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«El trovo es instantáneo, y no tiene vuelta atrás»
A salto de mata - PEDRO LÓPEZ MARTÍNEZ 'EL CARDOSO' TROVERO

«El trovo es instantáneo, y no tiene vuelta atrás»

El popular trovero, que cumple 22 años sobre el escenario, admite que la rivalidad es clave en este arte, porque si no «el público se aburriría soberanamente»

POR: MANUEL HERRERO

Sábado, 17 de octubre 2009, 02:27

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El Cardoso es como todo el mundo le conoce, si bien, y desde hace tan sólo unos meses ha pasado a ser , pues su hijo, de nombre también Pedro, ha cogido sus mismas riendas y con el mismo apodo. Lleva a sus espaldas cincuenta y cinco años. Su trabajo diario es el mundo de los salazones, y sal ha sabido ponerle a la vida, pues a los 17 años ya empezó a cantar con las cuadrillas de la pedanía murciana de Sangonera la Verde. Acaba de cumplir 22 años subiéndose a los escenarios para jugar con las palabras y dejar boquiabiertos al público con sus trovos.

- Perdone que empiece pinchando, pero las plantas de cardos cuando son adultas pinchan.

- No me molesta en absoluto. Llevo el apodo de con mucho orgullo. Proviene de mi bisabuelo; incluso en Sangonera la Verde tenemos una calle que se denomina , pues allí vivían, y seguimos viviendo prácticamente toda la saga de los cardos.

- Vayamos al grano, ¿Pinchan o pican?

- No mucho, ahora los cardos no son como los de antes, antes había que coger una corvilla y acercarte a ellos con cuidado. Mi bisabuelo organizaba cuadrillas para marchar a tierras castellanas para la siega del trigo y la cebada y cuando había una zona con cardos era a él a quien siempre llamaban para que se hiciese cargo de ellos. De ahí proviene el apodo.

- ¿Qué es el trovo?

- Es poesía popular, repentizar en un momento dado sin prepararlo previamente. El trovero repentiza al instante cualquier tema, cualquier cosa que le pida el público, por eso en muchas ocasiones han querido compararlo con el poeta. El poeta pone o quita sobre el papel lo que cree conveniente y sin que lo vean los demás, pero el trovero lo realiza en el mismo instante. No puede volverse atrás y cambiar lo que ya ha dicho, no hay vuelta atrás.

- Observo que lo más característico de sus actuaciones es que, por lo menos, intervengan dos. ¿Siempre tiene que ser una lucha dialéctica?

- Sí. Siempre. Es una lucha porque si no existiese esa lucha nos estaríamos pasándonos la mano el uno al otro continuamente y el público se aburriría soberanamente. Ahí está la clave importante, estar en pugna.

- ¿Qué temas preieren para meteros al ruedo?

- No se puede definir previamente, incluso fíjese que hace un año en un concurso que se celebró en Almería el jurado nos dio de pronto un tema, y dijeron que había que trovar para la defensa del agua para Murcia y Almería, y mire usted por dónde uno de los troveros pensaba de forma distinta a como querían que pensase el jurado, y tranquilamente le dijo que si quería trovaba sobre su madre.

- Ante temas que tocan la fibra íntima como la madre, la esposa, los hijos... ¿cómo se plantea esa lucha?

- Nos aclaramos fácilmente pues realizamos una lucha en positivo. Ningún trovero puede decir que tiene un hijo chulo. Si tratamos el tema de nuestras propias mujeres o de las esposas lo tratamos con picardía.

- ¿Y las suegras?

- Es un tema que da mucho de sí. Todo el mundo suele disfrutar con este tema, si bien queda todo al final como una lucha familiar, sin heridas, sin ánimos de derrotar a nadie.

-¿Cuándo puede decirse que ha terminado la lucha? ¿Cuándo ha concluido la velada?

- Llega un momento en el que el reloj va marcando las horas y observas que las personas empiezan a removerse de sus sillas. Es la clave que te dice que ya debes llegar al final. En algunos lugares empiezas a las 10 de la noche y son las 4 de la madrugada y te piden que sigas, todo depende de quien te rodea.

- ¿Qué público desea escuchar más al trovero?

- Todos, si bien a las personas mayores les atrae más y creo que es simplemente por una razón de historia de vida. Ellos han vivido más jornadas festivas con los troveros y se sienten más atraídos por las raíces de su propia tierra. Sin embargo, también hay chavales de 16 años que quieren aprender este arte.

- ¿Existen estilos de trovos?

- Por supuesto, según el tipo de versos que utilices. Los cuartetos, que son coplas de cuatro versos octosílabos musicales. La quintilla, que es una copla de cinco versos, también octosílabos; la quintilla a verso cortado que se realiza entre varios troveros a la vez. La décima espinela, que se canta en guajira acompañada por una guitarra; aquí se obtienen diez versos.

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