Coello tiene que decidir sobre La Condomina

Los gestores del Ayuntamiento de Murcia se enteraron en la mañana de ayer y a través de LA VERDAD de que el UCAM y la empresa malagueña BeSoccer han llegado a un acuerdo para el patrocinio del nombre del viejo estadio murciano por un periodo de tres años. La entidad universitaria no tenía la obligación legal de informar al Ayuntamiento de las conversaciones, aunque éste estima que es el dueño del campo y debería haber tenido conocimiento de las mismas.

«Nos hemos enterado a través del periódico de este asunto, nadie del UCAM se ha puesto en contacto con nosotros para hablar de este tema. El convenio de uso que tenemos firmado es para esta temporada y la que viene. Si tienen la intención de cambiar el nombre del recinto deben presentar un proyecto en el Ayuntamiento y poner en nuestro conocimiento los planes que tienen para esta instalación municipal», asegura Felipe Coello, concejal de Deportes del Consistorio.

Según fuentes cercanas a la Universidad Católica de Murcia, el club recibió el ofrecimiento de BeSoccer, firma tecnológica y de comunicación muy relacionada con el deporte, y que tras varias visitas a Murcia y después de meses de negociación, llegaron en las últimas horas a un acuerdo verbal entre las partes. Desde el UCAM entienden que es a partir de ahora cuando tienen que poner en conocimiento del propio Felipe Coello un proyecto y la solicitud de cambio de nombre.

En la UCAM saben que el campo es de propiedad municipal y que la aprobación del Ayuntamiento es un trámite burocrático «insalvable», pero que no tenía sentido informar al Ayuntamiento de unas negociaciones empresariales que podían no haber llegado a buen puerto.

El UCAM sabe, a partir de ahora, lo que tiene que hacer para modificar el nombre del estadio con fines comerciales. Ya lo hizo el Real Murcia hace unos meses, cuando sustituyó el nombre de Nueva Condomina por el de Enrique Roca de Murcia. El club grana, de hecho, también tuvo que esperar varias semanas para que se cumplieran todos los trámites necesarios para el cambio de nombre, incluido un plan de prevención de riesgos laborales para llevar a cabo la sustitución de los viejos letreros y lonas por los nuevos.