El motivo por el que deberías tapar la cámara de tu teléfono móvil

Los teléfonos móviles se han convertido en una herramienta fundamental sin la que algunos ya no sabríamos vivir. Llevamos siempre encima estos dispositivos. Tanto, que hasta parecen un apéndice más de nuestro cuerpo.

Los móviles pueden resultar muy útiles, pero también pueden llegar a ser peligrosos, por eso debemos tener en cuenta algunos consejos de ciberseguridad a la hora de utilizarlos, ya que a través de ellos estamos expuestos y somos sensibles a hackeos y estafas.

Por ejemplo, no debemos olvidar que los teléfonos móviles llevan integrados cámaras de fotos, mínimo una cámara trasera y otra frontal, aunque algunos modelos más avanzados cuentan con hasta cuatro de ellas, además de micrófonos que recogen nuestro audio.

No se trata de crear alarma ni de desarrollar una paranoia, sino de ser conscientes de qué llevamos entre nuestras manos prácticamente las 24 horas del día. En 2016, el por entonces director del FBI, James Comey alertaba, en una conferencia realizada en el 'Center for Strategic and International Studies', de la importancia de tapar las cámaras de nuestros ordenadores. 

Comey justificaba su preocupación por el riesgo que existe de que terceras personas puedan acceder a ellas y pillarnos desprevenidos en momentos de vulnerabilidad. Lo comparaba con echar la llave de la puerta por la noche antes de irnos a dormir o cerrar el coche.

El ex director del FBI no es el único que tapa la cámara de su portátil. El programador, creador y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg se hizo viral ese mismo año por publicar una fotografía en la que se podía observar que había cubierto con cinta aislante tanto la cámara como el micrófono de su ordenador.

Lo mismo pasa con nuestros teléfonos móviles. Cuando nos descargamos una aplicación le estamos dando permiso para que accedan a nuestra cámara y nuestro micrófono, entre otros elementos a través de los cuales pueden recabar nuestros datos. Como, por ejemplo, nuestra agenda de contactos, nuestra galería de fotos o la ubicación, si la tenemos activada.

Este es el caso de WhatsApp u otras redes sociales como Instagram, que tienen acceso constante para vernos y escucharnos aunque no estemos haciendo uso de su app.

Los hackers o piratas informáticos pueden acceder a ellas a través de malware como, por ejemplo, al pinchar un enlace de una estafa que nos haya llegado por mensaje de texto, un correo electrónico o alguna página web de dudosa fiabilidad.

En el caso de las cámaras web de los ordenadores es más fácil detectar cuándo estas están funcionando, ya que aparece una luz que indica que está encendida. Y aunque es más difícil acceder a las cámaras de los teléfonos móviles, debemos ser precavidos.

No lleves el móvil donde no quieras que nadie te vea. Ni al cuarto de baño ni tenerlo mientras te estás cambiando de ropa o duchando.

Comprueba en la configuración cuáles son las aplicaciones a las que les has otorgado permisos para que accedan tanto a la cámara como al micrófono y desactiva todas aquellas que no quieras.

Además, lo más recomendable es leerse la política de privacidad y las condiciones de términos de uso de las aplicaciones que te descargues para saber a dónde van a parar tus datos y quién tiene acceso a ellos.

Existen fundas para móviles que llevan integrada una pestaña para tapar o destapar la cámara trasera cuando nosotros queramos. En cuanto a la cámara frontal, se puede aplicar una pegatina o una cinta adhesiva.