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El tío Juan Rita, en el centro, con el autor de este artículo, y los folcloristas Marcos Germán Romera, Felipe Cervantes y 'el Chicharra', en su encuentro de Totana.
La gracia de Juan Rita
EL TÍO DEL SACO

La gracia de Juan Rita

JOSÉ SÁNCHEZ CONESA

Miércoles, 9 de julio 2014, 01:32

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Juan Tudela Piernas tiene ya 102 años, efeméride muy celebrada, sobre todo cuando rebasó la cifra meritoria de los cien. Desde entonces recibe agasajos por doquier: almuerzos multitudinarios, el Diploma de Servicios Distinguidos de la Comunidad Autónoma de Murcia, homenajes de numerosos ayuntamientos, una sala del Museo de Música Étnica de Barranda (Caravaca) lleva su nombre y los escritores Joaquín Gris, Javier Andreo y Antonio Narejos publicaron el libro-disco 'Memorial del trovero Juan Rita'. El Festival Internacional del Cante de las Minas le concedió el premio Trovero Marín por su trayectoria improvisadora.

Nació en Aledo, corriendo el año 1912. Aunque pronto, con cinco años, marchó a la localidad lorquina de Zúñiga, donde aprendió su folclore: malagueñas, jotas, parrandas y Pascuas. Y allí se llevó a la novia. El mocerío se juntaba, por entonces, en casas particulares para bailar los miércoles, sábados y, sobre todo, los domingos. Explica Juan Rita que normalmente buscaban la vivienda «que más anchurica tuviera, recogiendo sillas de un sitio y otro, porque antes solo se tenían cuatro sillas en las casas. Menos en la mía, que tenía una. Las casas de entonces eran de Ave María y buenas noches».

Un grupo de amigos fuimos desde Cartagena a visitarle un domingo a un bar de Totana, donde daba cuenta de un pantagruélico almuerzo a las 11 de la mañana, regado con abundante vino tinto. Estábamos presentes, entre otras personas, el joven músico Felipe Cervantes, autor del libro-disco 'Los aguilandos del Campo de Cartagena' y su novia, el lumbrerense Marcos Germán Romera y 'El Chicharra', guión de la cuadrilla de la Hoya de Lorca. Los dos repentistas mantuvieron una simpática riña aguilandera, al toque guitarrero de Marcos, narrándonos miles de anécdotas acaecidas en su discurrir cuadrillero.

El humor en el folclore

El propio folclore de Aledo es dado al humor, con letras que provocan la risa o al menos la sonrisa: «Y a un pájaro en un tejao/ y en tirándole pequé/ y a un pájaro en un tejao/ y el hijo puta decía: / ¡Te jodes, que no me has dao! / Tienes mala puntería». Ejemplo de cachondeo picante es esta copla, también por malagueñas: «Que me pica el tutubí/ madre búsqueme usted novio, /que me pica el tutubí. / Hija búscame a mi otro, / que también me pica a mí».

No nos extraña, por tanto, que Juan Rita nos haya salido tan festero y juerguista.

Algunos dicen que la cuadrilla es del siglo XII, muy anterior a la propia Hermandad de Ánimas, que data del siglo XVI. Además de cantar en las misas del ciclo navideño amenizan el conocido Auto de Reyes Magos con unas coplas que fueron hace muchos siglos compuestas por monjes para la representación del citado Auto en la catedral de Toledo. Obra que tiene el honor de ser la primera obra teatral escrita en el castellano naciente del siglo XIII. Hasta aquí llegaron esas coplas de la mano de los clérigos que acompañaban al maestre de la orden Militar de Santiago, comisionado para fundar la parroquia de Aledo. Por los altos cielos de Aledo aún vuelan aves medievales.

Otra especialidad de esta agrupación son las marchas de Pascua, pasacalles que algún musicólogo considera originarias de Polonia. Y la original presencia de clarinetes, inserta en un grupo musical de cuerda, al igual que ocurre en Zarzadilla de Totana. Pero el tío Juan opina que en su pueblo el toque es más bello y pando, vocablo en desuso que ya no entendemos, aclarándonos que significa reposado.

Nos comentaban que Lorca es muy flamenca y en Puerto Lumbreras, músicos cuadrilleros como 'El Chato', incorporaron soleares, bulerías, cartageneras y fandangos. El propio Juan Rita cantaba fandangos por Pepe Marchena y Angelillo, porque en una larga noche de farra debían ampliar el repertorio clásico de la cuadrilla. No todo iba a ser parrandas o malagueñas, que en el Puerto se interpretan con un aire jondo, atarantado.

Por donde pasa el tío Juan levanta revuelo de admiración y simpatía. Recuerdo las risas que provocaba una noche navideña, en la cartagenera Plaza de San Francisco, durante un encuentro de cuadrillas. No cesaba de caldear el ambiente, tirándole los tejos a las mozas presentes, en un mano a mano con Javier Andreo, al que llama su nieto y que es su sucesor como guión de la cuadrilla de Aledo.

El tío Juan nos dice: «Me quiere todo el mundo y a mí me gusta que me quieran». No dice mentira. Todos los días compone coplicas y no tiene prisa por irse: «No valgo ná, pero no quiero morirme». En su homenaje de Puerto Lumbreras, 'El Floristero', de Patiño, dirigió al público esta quintilla: «Al bajar del escenario/ me ha dicho con mucho acierto/ este hombre extraordinario: / que celebrará en El Puerto/ el segundo centenario». El cielo puede esperar.

El viernes, en La Palma

Para los amantes de las tradiciones, el tío Juan Rita estará en La Palma el próximo viernes, con motivo del XXIII Festival Nacional de Folclore en la Comarca de Cartagena, que se celebra en el Palmeral de las Casas Grandes. Acompañará al grupo alhameño Malvariche, en la gran noche folk. No estará solo en el escenario ya que se hará acompañar de Javier Andreo, Diego Cánovas y Pedro Alfonso López. Será a las diez de la noche. Una cita ineludible que con tanto cariño prepara el Grupo Folclórico Ciudad de Cartagena, de La Palma.

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