Consejos para conducir cuando el asfalto está mojado

Esta época del año el tiempo se caracteriza por ser cambiante e inestable. En ocasiones, la inseguridad se apodera del conductor cuando las condiciones meteorológicas son adversas. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) enumera varias recomendaciones cuando tienes que conducir cuando está lloviendo y el asfalto está mojado.

La DGT recomienda que con lluvia la distancia de frenado se alargue y la visibilidad se reduzca. Lo más aconsejable es evitar las maniobras bruscas, aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad y llevar los neumáticos en buen estado. Además de estas prácticas los conductores deben contar con una serie de sistemas de ayuda a la conducción como el ABS, el ESP o el detector de piso mojado.

1. Adherencia. Con el asfalto mojado la frenada tiende a alargarse, la estabilidad del coche queda comprometida y es mucho más fácil sufrir un accidente. Una posibilidad que se reduce considerablemente en caso de que tus neumáticos lleven dibujo y tengan la presión adecuada. Porque con este fenómeno climático la adherencia de las ruedas es determinante.

2. Acuaplaning. Este fenómeno ocurre cuando el neumático no es capaz de desalojar el agua de la carretera por falta de dibujo, una zona de agua encharcada o una velocidad inadecuada en esta situación. Se puede llegar a perder el control del vehículo, para intentar evitarlo hay que sujetar el volante con firmeza, no frenar a fondo y corregir la trayectoria suavemente cuando se recupere el agarre.

3. Dibujo de los neumáticos. La profundidad mínima de un neumático debe ser de al menos 1,6 milímetro, pero es recomendable no dejar que se deteriore tanto. Es indispensable conocer la presión adecuada recomendada por el fabricante para evitar hacer acuaplaning.

4. Distancia de seguridad. Con lluvia y el suelo deslizante es recomendable mantener una distancia prudente de seguridad con respecto al coche que te preceda, para evitar que en una frenada imprevista colisiones contra el otro vehículo. En cuanto a la distancia de frenado hay que tener en cuenta que en un asfalto mojado va a ser más complicado que en un suelo que esté seco. Por ello, cuando llueva mantén una distancia mayor de seguridad.

5. Empañamiento. Con lluvia y frío lo más normal es que los cristales se empañen. Lo más recomendable es mezclar el aire acondicionado con la calefacción y dirigir este aire hacia las lunas empañadas, en cuestión de minutos tu luna se habrá desempañado. No olvides comprobar si las salidas de aire están cerradas, si esto es así los cristales no se desempeñarán.

6. Luces. En el caso de que llueva intensamente lo más recomendable es encender las luces de cruce para indicar la posición, ya que con lluvia empeora considerablemente la visibilidad.

7. Velocidad. La DGT lo deja claro, resulta muy importante reducir la velocidad cuando circulas por una zona en la que está lloviendo, teniendo en cuenta la situación de la calzada. La DGT también recomienda realizar maniobras con suavidad siempre que estés al volante, pero especialmente cuando conduces y está lloviendo.

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