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Bad Gyal corona el Fan Futura Fest con música de alta temperatura
La cantante catalana sonó durante buena parte de la jornada, antes incluso de su actuación, en uno de los días con más público que se recuerdan
Alberto Alcázar
Domingo, 27 de julio 2025, 08:12
«Algunas veces gana el amor, y otras no, y otras no», cantan Sexy Zebras en 'Marisol' y acoge el público como un himno —en esta ocasión, sí— de victoria al amor… a Los Alcázares y a un fin de semana de música tan refrescante como salado. Apenas diez minutos después de que terminara el salvaje 'show' de los Sexy Zebras en el escenario principal, la pista estaba empezando a ponerse apretada. «Jamás he visto tanta gente en el Fan Futura», dice una chica entre el público. «Bueno sí, cuando vino Bizzarap», le contesta su amigo. De aquello hace ya cuatro años. Cuando se vinieron a dar cuenta, no se podían mover y los de atrás empujaban y trataban de abrirse paso para alcanzar las primeras filas de la cita del año: la ceremonia de coronación de Bad Gyal como nueva reina del Fan Futura Fest.
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Gran parte del Parque Gonio de Los Alcázares se encontraba vacío. Las colas kilométricas de los puestos de comida se vaciaron. La entrada quedó desierta. Los cojines en la zona de césped, desalmados. La terraza improvisada de la zona VIP se colmó de gente y todo el mundo acudía a la pista principal y levantaba una nube de polvo marrón que daba al emplazamiento junto a la playa un aspecto de desierto pedregoso, a la espera de vislumbrar el amanecer del reino —por una hora y media— de Bad Gyal. En ese tiempo hasta que comenzó el concierto, varios chillidos advirtieron de las nuevas que llegaban extramuros del festival. 'La Velada del Año 5' se estaba librando ahí fuera, en Sevilla, y la creadora de contenido Abby acababa de imponerse a la famosa RoRo, también 'influencer'.
A partir de entonces, los gritos agudos de los miles y miles de asistentes se hicieron más desposeídos y desesperantes a cada miembro del 'staff' de la cantante catalana que pasaba por delante del escenario, ya fuera fregando, probando las luces o encajando las piezas de una escenografía faraónica. Un atardecer rojo abrasador y un sol que se iba adormilando en el horizonte de luces LED quedaban eclipsados por la figura recortada de la faraona. Desde un escenario más elevado, Bad Gyal escuchaba las proclamas del pueblo: «Y guapa, y guapa… Y reina, y reina…». Y ella miraba a sus súbditos, completamente entregados y adelantando la letra de todas las canciones cada vez que sonaban los primeros compases reconocibles para los fans, que eran casi todos.
Bad Gyal erigió un templo del deseo en tres canciones sobre el escenario. Azotaba con movimientos abrasadores de caderas y de 'twerk' al público, que enloquecía en cada fustazo de danza urbana tanto de la reina como de su corte de bailarines. El jugueteo de la cantante sobre un diván en una 'performance' junto a su bailarín, hielo resbalando por su muslo y polos de helado entre los labios de algún bailarín hicieron subirle la temperatura a algunas parejas que salivaban con temas como 'La prendo', 'Flow 2000' y 'Fiebre'.
El «sunset más precioso», dijo el cantante Walls durante su actuación, bañó de dorado el recuerdo del día más lleno de esta quinta edición del festival. Se empezaron a ver las primeras carreras del festival para llegar a las ocho y media al 'show' del murciano Ginés Paredes, a quien el escenario se le quedaba pequeño por las carreras entre sus colegas de banda, los saltos... y porque sus gafas de sol volaban a cada rato.
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«Disfrutad del resto de bolos, aunque no serán tan buenos como este», se despidió Walls. No se podría imaginar que en las tres horas antes de que actuara la 'cabeza de cartel' más esperada, ya estuviera resonando su venida. En el escenario de 'Loop 360º', Madbel se puso a pinchar temas que se escucharían a las doce y diez a modo de calentamiento, con ejercicios de contoneo hasta el suelo que los fiesteros bajo la mesa de mezclas vivían como si fuera el propio directo.
Sexy Zebras también hizo de las suyas y tuvo una sonora mención a la que iba a cantar en el mismo escenario inmediatamente después: «Esta canción va dedicada a Charly García, el padre de Bad Gyal». Y así envalentonó a los seguidores durante toda la canción. Los gemidos con los que comenzó la guitarra eléctrica llamaron a lo salvaje de cada espectador y despertaron la costumbre de los 'pogos'. Comenzaron los cubatas sobre la ropa, empujones como placajes, codazos en las costillas y sudor que despertaba el instinto festivalero que se había mantenido reprimido con el resto de artistas.
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Y es que 'los sexys' se vinieron arriba por tocar en casa de dos de los tres integrantes: «El abuelo de José y Jesús Luna es de Los Alcázares», le faltó tiempo para gritar al vocalista y bajista Gabi Montes, poniendo uno de los broches a una edición con mucho talento de aquí y buena parte del internacional.
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