Esta semana ha sido el 'cumpleaños inverso' de la Tierra. El 2 de agosto nuestro planeta azul se situaba en números rojos, la humanidad ya ... ha consumido todos los recursos que la naturaleza puede generar este año.
Estamos en deuda con la Tierra y cada día que pasa aumentamos los números rojos, en un déficit donde no cabe la condonación, a no ser que el Congreso Norteamericano dé por válidos los expedientes militares de la alerta ovni, y entonces desde algún lugar de la galaxia, quizá alguien nos perdone, nos rescate, nos asista o nos trasvase.
Según el informe elaborado por la organización Global Footprint Network entre los de países que más pecan de gula se encuentra Qatar, que ha consumido nueve planetas tierra este año, EE UU que ha devorado cinco (poco me parece para la capacidad de ingesta de Trump) y, escalando posiciones, 'mi querida España, esa España tuya esa España nuestra', que desde el 12 de mayo ya ha ingerido tres globos terráqueos… ¿No notáis cierto empacho?
Los ríos están contaminados, los humedales desaparecen (salvo alguna buena noticia que nos dan las Salinas de Marchamalo), los mares están sobreexplotados y plastificados, y el intenso calor asciende en forma de continuas olas, que pasan de lo anecdótico a lo cotidiano.
En esta lógica de la devoración, aún cabe la posibilidad de tomar conciencia y preguntarnos si descendemos del mono, de la termita, o del buitre. Estamos a tiempo de no vivir de la carroña.
PD: Permítanme el escepticismo, dudo de la posibilidad de un trasvase de emergencia interplanetario.
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