Los vecinos de El Esparragal sufren más de medio centenar de robos en los últimos días

Los vecinos de la pedanía murciana de El Esparragal no duermen tranquilos desde hace semanas. Desde octubre del pasado año, una oleada de robos ha asolado ya más de medio centenar de casas. Según fuentes de la Guardia Civil, los ladrones, de los que se desconoce todavía su identidad, podrían pertenecer a una banda organizada asentada en esta zona.

Otras localidades del este del municipio de Murcia se encuentran en la misma situación. Santa Cruz, Laderas del Campillo y Llano de Brujas son algunas de las pedanías más afectadas también por los hurtos.

El 'modus operandi' es parecido en todos los casos. Los asaltantes acceden a las viviendas a través de los bancales o por las puertas y ventanas traseras. Los saqueos se realizan durante la tarde, siempre antes de la medianoche, y mientras las viviendas se encuentran deshabitadas, lo que hace sospechar una intensa vigilancia por parte de los ladrones. «Es un asunto que nos asusta mucho, porque pensamos que es gente del pueblo, que nos pueden estar observando», comenta una de las afectadas, quien prefiere no facilitar su nombre debido a posible represalias.

Entre el botín se encuentran todo tipo de objetos personales: alimentos, perfumes, televisores, vehículos, y lo más codiciado por los cacos: joyas y dinero en efectivo.

Tampoco hacen distinción en cuanto al lugar escogido, ya que actúan tanto en viviendas familiares como en negocios privados. «De mi lugar de trabajo se llevaron dos amoladoras para cortar metal. Denunciamos el hecho a la Policía pero no hicieron nada al respecto», cuenta Francisco Peinado, dueño de la carpintería metálica Efrain.

Una noche muy agitada

La actividad delictiva no cesa, a pesar del abundante número de denuncias impuestas por los vecinos. El momento de mayor intensidad se registró en Nochevieja, festividad que los ladrones aprovecharon para asaltar más de cuarenta viviendas a lo largo de esa misma noche.

Entre los afectados se encuentra Inma Escobar. «Mi abuelo se encontraba en la casa de al lado, a solo diez metros, y no escuchó nada. Se llevaron joyas, 3.000 euros en efectivo y algunas cosas que guardábamos dentro del coche», relata la víctima.

Rosa Bravo y su marido tuvieron más suerte. «Fuimos a cenar a casa de mis suegros y desde allí observamos cómo la luz de nuestro aseo se encendía y apagaba. Enseguida corrimos hacia la casa y al entrar oímos cómo el ladrón intentaba huir por la ventana de la cocina. No conseguimos pillarle, solo vi cómo se alejaba corriendo hacia la huerta. Gracias a Dios no robaron nada, pero seguimos con el susto en el cuerpo». En su caso, a pesar de tratarse de un caso de allanamiento, sostienen que la Policía no inició ningún tipo de investigación, ya que los ladrones no robaron objeto alguno.

Los vecinos aseguran que la actividad policial ha aumentado en los últimos días. Sin embargo, ellos mismos llevan a cabo una exhaustiva vigilancia para velar por la seguridad de los vecinos y vigilar a un grupo de posibles sospechosos.

Por el contrario, Ángel Pérez, pedáneo de El Esparragal, declara que no tiene constancia alguna de la avalancha de robos que sufren los habitantes de la pedanía murciana. «Ayer mismo estuve en la zona y nadie me informó al respecto, solo conozco casos aislados», sostiene.

Cadena de asaltos

La pedanías del noreste del municipio de Murcia no son las únicas que están siendo blanco de la actividad de los ladrones. Son varias las localidades de la Región que en los últimos meses han denunciado sufrir una oleada de robos.

Los vecinos de la diputación cartagenera de Pozo Estrecho, por ejemplo, denunciaron hasta en dos ocasiones durante el mes de diciembre diciembre padecer las fechorías de los delincuentes. A principios de mes se produjeron media docena de atracos en esta diputación, y a mediados de mes volvieron a sufrir tres más, aunque en este caso tuvieron lugar por la mañana.

Al parecer la pasada Nochevieja fue especialmente productiva para los ladrones, ya que se denunciaron los asaltos a una docena de viviendas en las pedanías murcianas de Algezares, La Ñora, El Palmar, Los Dolores y La Alberca. En este caso, el Cuerpo Nacional de Policía abrió una investigación y logró detener pocos días después a uno de los presuntos responsables de estos robos.