Gonzalo Wandosell Fernández de Bobadilla: «Mi orgullo es tener las tres 'ces': cartagenero, creyente y cofrade desde mi nacimiento»
«La majestuosidad, el silencio, así como la devoción y generosidad con la que los cofrades ponen en las calles las procesiones son únicas»
El pregonero de la Semana Santa de Cartagena de 2025, Gonzalo Wandosell (Cartagena, 1966), lleva el sentimiento cofrade en su ADN. El sampedrista y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y de la Empresa de la UCAM ha podido disfrutar de las procesiones de otras ciudades españolas como Sevilla, Málaga, Jerez y Orihuela en los más de diez años que permaneció fuera de su ciudad natal estudiando y trabajando. También conoce las de la Región de Murcia y ha pregonado las procesiones de La Unión y Cabo de Palos. Pero lo tiene claro: «La Semana Santa de Cartagena es la mejor del mundo».
–¿Cuál fue su primer pensamiento cuando la regidora, Noelia Arroyo, le comunicó la decisión de la Junta de Cofradías?
–Fue para mis padres, Gonzalo Wandosell Morales y Laly Fernández de Bobadilla y Bufalá, que son muy conocidos en el mundo cofrade y cuyo sueño era que su hijo fuese pregonero de la Semana Santa de Cartagena. Mi madre fue de las primeras mujeres mayordomo de la Cofradía California y una institución dentro del San Pedro porque fue la única mujer que en los años 60 salió llevando una borla en el tercio masculino. Mi padre fue uno de los fundadores de la Agrupación California de la Coronación de Espinas. Ambos, ya fallecidos, me transmitieron esa pasión por la Semana Santa y la proximidad a la Cofradía California. Soy cofrade desde que nací. Más tarde, el también desaparecido presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, me acercó a la Cofradía Marraja y a La Piedad. Estoy alegre porque se ha cumplido el sueño de mis padres y triste a la vez porque no podrán acompañarme el próximo 8 de marzo en el auditorio El Batel. No me cabe duda de que desde donde estén habrán alumbrado a los hermanos mayores para que me elijan.
–¿Cómo ha evolucionado en este medio siglo la Semana Santa de Cartagena?
–Para mí la Semana Santa es recogimiento para poder vivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Durante mucho tiempo viví estos días de Pasión como creyente, desde una perspectiva intelectual y sentimental, pero tras la muerte de mis padres he asumido una mayor implicación en las cofradías. Asistimos a un florecimiento religioso y del sentimiento cofrade. Los tres pilares básicos de las cofradías son el culto, la caridad y la formación.
–¿A qué instante cofrade regresa siempre en su memoria?
–Un momento especial fue salir de penitente en la Coronación de Espinas por petición de mi madre. También fue increíble ser portapasos del San Pedro, que llevo en mi sangre. He tenido la suerte de sacar a hombros por primera vez a la Virgen de la Esperanza en 1998. ¡En un suspiro he revivido tres! En realidad, son muchos.
–¿Qué destacaría de esta Semana de Pasión?
–La majestuosidad, el silencio y la devoción de la gente que participa en ella, el recogimiento y la generosidad con la que los cofrades la ponen en las calles. Hay muy buena gente en las cofradías. Cuando voy a cualquier parte del mundo no tardo ni dos minutos en hablar de mi ciudad y evidentemente de su Semana Santa, que para mí es lo más grande que hay. Mi orgullo es tener las tres 'ces': soy cartagenero, creyente y cofrade desde mi nacimiento.
–¿Cuáles serán los ejes principales de su pregón?
–Ofreceré mi visión de la Semana Santa como creyente, mis recuerdos de infancia, con mis padres como pilares, y me introduciré en la historia como cronista oficial de La Unión.
–¿Qué singularidades tiene la Semana Santa de la comarca minera de Cartagena-La Unión?
–La Unión y Cartagena tienen muchos puntos en común. De hecho, la Semana Santa de La Unión la estableció un cartagenero y comparten elementos mineros. Hay un Cristo de los Mineros que desfila el mismo día y a la misma hora, el Jueves Santo. La simbología de la minería y el dolor de sus trabajadores están presentes.