Malestar de los comerciantes de Lo Pagán por las obras del tanque de tormentas

No quieren zanjas abiertas en Lo Pagán durante la primavera. Los vecinos y comerciantes de la localidad turística se reunieron ayer para abordar el próximo inicio de las obras de un tanque de tormentas -bajo la explanada costera- y de una red de colectores de recogida de aguas pluviales, previsto en el subsuelo de las calles más próximas a la costa. Alrededor de cien personas se concentraron anoche para exponer en común sus preocupaciones sobre este proyecto. Algunos comerciantes advirtieron de que «no solo nos cortará algunas calles, sino que habrá cortes de agua y será en unas fechas en las que empezamos a tener clientela».

La mayoría se mostró conforme sobre los beneficios medioambientales de las obras, porque al evitar contaminación al Mar Menor supondrá un beneficio para toda la zona. No obstante, se oponen a que los trabajos se vayan a realizar justo en los tres meses de la temporada turística media. Durante la reunión, se propuso iniciar una campaña de recogida de firmas para reivindicar que las obras empiecen después del verano.

Los comerciantes mostraron su rechazo a que las máquinas levanten las zonas más céntricas en plena temporada turística, ya que las obras comenzarán el 13 de abril y se prolongarán hasta el 30 de junio. En ese periodo se abrirán zanjas en las avenidas Salzillo y un tramo de la avenida del Generalísimo, y en la calle Campoamor hasta la calle Cartagena, aproximadamente hasta la mitad de la línea costera de Villananitos.

«No habrá maquinaria»

La edil de Urbanismo de San Pedro del Pinatar, Ángela Gaona, aseguró ayer que durante los meses de julio y agosto «no habrá obras ni maquinaria moviéndose por la zona, aunque una parte de la explanada permanecerá vallada y no se podrá utilizar». Los operarios continuarán la construcción del depósito de aguas pluviales a partir del 1 de septiembre hasta finales de diciembre, cuando está previsto que finalice este proyecto financiado con más de 2,3 millones de euros de Fondos Feder.

Gaona reconoció que «ninguna calle estará cerrada en verano, pero será inevitable durante la primavera porque las obras tienen un plazo de ejecución de diez meses». Sobre la posibilidad de haber adelantado los trabajos para evitar las incomodidades que generarán a los turistas, hosteleros y comerciantes, la edil de Urbanismo resumió que «cada trámite lleva su proceso».