La forma correcta de lavar y guardar el nórdico para evitar que se dañe durante el verano
La Organización de Consumidores y Usuarios comparte una serie de consejos para conservarlo
Ana de Dios
Domingo, 16 de junio 2024, 10:35
La subida de las temperaturas también es sinónimo de cambio de armario. Atrás quedaron esos días fríos en los que meterse en la cama con el edredón o el nórdico era un placer. Es por ello que es hora de guardar los jerséis, abrigos y ropa de cama de invierno para sacar los bikinis, los pantalones cortos y las sábanas más fresquitas para mitigar el calor propio de las noches de verano. Sin embargo, antes de meterlo en una caja hasta el próximo otoño, lo mejor es conservarlo adecuadamente para que al volver a utilizarlo esté en perfecto estado.
La Organización de Consumidores y Usuarios ha compartido unos consejos muy útiles a la hora de guardar los nórdicos y los edredones. Estos artículos se caracterizan por sus grandes dimensiones que por su composición o fabricación pueden ser delicados a la hora de lavarlos, por ello, no es muy frecuente. Eso sí, antes de meterlo en una bolsa o caja o armario, lo mejor es higienizarlo. Según señala la OCU, «como regla general se recomienda lavar el nórdico al menos una vez al año para mantenerlo limpio y fresco. Esto ayuda a eliminar el polvo, los ácaros del polvo y otros alérgenos que pueden acumularse con el tiempo».
Pero antes de ello, debes revisar su etiqueta, para evitar cualquier daño, ya que no todos son iguales y hay algunos que se pueden lavar en casa, otros requieren limpieza en seco o lavandería profesional. Además, en ella también aparecerán las recomendaciones del fabricante, que te puede evitar cualquier disgusto.
Cómo lavarlo
En el caso de que tu nórdico pueda lavarse en casa, la organización recomienda hacerlo en una lavadora grande «para evitar que se dañe». En cuanto al detergente, debe ser suave y también trata de evitar blanqueadores y suavizantes, ya que «pueden ser demasiado fuertes para las fibras delicadas de algunos edredones y nórdicos, especialmente los de plumón o plumas, cuya forma y suavidad originales pueden resistirse. Además, pueden dejar residuos químicos que pueden causar irritación en pieles sensibles».
Tanto si es de pluma o plumón como si es sintético, selecciona un programa de lavado para prendas delicadas y una temperatura fría o templada. Para asegurarte de eliminar completamente el detergente, puedes realizar un aclarado extra si está disponible en tu lavadora.
En el caso de que tu lavadora no sea lo suficientemente grande, puedes hacerlo en la bañera. Llénala on agua fría o tibia, añade detergente suave para prendas delicadas y sumerge el edredón o nórdico completamente en el agua Deja que se remoje en el agua con detergente durante al menos 15 o 30 minutos y luego agita suavemente el edredón en el agua para ayudar a aflojar la suciedad, sin retorcer. Por último, para vacía el agua y vuelve a llenarla con agua limpia para enjuagarlo, aclarando tantas veces como sea necesario hasta que salga clara, sin residuos de detergente. Para eliminar el exceso de agua, escúrrelo con las manos o presiónalo suavemente, sin retorcerlo.
¿Y para secarlo?
La OCU recomienda hacerlo en la lavadora, por una cuestión de comodidad. Para ello, utiliza un ciclo delicado o si no cuenta con este tipo, selecciona un ajuste de temperatura moderado o bajo «para proteger el relleno y evitar daños por calor excesivo».
En caso de que no tengas una, aunque el trabajo va a requerir un poco más de «esfuerzo», lo que puedes hacer es extenderlo una superficie plana -una mesa o el suelo- preferiblemente al aire libre y en un lugar con buena circulación de aire y luz solar indirecta. Asegúrate de que no quede ninguna sin arrugas para que se seque de manera uniforme. Deberás darle la vuelta de vez en cuando para garantizar un secado uniforme en ambos lados.
Qué debes tener en cuenta a la hora de guardarlo
Si el lavado y secado sin pasos importantes, el almacenamiento «es crucial» es crucial para preservar su calidad y prolongar su vida útil, por ello, indicen en que debe conservarse en un lugar fresco, seco y bien ventilado.
En estos casos es muy común recurrir a las bolsas de vacío, sin embargo, esto puede ser contraproducente, ya que «al comprimir el relleno, pueden causar daños que afecten a su capacidad para proporcionar calor, reduciendo su calidad». Además, al estar hechas de plástico pueden generar humedad por condensación, creándose un ambiente propicio para el moho y los ácaros del polvo, lo que puede causar malos olores y manchas.
Para evitar esto, lo mejor es utilizar es usar cajas de cartón o recipientes de almacenamiento transpirables que permitan que el edredón respire mientras está guardado.
Por último, para no llevarte una sorpresa y tener margen de maniobra, debes inspeccionarlo frecuentemente para detectar cualquier posible mancha o daño y ponerle solución lo antes posible.
