Educación artística y sensibilidad con el entorno

Comenzamos esta propuesta en Cieza con la Casa de las Artes y la Música, un edificio contemporáneo en uno preexistente, que se adapta al desnivel del terreno, introduce luz natural y genera espacios minuciosamente cuidados que dialogan con el paisaje de la Vega del Segura. Sus dos fachadas son reflejo del proyecto, una fachada antigua y enraizada en su entorno del núcleo urbano, y otra fachada nueva, blanca y sobria, que se relaciona con el paisaje más lejano.

En Archena la antigua escuela se rehabilitó para albergar la Escuela de Música. El proyecto conserva algunos de los antiguos elementos y los envuelve en una delicada piel de chapa perforada. La intervención introduce una «caja de luz» que configura un nuevo vestíbulo con nuevos y escultóricos elementos que favorecen un ambiente dinámico y acogedor para la enseñanza musical.

Finalizamos en Calasparra con la Sala Escolar Los Molinos, un volumen sobrio y compacto que ofrece un espacio polivalente para actividades educativas. Su diseño funcional y su integración con el entorno natural, dejando ver el horizonte de la vega del Segura a través de su cubierta, convierten este edificio en un ejemplo de arquitectura contenida, eficaz y adaptada a las necesidades de la comunidad educativa.