¿Qué sale de todo esto?
- Pues Thálassa. Un batiburrillo del arte; un juego y ansias de decir cosas que de otra forma no podría ahora decir; aunque esté al margen de mi actividad laboral también quiero aportar algo a la sociedad, devolverle algo de lo que la sociedad me está dando. Quiero ser útil, a pesar de mí.
- ¿Por qué lanza un nuevo disco?
- Necesidad afectiva; quería soltar toda la afectividad que llevo tiempo dentro de mí, por multitud de vivencias personales que he ido acumulando en años: La problemática que me alejó de las aulas, mis continuas reflexiones, la falta de mi hija; necesidad de organizar mi propio caos; de ahí que le titule 'Thálassa & Logos'.
- Me dice que también le motiva el jazz. ¿Cómo está Murcia en relación al jazz?
- Hay grupos jóvenes que están empezando a moverse con fuerza, va por muy buen camino.