Este es el motivo por el que los huevos se venden en docenas

Los huevos son un alimento que se consume mucho en España, pero algunos se pueden preguntar por qué al ir a comprar se venden en docenas. La explicación viene por las hueveras de cartón dónde se guardan. Son compactas y ecológicas con un diseño muy bien ideado para transportar este alimento tan querido en la gastronomía mediterránea.

Las hueveras consiguen la difícil tarea de hacer viajar a los huevos a través de largas distancias sin que sufran daño alguno. Se pueden coger de seis en seis o por docenas con una sola mano, caben perfectamente en el compartimento de la nevera, ya que son el único alimento que tiene un sitio especialmente destinado y, además, pueden ser reciclados. Este alimento tan cotidiano esconde un misterio, ¿por qué las hueveras son de 6 o de 12?

También existen hueveras en formato grande, de 20, 30 o 135 huevos, pero el que suele comprar un ciudadano de a pie es el de la docena o media docena. Sobre la elección de esta cifra existen muchas teorías, pero la más extendida es que se venden en docenas por las hueveras.

A la hora de fabricar hueveras, se eligió el número doce porque es el más idóneo para guardar los huevos sin que sufran daño. Esto es porque doce tiene más divisores que diez: uno, dos, tres, cuatro, seis y doce. Por lo que es posible dividir la docena de huevos de muchas formas diferentes.

- Un grupo de doce unidades.

- Dos grupos de seis unidades

- Tres grupos de cuatro unidades

- Seis grupos de dos unidades

- Doce grupos de una unidad.

Sin embargo, existen más leyendas al respecto, en el mundo anglosajón, se cree que todo viene por herencia romana. Cuando los romanos llegaron a lo que se conoce como Inglaterra se empezó a desarrollar un sistema de medidas y unidades que mezclaba lo local con lo imperial.

En el siglo I d.C., cuando Inglaterra estaba bajo dominio del Imperio Romano, los huevos se vendían por un penique. La siguiente divisa, el chelín, correspondía a doce peniques. Así se llegó a la conclusión de que lo mejor era crear paquetes de doce huevos que se pudieran pagar con una moneda. Desde aquel entonces, el sistema se extendió por todo el mundo, y ha sobrevivido hasta hoy.

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