Lección magistral de cantes de Carmen Linares en la 'Catedral' de La Unión

¡Y más que merece! A esos 40 años como solista habría que añadirle otros cuantos, cantando para el baile en el café de Chinitas, donde coincidió con su amigo Enrique Morente. ¿Qué pasa con todo ese bagaje de conocimiento de los cantes? Que te hace una maestra de maestras. Pues vayamos sin más dilación al sublime recital que nos regaló en la Catedral del Cante, comenzando por esa serie de tangos de Graná con la poesía del poeta García Lorca. Homenaje también el que hizo a otro poeta, al oriolano Miguel Hernández, con su poema 'Andaluces de Jaén', por peteneras y taranta. Hasta llegar a ese luminoso cante por 'alboreá', ese canto gitano de celebración de bodas, por cantiñas, de su disco 'Antología de la mujer', en el que la cantaora, ya muy segura con su voz, comenzaba a pellizcar. De nuevo volvía a Granada, a García Lorca, también con un recuerdo a Enrique Morente con aquel tema de 'La leyenda del tiempo', acompañada solo por el toque exquisito de Pablo Suárez. Y el momento espectacular del piano y la guitarra de Salvador Gutiérrez, en homenaje a Paco de Lucía.

Con la voz ya caliente tensaba las cuerdas vocales al máximo en una larga serie de soleares con la guitarra de Salvador Espín. Por cantes de Levante, se los dedicó a la cantaora unionense Encarnación Fernández, y con su permiso, cantó la taranta y cartagenera 'Muchachos del Molinete', y la taranta de su tierra, la de 'Niña de Linares'. Instante sublime el que la vimos peleándose por tarantas. En esa línea de cantes exigentes, que no pueden simular, dejó una toná, y unas extraordinarias siguiriyas con la guitarra de Salvador Gutiérrez, recordando al Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez, también por fandangos, con el tema 'Moguer'.

Con los dos guitarras, el pianista y las palmas y los coros de Ana Mari González y Rosario Amador, se adentraron luminosamente en la 'Canción de los vendimiadores' de Miguel Hernández, por alegrías de Córdoba, tanguillos y trilla: «Si vas a la vendimia, / mi niña, sola, / si vas a la vendimia, / mi niña, sola, / llegarás con la saya / de cualquier forma. / Y a los pocos meses te rondarán el talle / sandías verdes, / sandías verdes». Por bulerías volvió otra vez a Hernández y Lorca: «Anda jaleo, jaleo / ya terminó el alboroto / y ahora empieza el tiroteo». La Carmen de Linares sí había montao el alboroto. Sencillamente sublime.

¡Grande, Carmen Linares!

El bailaor Antonio Moreno Fernández, Polito, cumplió su sueño de estar en La Unión, con el especáculo 'Y tú', con su estilo personal y su manera de fusionar el baile tradicional ymoderno, incluido en su vestuario. Con la energía que le caracteriza en su taconeo, en sus paseos por el escenario, en sus formas de alzar las manos y en esos vertiginosos desplantes comenzó bailando por siguiriyas con chaqueta de flecos tejana. Por granaínas y tangos, con chaqueta de torero, emuló la faena en el ruedo. Se volvió a lucir por alegrías, con traje rojo. Y dejó lucirse a su cuadro técnico: al cante, Juan Fernández y Ezequiel Montoya; a la percusión, Manuel Lozano, y a los teclados y al cante: Melchor Borja. Ya con el público conquistado, por bulerías, les invitó por sectores a que le acompañaran con el compás. Bailó sobre un cajón, tocó el cajón, y montó una fiesta antes de Carmen Linares. Decía que había soñado con este festival años y que había estado un mes sin dormir porque estaba muy nervioso. Polito puso su corazón sobre el escenario. Y ya puede dormir tranquilo.

Será en el salón de actos de la Casa del Piñón, y la conferencia del escritor y diplomático, exembajador de España en Naciones Unidas, lleva por título 'El flamenco en el mundo'.

Gala flamenca con la cantaora granadina, que vuelve al Cante de las Minas para hacer un recorrido por el 'flamenco puro', haciendo sonar en su voz en la 'Catedral del Cante' seguiriyas, tarantas, bulerías y tangos.