El Rey llama a las cofradías de Cartagena para solidarizarse con ellas

Los miles de devotos de la Virgen de la Piedad no encontraron consuelo este lunes ante la adversidad que impidió acompañarla en la popularísima Procesión de las Promesas. Aunque un inesperado gesto de la Casa Real atenuó en parte el inmenso vacío que padecían devotos y hermanos de la Cofradía Marraja en su Lunes Santo. El rey Felipe VI telefoneó a mediodía al presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa y hermano mayor marrajo, Francisco Pagán Martín-Portugués, para expresar su «solidaridad con todos los cofrades» y animarles «a vivir la Semana Santa en recogimiento».

Pagán reveló que Don Felipe le trasladó un saludo «a los cartageneros, a todos los cofrades, a todos los procesionistas y a todos los miembros de la Semana Santa de Cartagena». También, un «mensaje de respeto y de cariño, compartiendo la tristeza por no salir estos diez días».

Durante la conversación, que duró 14 minutos, el representante de las cofradías informó al Rey de las iniciativas que, como alternativa a los desfiles, preparan los procesionistas en estos días de confinamiento y le ratificó el compromiso de las hermandades con la ayuda a los ciudadanos «más vulnerables».

«Solo puedo manifestar mi agradecimiento por las palabras que nos ha dedicado el Rey y mi satisfacción, como presidente de la Junta de Cofradías, por su preocupación por nuestra querida Semana Santa de Cartagena», destacó Pagán.

El Lunes Santo cartagenero tiene como única protagonista a la Virgen de la Piedad, que la Cofradía Marraja saca en procesión seguida de miles de personas en actitud de promesa. Para compensar su ausencia en las calles, las agrupaciones marrajas de la Piedad y de Portapasos Promesa de la Piedad organizaron una misa que el capellán marrajo, Fernando Gutiérrez Reche, ofició ante la talla mariana, en su capilla de la iglesia de Santa María.

La eucaristía fue emitida por Telecartagena y distintas aplicaciones de redes sociales para facilitar el seguimiento masivo. Previamente, un responsable marrajo se encargó de embellecer la capilla con el encendido de toda su iluminación y la colocación de una parte del ajuar de la Virgen. No hubo decoración floral por la falta de abastecimiento.

La ceremonia religiosa culminó con la saeta que dedicó a la Piedad Antonio Ayala 'El Rampa'. Como sucede desde el pasado Viernes de Dolores, las puertas de Santa María de Gracia quedaron en ese momento abiertas de par en par para el volteo de campanas y el canto de la Salve cartagenera, que anoche estuvo dedicada a la Piedad.

Los portapasos de la Virgen ofrecieron el rezo del día «por todas aquellas personas que están sufriendo o han fallecido por causa de esta epidemia». En un mensaje también reconocieron la «enorme labor que está desarrollando todo el personal sanitario, los cuerpos y fuerzas de seguridad, el Ejército, los transportistas, el sector agrícola y la distribución alimentaria» en estos momentos tan adversos. «Pediremos el amparo de la Santísima Virgen de La Piedad para todos vosotros».

En un día tan especial, también convocaron a los cartageneros a compartir en las redes sociales los sentimientos, sensaciones y experiencias vividas durante la Procesión de las Promesas. Lo hicieron utilizando la etiqueta #LaPiedadCartagena.