La Pasión acaba en fiesta por Santa Eulalia en Murcia

Cristo, un año más, resucitó en Murcia y pone fin a la Semana Santa por el barrio de Santa Eulalia, por la antigua Olalla de los catalanes, entre sones de pasodobles, cohetes y tracas cuando las puertas de la parroquial se abran al paso del cortejo de túnicas blancas. A las ocho y cuarto de la mañana partió el tradicional desfile del Resucitado que ofrece a la ciudad los once tronos que condensan los últimos capítulos, gloriosos, de la Pasión de Cristo.

Y, de nuevo, retornó el popular demonio, con su no menos popular lengua roja, a las calles murcianas. Encadenado por pequeños ángeles, divirtiendo o asustando a otros, como protagonista de la habitual fotografía de recuerdo para todos. Entretanto, avanzaba la procesión con sus grandes pasos, bellamente adornados, y entre interminables filas de espectadores.

San Miguel, La Cruz Triunfante, el Resucitado, Las Tres Marías, La Aparición… navegaban por una Murcia que se prepara para la celebración de sus Fiestas de Primavera mientras celebra la pascua. Atestadas de clientes las barras de los bares y las terrazas al paso del Resucitado y el ambiente festivo en los pasos de Los Discípulos de Emaús, La Aparición a Santo Tomás, Tiberiádes, La Ascensión, San Juan Evangelista o la cotitular de la Archicofradía, la Virgen Gloriosa.

Al concluir el desfile, superado en dos horas el mediodía, la puerta de Santa Eulalia se convirtió en escenario para la lectura del Pregón de Cierre, que este año estuvo a cargo del director general de Radiotelevisión de la Región de Murcia, Juan Antonio de Heras.

Era el último acto de la Semana Santa murciana, el que cerraba los intensos días de Pasión que han ilusionado a miles de fieles y turistas durante las últimas jornadas. Era el momento, cuando sonó el último golpe de estante en la tarima de la Virgen Gloriosa, de comenzar a preparar la próxima Semana Mayor.