En 'Foodie Love', la serie de HBO dirigida por Isabel Coixet, la protagonista tiene sobre la cabecera de su cama un luminoso que dice: «You ... are what you read».
Para mí no hay mayor placer en verano que el de la literatura. Leo lo que puedo durante el año y devoro libros sin control mientras tomo el sol en la playa o en la piscina. Siempre he presumido de leer buena literatura, aconsejada por amigos que imparten talleres de lectura y de escritura, pero de vez en cuando me dejo mecer por los best seller, libros de masas que probablemente ninguno de mis maestros consideraría buena literatura.
Desde el confinamiento me está pasando que huyo de la literatura sesuda con párrafos que deleitan, y me lanzo como una posesa a leer tochos de 500 páginas sobre inspectores de policía a la caza de asesinos en serie. En los últimos tiempos estoy apostando por títulos de escritoras españolas, que seguramente no pasarán a la historia de la literatura como grandes novelas pero que a mí me entretienen.
No sé si somos lo que leemos, o leemos determinados libros en ciertos momentos con los que no nos identificamos al cien por cien pero que nos hacen disfrutar, como esas series totalmente absurdas que prácticamente no aportan nada, pero con las que nos reímos sin pensar más. Lo importante es leer porque la lectura mejora nuestro vocabulario, nuestra gramática, desarrolla la imaginación y es un ejercicio formidable para la mente.
Bienvenidos sean aquellos best seller que han hecho que muchas personas se enganchen a la lectura. ¿Quién sabe? Igual el que empezó leyendo las sombras de Grey acaba entusiasmado con Cortázar.
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