Un Real Murcia más peligroso pero sin la eficacia de otros días

El Real Murcia vivió un partido complicado de gestionar en Alicante. Su prometedor inicio en el Rico Pérez se fue transformando en impotencia con el paso de los minutos y la sucesión de errores en un partido en el que fue más peligroso que ante el Yeclano, su otra derrota, pero que estuvo marcado por la eficacia y unos cambios tácticos que no tuvieron el efecto buscado. Y es que la puesta en escena del equipo en los primeros minutos fue poderosa. Los de Fran Fernández se mostraron presionantes, supieron jugar bajo un ritmo alto y pisaron repetidamente el último tercio del campo del Hércules. Pedro Benito, Larrea y Pedro León acumularon ocasiones en apenas ocho minutos.

Poco a poco, los de Rubén Torrecilla fueron tomando aire con Soldevila estirando por banda. Pero, sobre todo, llegó la jugada del 1-0. Una situación que se complicó de manera inesperada hasta que el peor desenlace se volvió inevitable. La jugada comenzó con el saque de una falta y un tres contra uno en salida de balón para el Real Murcia, con Gazzaniga, Alberto y Jaso frente a Romera. Pero con cada pase la acción se enredó más. El portero jugó para Alberto, este lo hizo para el otro central, un Jaso que pasó el balón a Gazzaniga. El guardameta lo hizo para Larrea, que retrasó para Jaso, que volvió a tocar para el portero. Con el Hércules cada vez más encima, fue Romera el que se anticipó. «Hemos devuelto al portero dos veces cuando no tocaba», explicó Fran Fernández.

Los granas tampoco pudieron desactivar suficientemente a los atacantes del Hércules. Soldevila, que hizo tres tantos en las primeras tres jornadas, se reencontró con el gol en la jugada del 1-0 aprovechando ese trabajo de Dani Romera. Y ambos armaron el ataque que dejó solo a Nico Espinosa ante Gazzaniga para poner el 2-0 en un desajuste defensivo en donde un saque de banda se convirtió en una transición. Incluyendo alguna acción destacada más de Aranda, los cuatro jugadores más ofensivos del cuadro alicantino pudieron generar peligro y castigar a los granas en algún momento.

Más allá de las distintas fases del partido a la hora de controlar más o menos el juego, los alicantinos tuvieron la eficacia que faltó en los granas, otra de las claves. Y es que los de Fran Fernández tuvieron diversas ocasiones. Más allá de las generadas en el buen inicio, consiguieron reactivarse antes del descanso con Pedro León pisando el área, y reclamando un penalti, y con Loren provocando una gran intervención de Abad. Incluso ya con 2-0, en un final sin mucha finura para acabar las jugadas, el equipo arañó algunas acciones peligrosas como un de Kenneth para haber puesto emoción a los últimos minutos.

Eso sí, esas oportunidades postreras llegaron en un momento en el que al Murcia ya le resultaba todo mucho más difícil. Y eso que Fran Fernández agitó al equipo buscando nuevas soluciones. Dejó a Moha como único mediocampista puro, metió al extremo Kenneth como lateral izquierdo y modificó la delantera y pasó a jugar con Carrillo y Alcaina. Una doble referencia para dominar el área y el juego aéreo. Pero al equipo le faltó precisión para meter buenos centros y el impacto de las modificaciones fue limitado.

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