El Murcia sobrevive al naufragio (2-2)
La fe de Aquino rescata al equipo grana ante un Levante que acabó pidiendo la hora
JOSÉ OTÓN
Domingo, 4 de octubre 2009, 13:48
El Real Murcia mostró en los primeros cuarenta y cinco minutos de Valencia su peor cara desde que comenzó la Liga. No tuvo argumentos para hacerle daño a un Levante que parecía un equipo superior, un equipo con las ideas muy claras. Todo lo contrario que el Real Murcia que no supo a que jugaba. Todos los argumentos demostrados por el Real Murcia en los primeros cinco partidos de Liga quedaron diluidos por el nerviosismo y la ansiedad de un equipo que sabía que el choque ante el Levante era una final. Para el crédito del entrenador y para el crédito de un equipo que se ha hecho para ascender.
Lo de los últimos veinte minutos fue otra cosa. Los de Campos sacaron la casta y no se conformaron con perder. El mejor Aquino apareció para rescatar a su equipo e imprimirle carácter a las intenciones de su equipo además de para acorralar en su área a un Levante que acabó pidiendo la hora ante un Real Murcia que mantiene intactos sus argumentos pero que no puede permitirse el lujo de sestear nunca.
Todo en contra
El equipo de Campos comenzó remando contracorriente. Sin apenas ubicarse sobre el terreno de juego. Xisco Muñoz se inventó el gol de su vida con un derechazo que limpió de telarañas la portería de Elía.
El gol no es achacable a ningún planteamiento táctico del entrenador puesto que llegó, en una acción aislada, fruto de una genialidad individual. En todo caso, a un equipo con ansiedad como el Real Murcia lo peor que le podía pasar era encajar un gol así. Dos minutos después del gol tuvo otra clara para matar el encuentro con un disparo a bocajarro que Ballesteros tiró fuera.
El Real Murcia necesitaba recomponerse, olvidar el marcador y pensar en desarrollar el juego que le había hecho acreedor de la victoria ante la Real Sociedad o el Numancia. Pero las sensaciones no eran las mejores. El equipo de Campos no encontraba sus sitio en un terreno de juego en peor estado que el de Nueva Condomina y la defensa grana no parecía tan segura como en otras ocasiones. Además el Real Murcia no tenía las ocasiones claras que tenía el Levante y eso daba miedo.
El segundo gol del Levante, obra de Javi Guerra, dejó casi hundido al equipo grana. Cada acercamiento levantinista olía a gol mientras que el Real Murcia vivía muy lejos de la portería de Reina.
Llega la reacción
Elía evitó providencialmente el tercero del Levante en un mano a mano con Javi Guerra mientras que el equipo murciano acababa la primera parte pidiendo la hora.
Los primeros minutos del Real Murcia en la segunda parte no invitaban al optimismo. El equipo de Campos estaba desnortado, errático y sin alma. De hecho parecía que el Levante era el que necesitaba marcar puesto que suyas fueron las dos ocasiones más claras en las botas de Juanlu, que ayer parecía Cristiano Ronaldo ante la defensa grana. Para colmo Campos tuvo que recomponer el once por la lesión de De Coz después de haber dado entrada a Albiol y Mejía en puesto de Iñaki Bea y Natalio. Albiol pasó al lateral derecho, Mejía pasó al centro de la defensa con Sergio Fernández y Aquino (entró por De Coz) como extremo en la derecha.
La expulsión de Pallardó a veinte minutos del final abría una puerta a la esperanza para el Real Murcia. El equipo de Campos la supo aprovechar y en diez minutos le dio la vuelta a un marcador con un gol de raza de Chando y un gran detalle técnico de Aquino. El Real Murcia se vino arriba y volvió a creer en sus posibilidades, volvió a tener fe. Lástima que no le diera para ganar en un partido que pudo remontar. Al final también acabó con diez por la expulsión por dos amarillas de Óscar Sánchez.