El Efesé se atasca en la sobremesa (0-0)

No hubo manera. El Villarreal B fue un durísimo oponente y el Cartagena pinchó por primera vez en su casa, cediendo el liderato a un Hércules que apunta alto. Esa circunstancia es una mera anécdota a estas alturas, ya que lo único que importa ahora mismo es que el Efesé, un recién ascendido, suma 12 puntos sobre 18 posibles. Lo que sí debe mejorar el cuadro local es su eficacia goleadora. Con más pegada, los tres puntos se hubieran quedado ayer en el Cartagonova.

En la primera mitad el Efesé se atascó. Hasta ayer no le había pasado nunca, pero algún día tenía que ocurrir. Los locales fueron incapaces de meter miedo al rival en la primera media hora y, lo que es peor, perdieron la fluidez que ha caracterizado su juego desde la primera jornada. Sólo Longás lo veía claro. Lafuente, de los más destacados de nuevo, y Tato batallaban por su cuenta, mientras que no había noticias de Víctor y De Lucas. En definitiva, poca cosa para asustar a un Villarreal B bien plantado y descarado.

Así las cosas, el primer susto se lo llevó Rubén, quien tuvo que realizar una intervención de mucho mérito para evitar el gol de Matilla, que chutó desde fuera del área. La respuesta del Efesé fue rápida. En la mejor jugada del primer acto, Tato dejó solo a Lafuente, quien se sacó de la chistera un derechazo seco que atajó Juan Carlos de manera fantástica.

El partido se llenó de imprecisiones, tal vez por el fuerte calor (jugar en Cartagena a las cuatro de la tarde en un día como el de ayer no beneficia a nadie) y por el irregular estado del terreno de juego. En uno de esos errores, Mariano Sánchez perdió un balón en el centro del campo y el contragolpe del filial villarrealense terminó con un peligroso disparo de Jefferson Montero.

El momento de Tato

El final de la primera mitad fue otra cosa. El Efesé mejoró y Tato tuvo dos oportunidades inmejorables que terminaron en nada. El 18 albinegro sigue teniendo muchos problemas para ver puerta. Ayer, una vez más, lo hizo todo bien menos rematar, demostrando que es más segundo punta que ariete. Tato no aprovechó su momento y el Villarreal B dejó que pasaran los minutos, sin dar facilidades y amparado en una zaga más que decente.

Tras el descanso, llegaron los mejores minutos del Cartagena, que rozó el gol en una gran jugada de Lafuente y, poco después, en una acción por la izquierda de De Lucas, quien -como Víctor- emitió claros síntomas de fatiga.

Era evidente que el cuadro de Juan Ignacio Martínez no tenía la tarde, pero hay que alabar que pese a ello siempre quisiera tocar la pelota. Así casi gana.

Se fue del campo Lafuente, de los mejores ayer, y entró Toché, cayendo Tato a la banda izquierda. El delantero de Santomera no pudo intervenir en el juego. No le llegó ni un solo balón en condiciones para rematar a portería. Le faltó pegada al Efesé, que por otra parte tuvo cosas muy buenas en defensa, con Pablo Ruiz y Clavero creciendo y con un Txiki que sigue en estado de gracia. Cygan es el jefe. Con el francés atrás, el riesgo se minimiza al máximo.

Al larguero

El Villarreal B no expuso más de la cuenta, sobre todo tras desperdiciar la mejor ocasión de la tarde. Un pase entre líneas de Bordás, el mejor de los amarillos junto al mediocentro Matilla, lo aprovechó Marco Rubén para quedarse solo ante Rubén y mandar una gran vaselina al larguero. Fue el mayor susto del partido. Tras esa aproximación, los visitantes sacaron la bandera blanca en ataque y decidieron que llevarse un punto del campo del líder era un valioso premio.

Juan Ignacio metió a Quintero y a Sielva y el Cartagena se volcó. Nada se puede reprochar al pequeño extreño panameño, ya que se entrega y quiere desequilibrar en cada acción. Pero aún está muy verde. El asunto radica en que nadie puede pretender que al Efesé le solucione la papeleta un jugador que hace cinco meses jugaba en Preferente. Al Cartagena le sale todo bien desde la mágica tarde del pasado mes de mayo en El Collao. Pero la mata no da para tanto.

El caso es que entre el ímpetu de Quintero, el coraje de Mariano Sánchez y el talento de Longás, los locales lograron poner contra las cuerdas al pequeño submarino amarillo. O al menos esa era la sensación, ya que las llegadas de los locales eran constantes. Pero el encuentro acabó sin claras ocasiones. Un tiro de Longás al centro y un disparo muy forzado de Toché fue todo. Demasiado poco.