En otoño puede aumentar la caída del cabello. Freepik

Caída del cabello en otoño: los cinco alimentos que previenen la alopecia estacional

El estrés, el clima y los cambios hormonales son algunas causas que pueden provocar la pérdida de volumen en la melena

Lunes, 29 de septiembre 2025

Llega el otoño, todo cambia de color, las hojas de los árboles comienzan a caer y contemplas con horror que en el desagüe de la ducha cada vez hay más cabello. Parece que la fuerza de gravedad que nos pega a la Tierra aumenta con el cambio de estación porque hasta el ánimo se nos cae al suelo cuando contemplamos el cepillo cada vez más lleno de pelos

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Es normal perder entre 50 y 100 cabellos al día, sobre todo teniendo en cuenta que una cabeza típica suele tener de unos 100.000 a 150.000 pelos. Se trata de un proceso natural y necesario para que el cabello se renueve y la caída diaria es una parte de este ciclo. La buena noticia es que los cabellos que se caen se reponen continuamente por otros sanos y fuertes. La alarma aparece si se nota una pérdida de cabello significativamente mayor, pero, ¿quién cuenta los pelos que se van cayendo a lo largo de la jornada? Porque eso es lo primero que el médico preguntará cuando lleguemos a la consulta. Y ahora toca imaginarse la conversación: 

- Médico: ¿Cuántos pelos pierdes al día, más de cien?

- Paciente alarmada con cara de circunstancias: …Pues no los he contado…muchos…

Bromas aparte, hay una serie de causas que influyen en la caída del cabello, como son el cambio estacional, por eso se cae más en primavera y en otoño, y el clima, puesto que las altas temperaturas aumentan el estrés térmico en el cuero cabelludo provocando más sudoración y acumulación de sebo que puede obstruir los folículos pilosos.

El estrés también influye en este problema, ya que provoca la liberación de cortisol y otras hormonas que alteran el ciclo normal de crecimiento del cabello, haciendo que muchos folículos entren prematuramente en la fase de reposo y se caigan más tarde. 

También hay que tener en cuenta la longitud del cabello, la pérdida de melena puede parecer más abundante con un pelo muy largo porque algunos son pequeños fragmentos de la hebra capilar que se fracturan al peinarse, en lugar de un pelo completo. 

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Por último, existen otros múltiples factores que influyen en la pérdida de melena. En un alarde de impuesto rosa, las mujeres sufren a lo largo de su vida una serie de cambios hormonales, genéticos, físicos e incluso emocionales que pueden provocar un aumento de pérdida de cabello. El embarazo, la menopausia, los cambios de peso, ciertas enfermedades, una predisposición hereditaria, el uso de ciertos medicamentos o de tratamientos capilares agresivos pueden desencadenar en una alopecia. 

¿Por qué se cae más el cabello en otoño?

Es especialmente en esta estación cuando más se nota la caída del cabello y esto se debe a varias circunstancias. La principal es el estrés generado con la vuelta a la rutina en septiembre y ya hemos visto cómo afecta la liberación de cortisol a nuestro cuero cabelludo, el crecimiento del pelo se detiene y disminuye la cantidad.

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Las horas de luz también influyen, la menor exposición al sol y a su aporte de vitamina D reduce la producción de melatonina impulsando más folículos a la fase de reposo y caída.  

Por otro lado, es en esta época cuando aparecen las consecuencias de los excesos del verano. La exposición al sol, el cloro de las piscinas, la sal del mar y el uso excesivo de tintes, espumas con siliconas y otras sustancias tóxicas debilitan la fibra capilar, haciéndola más susceptible.  

Cuándo acudir al médico

Si a pesar de ser conscientes de la normalidad de perder cabello de forma habitual sentimos que algo no va bien debemos prestar atención a tres factores antes de acudir al especialista. En primer lugar, si el número de cabellos que se caen es mayor de 100. Si bien es cierto que nadie va contando pelos sí que podemos percibir un aumento del volumen caído o si observamos una pérdida constante. 

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En segundo lugar, si se aprecia una disminución en la densidad del cabello de forma evidente o incluso calvas o rayas más anchas, esto se puede considerar un motivo de alarma para una consulta médica. 

En tercer lugar, si aparecen zonas despobladas o un retroceso visible de la línea capilar son indicativos de un problema.  

Alimentación y caída de cabello

Cuidarse por dentro es fundamental para estar bien por fuera. Una alimentación adecuada es crucial para prevenir la caída del cabello, ya que nutre los folículos pilosos con proteínas, vitaminas y minerales necesarios para el crecimiento y la salud capilar. De la misma forma, existen alimentos poco saludables que se deben limitar o evitar.

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Hay cinco alimentos clave que deben formar parte de la dieta para prevenir la caída del cabello:

- Proteínas: esenciales para la queratina. Se encuentran en huevos, carnes magras, pescados, legumbres y nueces. 

- Hierro: fundamental para la oxigenación de los folículos pilosos. Buenas fuentes de este mineral son la carne roja, las legumbres, las espinacas y los frutos secos. 

- Zinc: contribuye al crecimiento del cabello y su ingesta se puede hacer a través de las ostras, las legumbres, las nueces y las semillas. 

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- Vitaminas: de dos tipos principalmente, las del grupo B, que se encuentran en los huevos, las verduras y la carne, y las vitaminas A, C y E, contenidas en verduras de hoja verde, frutas como los cítricos y los frutos rojos, zanahorias y aguacates. Ayudan a mantener el cuero cabelludo sano y a proteger contra el daño oxidativo. 

- Ácidos grasos Omega-3: presentes en pescados grasos como el salmón o la sardina, y frutos secos como nueces. Ayudan a mantener el cabello hidratado y a reducir la inflamación del cuero cabelludo. 

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Por otro lado, conviene evitar los azúcares refinados y alimentos procesados, ya que estos pueden causar inflamación en el cuero cabelludo y afectar la circulación sanguínea. Tampoco son buenas las grasas saturadas y las frituras, que pueden producir un aumento en la producción de sebo y problemas de circulación hacia los folículos. El alcohol y la cafeína pueden interferir con la absorción de nutrientes esenciales y los pescados de gran tamaño, como el emperador y el atún rojo, tienen un alto contenido de mercurio que es tóxico para la salud capilar. 

Además de la alimentación habría que sumar rutinas de buen descanso y de vida activa para la reducción del estrés y, en consecuencia, la reducción del cortisol. También se deben poner en práctica buenas rutinas de higiene y añadir algún champú anticaída para mantener el cuero cabelludo limpio y libre de sebo. En general hay que cuidarse desde dentro, empezando por la base, que es la alimentación, para que se vea reflejado en la melena.

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