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Rompehielos de la expedición Polarstern Alfred-Wegener Institut / Johann Klages
Había una vez un bosque en la Antártida

Había una vez un bosque en la Antártida

En el Polo Sur había un clima cálido hace 90 millones de años, de sólo siete grados por debajo de la media española actual, según el hallazgo de un suelo forestal del Cretáceo en el mar de Amundsen

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Miércoles, 1 de abril 2020, 16:29

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Un bosque templado con una temperatura promedio de 12 grados centígrados crecía hace 90 millones de años en la ahora helada costa de la Antártida occidental, según ha revelado el Instituto Alfred Wegener del Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina. Los científicos hallaron una espesa maraña de raíces y varias esporas de polen de plantas en una muestra de suelo forestal preservado desde el Cretáceo. En el lugar del que se extrajo ese trozo de selva se encuentra hoy el mar de Amundsen.

Así que una vez hubo «bosques templados y pantanosos», según un artículo publicado en 'Nature', donde sus autores exponen que en el pasado no existía la capa de hielo debido a una mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. «Los variados restos de plantas, que datan de entre 93 y 83 millones de años, indican que la costa de la Antártida occidental era un paisaje pantanoso en el que crecían las selvas tropicales templadas, similar a los bosques que todavía se pueden encontrar, por ejemplo, en la Isla Sur de Nueva Zelanda», sostiene Ulrich Salzmann, paleontólogo de la Universidad de Northumbria y autor principal del estudio, junto a otros científicos de Alemania y Reino Unido dirigidos por Johann Klages.

Recolectados a unos 30 metros de profundidad del suelo marino con una plataforma especial de perforación, los sedimentos donde se preservaba aquél viejo bosque tenían una coloración más oscura que la de capas superiores. Los expedicionarios del Polarstern supusieron, desde un primer momento, que se trataba de una capa formada en tierra, y no en el océano, en una época en que el agua de los trópicos podía alcanzar una temperatura de 35 grados y el nivel del mar era 170 metros más alto que en la actualidad. La existencia de este tipo de flora en esta latitud se atribuye no a un desplazamiento de las masas continentales, pues para entonces ya la Antártida se encontraba en el Polo Sur, sino a un fenómeno climático que permitía que, con esas condiciones de precaria luminosidad natural durante cuatro meses, crecieran «plantas con flores», según los resultados de una tomografía computarizada en el núcleo del extracto de arcilla y limo.

Hallazgo excepcional

Después de recoger sus muestras en 2017, estos últimos años los científicos armaron un «rompecabezas» y concluyeron que a unos 900 kilómetros del centro del Polo Sur la temperatura era más cálida: en promedio anual, unos siete grados menos que en España y podía alcanzar los 19 grados en verano, con grandes niveles de lluvia «como los de Gales hoy», reseña el artículo. Estos resultados contradicen la creencia general de las condiciones del Polo Sur en la era de los dinosaurios y expone que el continente antártico estaba cubierto de vegetación densa y no por masas de hielo, debido a los gases de efecto invernadero de hace 100 millones de años. «La concentración de dióxido de carbono era tan alta que el clima en el Polo Sur era templado, sin masas de hielo», dice Torsten Bickert, geocientífico del Centro de Investigación Marum de la Universidad de Bremen.

El hallazgo de la expedición antártica es «excepcional», dice Tina van de Flierdt, investigadora del Imperial College London. «Pero aún más sorprendente es que revela que, incluso durante meses de oscuridad, las selvas tropicales templadas y pantanosas pudieron crecer cerca del Polo Sur, revelando un clima aún más cálido de lo que esperábamos».

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