La venganza en forma de helado por la manera en la que le quitaron el aparcamiento: «Qué triste ejemplo para tu hija»
La mujer utilizó una maniobra prohibida para estacionar en el lugar que iba a ocupar el twittero
Ana de Dios
Viernes, 6 de octubre 2023
Solo bastan siete segundos para formarse una opinión sobre una persona. La convivencia entre personas puede ser un poco complicada. Desconocidos que por el azar del destino se cruzan en situaciones que puede hacer que alguien a quien no conoces de absolutamente nada se convierta en alguien con quien tienes buena sintonía o en tu 'mayor enemigo'.
Un simple 'hola' o un suspiro son suficientes para sacar conclusiones sobre la personalidad. Además, si esta ha sido mala, no hay una segunda oportunidad para cambiarla. Un claro ejemplo de esto es la vivencia de un usuario de X (anteriormente conocido como Twitter), @AlfredoLopPce, que utilizó esta red social para contar a sus seguidores la experiencia que vivió cuando iba a hacer la compra a un supermercado de México.
En su hilo, relata el encontronazo que tuvo con otra mujer en dicho establecimiento. Todo comenzó en el aparcamiento de dicho recinto cuando se disponía a dejar su coche. «Ayer en el estacionamiento de City Market de San Jerónimo una se metió en sentido contrario para quitarme el sitio en el que yo pretendía aparcar». Sin embargo, más allá de quedar ahí la cosa, parece que a la chica no le bastó con hacer una maniobra prohibida. Parece ser que cuando Alfredo se disponía a entrar a la tienda, la señora, de la mano de una niña de unos 8 años, le dijo: «Ups, parece que te lo gané», a lo que este le contestó que «qué incivilidad la tuya, y que triste ejemplo eres para tu hija».
Historia de maldad:
— Duque de Caixas-Häagen Dazs (@AlfredoLopPce) September 30, 2023
Ayer en el estacionamiento de City Market de San Jerónimo una naca se metió en sentido contrario para quitarme el lugar de estacionamiento en el que yo pretendía aparcar.
Camino a la entrada, de la mano de una niña de unos 8 años, me dice cínicamente: 1.
Pero como dicen, la venganza se sirve en frío, nunca mejor dicho, y el destino le dio la oportunidad de darle de su propia medicina. «Después de comprar la comida de mi perro y hacer el súper, paso al último al área de refrigerados para llevar un bote de Häagen-Dazs de café», comenta, y acto seguido escuchó la voz de una niña, que casualmente era la hija de la mujer, que le pedía que comprará ese mismo helado. En ese momento Alfredo se dispuso a poner en su carrito «todos y cada uno de los botes» y cuando la señora lo vió le preguntó: «¿Se va a llevar todo eso?», a lo que este le contestó «parece que te los gané, pregúntele a un empleado si tienen más en existencia. Yo acaparo y me llevo estos».
Un acto un poco cruel al pensar en la niña, pero asegura que «aprendió una verdad sobre su madre y que eso puede tener consecuencias. Además, asegura que lo que hizo es »perfectamente válido, no como pelear a la mala un lugar de estacionamiento«.
