Mario Simón amarga la Navidad al Real Murcia
El Intercity del extécnico grana tejió una tela de araña en la que acabó enredado su rival, que volvió a patinar en casa
El Real Murcia resbaló de nuevo en casa, aunque su situación en la tabla no merece convocar un gabinete de crisis. Sobre todo porque el ... equipo de Fran Fernández tuvo opciones de ganar una vez más, volvió a mostrarse como un grupo comprometido que no se escondió nunca, aunque se encontrara de frente a un colista engañoso, que cuenta con una de las mejores plantillas de la categoría y que no se asustó por jugar en un escenario como el Enrique Roca. Es más, se sintió cómodo y extramotivado ante un equipo grana ansioso y con prisa por llevarse los tres puntos y colocarse a tiro de piedra del Antequera, a solo un punto, antes de rendir visita a El Maulí en el primer envite de 2025.
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Los aficionados más optimistas del Real Murcia pueden poner en la balanza, tras un empate como el cosechado ante el Intercity, que su equipo suma siete jornadas sin perder, desde que cayera el 3 de noviembre en el Alfonso Murube de Ceuta, y que solo le ha faltado acierto en cinco de estos últimos partidos que acabaron en tablas, ya que los otros dos los ganó. Y también que todavía hay futbolistas que pueden dar más de sí, y que pese a todo el Real Murcia está a solo tres puntos de la cima cuando todavía quedan 20 jornadas por delante. Eso sí, ya nadie piensa que el Real Murcia se va a pasear, puesto que equipos como el Intercity, que ahora entrena un Mario Simón que ha vuelto a los banquillos tras su etapa en Murcia, le pondrán más de una vez los pies en el suelo.
Real Murcia:
Gazzaniga, Jorge Mier, Saveljich, Alberto González, Cadete, Moha (Pedro León, 60), Yriarte (Boateng, 72), Rojas (Larrea, 75), Juan Carlos Real, Loren Burón (Toral, 60) y Alcaina (Pedro Benito, 72).
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Intercity:
Casado, San Emeterio, Andreu Hernández, Mendibe, Borja Martínez, Pol Llonch, Ñito Montero (Elady, 72), Pol Roigé (Burlamaqui, 86), Zequi (Sito, 72) y Locadia (Álvaro Pérez, 86).
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Goles: 0-1, min. 13, Sergio Montero. 1-1, min. 45, Alcaina, de penalti.
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Árbitro: Rodríguez Recio, del comité madrileño. Mostró amarilla a Alberto González, Ñito, San Emeterio, Álvaro Pérez, Larrea y Pol Roige.
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Incidencias: Estadio Enrique Roca, 12.124 espectadores.
Buen arranque local
Lo mejor de la primera parte del duelo entre murcianos y alicantinos fueron el principio y el final de los cuarenta y cinco minutos iniciales. El cuadro de Fran Fernández saltó al terreno de juego como si siguiera jugando el choque de Fuenlabrada de la pasada semana. Empujó y le imprimió un ritmo muy alto al duelo. Mordía arriba y fue un equipo sólido. Pero el equipo de Mario Simón, que no hubiera soportado demasiado tiempo la situación, fue tejiendo poco a poco una tela de araña en la que su contrincante se enredó poco a poco. El cuadro alicantino paró el choque con varias artimañas y Moha, frío, ayudó al Intercity con un pase arriesgado en la medular que acabó en las botas de Sergio Montero, que condujo el balón y batió con un disparo cruzado a Gazzaniga.
El Real Murcia se desesperó tras el inmerecido golpe, dejó de creer en lo que estaba haciendo y se sintió desnortado. Cadete comenzó a aparecer en el choque y remató forzado y con el pecho un balón que se fue pegado al palo. Fue lo único, ya que el Intercity demostró qué tipo de plantilla tiene con jugadores experimentados en la categoría que manejaron el choque en los siguientes minutos. El partido se convirtió en una guerra de guerrillas en la que los futbolistas granas se perdieron y no sacaron nada. Entre tanta interferencia, Cadete, de nuevo, sirvió un centro magistral a Alcaina que, tras ganar la posición, remató solo, pero algo desviado. Fue la mejor ocasión de un equipo diluido.
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Pero a la vez fue un revulsivo para los últimos minutos del primer acto en los que el Real Murcia volvió a ser casi el del principio. Comenzó a generar saques de esquina hasta que con el tiempo cumplido un centro de Mier dio en los brazos de Borja Martínez y el colegiado, que había sido duro con el equipo local hasta entonces, señaló el punto de penalti. En jugadas similares, una semana tras otra, el penalti se pita o no se pita. La pena máxima la ejecutó con frialdad y clase Alcaina, que hizo su primer gol en liga, y empató un duelo que volvía a empezar de cero. Lo más difícil ya estaba hecho, y encima en un momento del partido psicológico.
Cambio de sistema
En la segunda mitad el Real Murcia no se tiró a lo loco a por los tres puntos. Al menos de inicio. El susto de la primera parte le hizo echar el freno de mano, ir con cautela. El gol antes del descanso le había tranquilizado, pero sabía que no podía relajarse, prefería tomar precauciones antes que meter la pata otra vez. Por eso le costó ir a por el partido, aunque dispuso de una gran ocasión de Loren Burón que desbarató Samu Casado. A la hora de encuentro, Fran Fernández, viendo que el duelo estaba en zona de nadie, decidió dar un paso adelante, ser más valiente. Quitó a Moha, pero no sacó un mediocentro en su lugar. Dibujó un 4-1-4-1 y tomó muchos riesgos en busca de la victoria.
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Fue antes del fallo de Saveljich que contagió a Yriarte y acabó con una falta en la frontal del área grana que Zequi, en segunda instancia, obligó a Gazzaniga a hacer una gran parada para evitar el 1-2. Aunque el milagro de verdad llegó un minuto después cuando el meta grana evitó dos veces el gol alicantino con una doble parada de mérito, sobre todo la segunda, cuando Andreu estrelló el balón en su pecho sobre la línea de gol. El Murcia estaba despistado y nada cómodo. En ataque, lo único fueron las intentonas de Toral y Pedro León, dos recién salidos desde el banquillo.
Pero otra vez en el tramo final el Murcia despertó y tapó las vías de agua, sobre todo desde la salida al terreno de juego de Larrea en puesto de Rojas. Ambos equipos estaban partidos, pero el Murcia supo alejar al Intercity de su área y del gol. De hecho, fue Saveljich el que pudo hacer el 2-1 tras un gran cabezazo que detuvo, otra vez, Samu Casado, que de paso aprovechó para perder algo de tiempo. El Intercity se conformaba con el empate, el Real Murcia, no. Por eso lo intentó hasta el final, pero acabó frustrado e impotente, acumulando solo un punto más que le mantiene en la parte alta de la tabla, pero que le deja mal sabor justo antes del parón navideño.
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