No tires estos alimentos aunque estén caducados

En un ritmo de vida cada vez más frenético, es normal olvidar alimentos al fondo del frigorífico que acaban caducando. En la actualidad, el desperdicio de comida es un problema para el medio ambiente, por lo que, aprovechar estos alimentos sin que afecten a nuestra salud ayuda a reducir el impacto.

Hay que saber diferenciar entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. La fecha de caducidad es la que indica a partir de cuando no se debe consumir el producto y deja solo unos días de margen para utilizarlo. La fecha de consumo preferente se aplica en aquellos productos que pueden perder sus propiedades, pero sin tener un gran riesgo para nuestra salud.

Uno de los alimentos que no hay que tirar, aunque la fecha de consumo recomendado sea posterior, son los huevos, que podremos utilizar unos días después. Para evitar riesgos, una buena opción es cocerlos durante un mínimo de 15 minutos. A pesar de que se pueden comer, hay que deshacerse de ellos si el olor o el sabor es malo.

La frutas y las verduras son unos productos que, a pesar de que parte de las piezas se encuentren en mal estado, se puede consumir. En el caso de la fruta, se puede cortar la zona afectada y tirar toda la parte podrida. Con los trozos que quedan sanos, se puede realizar una macedonia. Con la verdura el proceso es parecido y hay que deshacerse de aquellas zonas con moho o mal aspecto. Las partes sanas se pueden aprovechar y utilizarlas para un puré o como ingrediente para otra receta.

Otro de los alimentos que se desperdician de forma común es el pan. El problema que surge con el pan es que se pone duro. Pero esto puede ser un beneficio para realizar algunas recetas como es el caso de torrijas, migas o pudding. También se puede usar como picatostes para incluirlo en sopas o purés.

Muchos productos refrigerados, congelados o desecados como bollería, arroz, pasta o chocolate tienen fecha de consumo preferente. Para este tipo de alimentos, cuando se ha pasado la fecha que marca, lo más recomendable es observar el producto y comprobar el olor y el sabor antes y decidir si consumirlo.

Cuando veamos que un producto se va a caducar y no lo vamos a poder consumir a tiempo, una solución es congelarlos, para que el alimento no se ponga en mal estado. Una vez que se haya descongelado la comida, hay que utilizarlo como mucho 24 horas después.

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