José Ibáñez Román: «El festival es como una obra de teatro, con su planteamiento, nudo y desenlace»
Dirigió el festival en las cuatro primeras ediciones del siglo XXI, del 2000 al 2003, pero su relación con el mismo se remonta tiempo atrás e incluso se ha extendido hasta su jubilación como funcionario municipal el pasado año
Benito Maestre
Viernes, 2 de agosto 2024, 00:27
El premio del Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de San Javier tiene este año un efecto boomerang, porque la persona que lo instauró en 2003 lo va a recibir este 2024. José Ibáñez Román dirigió el festival en las cuatro primeras ediciones del siglo XXI, del 2000 al 2003, pero su relación con el mismo se remonta tiempo atrás e incluso se ha extendido hasta su jubilación como funcionario municipal el pasado año. Más allá de sus recordados logros profesionales, Pepe, como así se le conoce, es un hombre educado, cercano y generoso, siempre dispuesto a ofrecer su apoyo y compartir su conocimiento con los demás. Además, su voz sosegada y empatía no solo facilitan la colaboración, sino que también inspira a quienes están a su lado.
–¿Qué supone recoger el mismo premio que usted puso en marcha cuando era director del festival?
–Evidentemente es un gran honor, privilegio e ilusión, al ser una persona de San Javier y no pertenecer al mundo artístico, como sí ha ocurrido con todos los que me han precedido, como Concha Velasco, Héctor Alterio y José Sacristán, entre otros. Este premio me lo ha concedido la corporación municipal por mi dedicación al teatro y al festival durante muchos años, pero nunca pensé que fuera a estar entre los premiados de este honor.
–¿Cómo recibió la noticia?
–Durante todos estos años, el premio se ha otorgado a artistas, actores y actrices del mundo del espectáculo. En los cuatro años que dirigí el festival, mi trabajo era de gestión, por lo que nunca me lo hubiese imaginado. El año pasado, con motivo de mi jubilación laboral, el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, y el concejal de Cultura y actual director del festival, David Martínez, me dieron la sorpresa de otorgarme este premio que posteriormente ha ratificado la corporación municipal.
–El Ayuntamiento justifica que usted impulsó la colaboración con la Escuela Superior de Arte Dramático y los grupos murcianos, entre otros motivos.
–Dirigí el festival de 2000 a 2003, periodo en el que establecimos convenios de colaboración tanto con la Escuela Superior de Arte Dramático, que dirigía entonces Juan Ángel Serrano Masegoso, como con la Universidad de Murcia, a través de César Oliva. Hicimos coproducciones con todos ellos. Además, la presencia de grupos murcianos en el festival, a nivel de actuación o de coproducción, como es el caso de la compañía Alquibla, fue una de las prioridades que yo tuve, porque fue también una manera de acercar estas instituciones tan importantes al festival.
–¿Recuerda la entrega del primer premio a Concha Velasco en 2003?
–La entrega del premio a Concha Velasco, a quien propuse, tuvo lugar en un salón que preparamos al efecto, no fue en el propio auditorio, donde se montó una exposición con vestuario que la artista lució en varios espectáculos, como 'Mamá, quiero ser artista', y que nos cedió el Museo Nacional del Teatro de Almagro. Decidimos dárselo en ese momento, cosa que le sorprendió y le alegó muchísimo, porque no sabía que le íbamos a dar el premio, solo lo sabía su marido [Paco Marsó].
–¿Qué otros recuerdos conserva de las cuatro ediciones que dirigió?
–Haber traído a grupos de la categoría del Ballet Nacional de España, que era la primera vez que actuaba en San Javier dentro del festival, o la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que era difícil que pudiera venir en el mes de agosto. Las exposiciones de sastrería teatral también me parecieron una aportación muy importante en los cuatro años que yo estuve, por la gran colaboración que tuvimos con el Museo Nacional del Teatro. Recuerdo, fundamentalmente, los contactos con los grandes artistas y compañías que se pudieron hacer en esa época.
–¿Qué logros del festival le hacen sentir más orgulloso?
–Lo primero que hay que destacar es que el festival haya alcanzado las 54 ediciones, interrumpiéndose sólo en 2020 a raíz de la pandemia por covid, gracias a las personas que han sido responsables y que han trabajado por y para el festival, así como la aportación y apoyo de la corporación municipal. Para mí, es el primer festival de la Región de Murcia y uno de los más importantes de España, con una programación variada y dirigida a todos los públicos.
–¿Conserva alguna anécdota especial?
–Recuerdo una anécdota que fue muy graciosa, pero que en su día se pasó muy mal. Rafael Álvarez, más conocido como 'El Brujo', vino a representar la obra 'San Francisco, juglar de Dios', pero antes de comenzar la actuación, cayó una tormenta impresionante; el público estaba tapándose con paraguas, chubasqueros y como podían. Bajé a su camerino y le dije: «Rafael, ¿qué vamos a hacer?», y me contestó: «Tranquilo, si hay un momento que pare la lluvia, ya sabes que la representación se hace». Pues dio la casualidad que paró la lluvia prácticamente un poquito antes de empezar el espectáculo, que transcurrió con normalidad, pero cuando Rafael se despidió del escenario, empezó otra vez el diluvio y la gente salió corriendo porque estaba todo lleno de agua. Es una anécdota que siempre recuerdo porque pensaba que la representación no iba a llevarse a cabo.
–¿Qué era lo que más disfrutaba cuando organizaba el festival?
–El festival lo comparo siempre con una obra de teatro, que tiene sus tres partes: el planteamiento, el nudo y el desenlace. El planteamiento es maravilloso, con la contratación de las compañías, la programación, etc.; el nudo es cuando tienes todo confirmado y confías en no tener ningún problema, y el desenlace es cuando la gente responde a los espectáculos que están programados con toda tu buena intención. Las dos primeras fases las he disfrutado mucho, y la última también, aunque te resulta más difícil porque tienes que estar pendiente de muchísimas cosas e incluso de los inconvenientes que pudieran surgir.
–Desde su salida como director, ¿ha permanecido ligado al festival de alguna manera?
–Sí. Antes de ser el director entre el 2000 y 2003, pertenecía al Patronato Municipal de Teatro, que se creó en 1986 y se encargaba de realizar el festival. A partir de 2017, ya con David Martínez como director del festival, asumí la subdirección hasta el año pasado, cuando me jubilé.
–¿Cómo miden el impacto mediático del festival en San Javier?
–Se está trabajando para que el festival consiga la declaración de Interés Turístico Nacional; ya es de Interés Turístico Regional desde los años 90. Hay muchísima gente que programa sus vacaciones en agosto para venir a San Javier y ver espectáculos que, a lo mejor, después les va a costar muchísimo trabajo verlos en otros escenarios. Trabajamos con bastantes obras todos los años, y muchas de ellas han pasado antes por el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. También hay funciones, como 'La comedia de los errores', encabezada por el actor Pepón Nieto, que el año pasado hizo parada en San Javier y este verano está en El Batel de Cartagena, que siguen rodando porque funcionan muy bien.
–¿Regresaría el festival?
Siempre digo que del festival no me he ido nunca ni me iré. Cuando me jubilé, le dije a David Martínez que seguía contando con mi colaboración, porque siempre estaré dispuesto a trabajar por el festival y por el teatro de la misma manera que cuando he estado ligado directamente. El teatro siempre se lleva dentro.