Por qué no debes poner los pies en el radiador para entrar en calor

Con la llegada del frío toca el momento de encender las estufas y la calefacción para combatirlos. Aunque el invierno empezó siendo más cálido de lo normal, el frío ha llegado y con él las bajas temperaturas afectan a todo el país. En esta época lo que más desea la gente es regresar a casa para ponerse cómodo y encender los radiadores, pero existen algunas costumbres que no son nada recomendables. Los pies son una de las partes del cuerpo que más cuesta calentar en invierno. Por ello, los que llegan con los pies congelados intentan acelerar lo máximo posible atemperarlos.

El Colegio Oficial de Podólogos del País Vasco ha advertido a los ciudadanos de las consecuencias de no cuidar como es debido sus pies. En invierno esta parte del cuerpo sufre mucho con los contrastes de temperatura y les cuesta mucho entrar en calor. Esta institución enumera una serie de recomendaciones para que los ciudadanos cuiden sus pies. Destacan que se debe evitar exponer a los pies a fuentes de calor directas, como puede ser el brasero o la calefacción. Los cambios de temperatura drásticos pueden provocar la aparición de lesiones como los sabañones, un tipo de inflamación que hace que la piel se enrojezca y se hinche.

Acercar los pies a fuentes de calor como pueden ser los braseros, estufas o radiadores puede ser peligroso, especialmente para personas mayores que pueden padecer neuropatías o alteraciones de la sensibilidad, y por tanto pueden sufrir quemaduras y no percibirlo. Según el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), «es importante que las habitaciones donde están las personas mayores estén caldeadas, pero hay que tener cuidado con las fuentes de calor directas».

El Colegio Oficial de Podólogos del País Vasco enumera una serie de recomendaciones para cuidar tus pies:

- El calzado que utilices no debe comprimir tus pies para no empeorar la circulación. Si la sangre no fluye correctamente puede sufrir un mayor enfriamiento.

- No se deben colocar los pies directamente en fuentes de calor como el radiador o el brasero porque los cambios de temperatura favorecen lesiones como los sabañones.

- Los pies se deben mantener secos. La humedad en los pies favorece la sensación de frío. Por ello, recomiendan usar calzado impermeable y que mantenga los pies secos.

- Practicar alguna actividad física, aunque sea a un nivel moderado, favorece una microcirculación y evita la pérdida de calor corporal.

- Tomar líquidos. La deshidratación favorece la pérdida de calor en el organismo.

- Masajear los pies para aumentar su temperatura y dar mayor sensación de calor.

- Utilizar las botas de agua solo en días de lluvia, este calzado de goma hace que el pie sude.

- Descalzarse al llegar a casa para dejar que la piel respire.

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