35.000 militantes hechos una piña, con un margen de error de diez

Ramón Luis Valcárcel rompió ayer su silencio después de una convulsa semana, pero se negó a comentar sus diferencias y distanciamiento con Alberto Garre y no entró a fondo en la variable política, ya que su interés estaba en contestar al auto del magistrado Manuel Abadía. En la multitudinaria rueda de prensa, y acompañado por miembros del Comité Ejecutivo Regional del PP, comentó que había realizado un viaje relámpago desde Bruselas, y que una vez leída su declaración no quería perder el avión de regreso con una rueda de prensa de interminables preguntas.

No obstante, las que se hicieron bastaron para tomarle el pulso al presidente del PP. A saber, la apuesta por la candidatura de Sánchez, la unidad del partido, y el rechazo de una supuesta operación político-judicial para protegerle en el 'caso Novo Carthago'. A su juicio, hay diez militantes, de este 35.000, que no están en sintonía con el partido. No había que ser un lince para adivinar hacia dónde apuntaba, cuando dos horas antes Alberto Garre presidía la toma de posesión de los dos nuevos consejeros. Con las elecciones encima, no obstante, no quiere ni oír hablar de división interna, que es lo que más daño le puede hacer al PP en estos momentos.

«Especulaciones y maldad»

«Me parece una maldad», contestó al ser preguntado sobre la relación que podía tener la dimisión de Antonio Cerdá con su encausamiento por parte del magistrado del TSJ. «Yo venía a hablar de otras cosas. Del honor de una familia que se puede manchar y a lo que no estoy dispuesto; del honor de un partido, que es mi otra familia; y a lavar mi honor, porque si no fuera un hombre de honor estaría ocultándome. Hoy se ha hecho pública la decisión del magistrado y vengo de Bruselas exclusivamente a esto. Lo demás son especulaciones, a veces producto de la maldad».

¿Existen discrepancias entre usted y Alberto Garre, que ha criticado a quienes pretenden separar la ética de la política...? Sin que terminara la formulación de la pregunta de 'la Verdad', replicó que estaba allí para hablar de su familia. «Lo siento. Mañana póngame usted a parir, que llevará mucha razón. Hemos hablado mucho de esto y me da pereza intelectual seguir hablando de ello. Diga lo que diga se va a volver en mi contra», añadió. Negó que la crisis vaya a tener un coste electoral para el Partido Popular. «Le aseguro que vamos a ganar las elecciones, porque vamos a tener el mejor candidato de la Región de Murcia y del partido, sabiendo lo que tiene que hacer y sus ganas», indicó en referencia a Pedro Antonio Sánchez.

Su encausamiento por el magistrado Abadía no le ha restado apoyos en el PP, manifestó. «A este partido no paran de llegar comunicaciones de respaldo. Es lo normal. Se puede creer o no, y uno es muy libre, porque solo hay meras sospechas, que además se desmontan». «Qué más se puede pedir si no es sangre», apostilló.

Rechazó que existan divisiones internas, que consideró algo residual. «El partido tiene 35.000 militantes, y me equivocaría mucho si le dijera que esos 35.000 no están unidos. Vamos a dejar un margen de error para decir que 34.990 militantes están unidos como una piña. Espero que los otros 10, aunque sea por dejar ese margen, si lo están, que se unan al partido porque hay mucho por hacer».

Pujalte, en el 'think tank'

Valcárcel estuvo acompañado en la sala de prensa por miembros del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva Regional, entre ellos Víctor Manuel Martínez, Jesús Cano, Teodoro García, Mónica Meroño, Inmaculada González, Pedro José Pérez y Patricia Fernández, alcaldesa de Archena. Con ellos mantuvo un encuentro previo -un 'think tank'- en el que también participó Vicente Martínez-Pujalte, que cuenta las horas para dar por finalizados sus servicios de comisionado para asuntos económicos. Ayer comentó que su cometido es trabajar para la Región como diputado en el Congreso.

El PP no tiene previsto reunir este semana a sus órganos para analizar la situación, dando por hecho que ha bastado con la comparecencia de ayer de Valcárcel para aplacar el conflicto. Ni una alusión a Garre y a sus partidarios, algunos de los cuales declararon momentos antes desde el palacio de San Esteban que tienen «el respaldo de la mayoría silenciosa del PP». Lo otro es la mayoría orgánica que supuestamente representa Valcárcel.