Los exportadores piden un 'plan A' a favor de las frutas y hortalizas

El débil consumo de los hogares, la guerra de precios, la falta de liquidez, la competencia desleal de terceros países, la escasez de agua... No son pocos los problemas a los que se enfrenta Juan Marín Bravo, quien ayer tomó el testigo de Miguel Durán al frente de Proexport. En medio de la crisis que ha llegado al sector hortofrutícola «de forma abrupta, afectando a la rentabilidad de los negocios», Marín Bravo tomó posesión del cargo durante la asamblea general de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, a la que asistieron representantes de todas las organizaciones agrarias y miembros del Gobierno regional.

Lorquino de 43 años y gerente de la empresa Campo de Lorca, Marín aprovechó la presencia en el acto del presidente de la Comunidad y del consejero de Agricultura para demandar «un plan A que rescate al sector agrícola de la crisis», que tras seis meses en los que han creado empleo y generado riqueza «silenciosamente», se ha visto afectado duramente por la recesión económica. «Hemos de actuar rápido y de forma contundente para que pase esta calentura y podamos recobrar pronto la estabilidad», pidió Marín, quien reclamó un plan agrario que «apueste por la agricultura competitiva, que aporte seguridad jurídica contra la competencia y contra los excesos de la distribución europea».

Como ejemplos de la situación que vive el sector, apuntó que productos como el apio no puedan cultivarse por falta de autorizaciones para productos fitosanitarios de los que dispone su competidor italiano, lo que puede suponer una pérdida de 1.500 empleos y de clientes británicos.

En cuanto a la crisis de precios, Marín apostó porque, en lugar de observatorio de precios «que abundan por doquier, se tomen medidas de tipo legal, de inspección y sanción que aseguren la correcta formación de precios en el sector y que permitan denunciar las malas prácticas comerciales a que algunos nos vienen sometiendo». La difícil situación que atraviesa el sector, recordó Marín, queda reflejada en sus cifras del último año: el medio centenar de grupos de empresas y cooperativas asociados a Proexport han reducido un 5% sus exportaciones (556.512 toneladas frente a las 588.774 de la campaña anterior), y el volumen de negocio cayó casi un 10%, y ha quedado cifrado en 682 millones de euros.