Fidelidad grana pese a la incertidumbre
El Murcia tiene 2.300 abonados, aunque no conoce la fecha del inicio de la Liga, si habrá público en los estadios ni cuántos partidos disputará
En las circunstancias actuales que clubes de fútbol como el Real Murcia hayan sido capaces de vender abonos para la próxima campaña es casi un ... milagro. Una gran parte de los equipos de Segunda B han decidido esperar debido a la situación sanitaria provocada por la Covid-19, todo lo contrario que los granas, que han apostado por buscar el apoyo de sus aficionados pese a vivir una situación excepcional.
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El Hércules, por ejemplo, ni se ha planteado abrir su campaña de abonos mientras que el Córdoba, otro grande que estará en Segunda B, abrió un plazo de reservas de abonos para los que ya hay más de 5.000 aficionados verdiblancos inscritos, aunque estos no pagarán hasta que no se confirme el inicio de la competición. Otros clubes cercanos como el Orihuela y La Nucía, del grupo III, también han decidido esperar a que escampe el temporal.
Los obstáculos
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Ausencia de una fecha para el inicio de la Liga y el desconocimiento del número de partidos a jugar. A 27 de agosto, los clubes y sus aficionados todavía no conocen cómo será una competición que tendrá menos partidos que en años anteriores.
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La presencia de aficionados en los estadios, en el aire. Ningún club puede asegurar, a día de hoy, que sus aficionados puedan presenciar en directo los partidos de la campaña 2020-21. El Murcia, UCAM y Lorca Deportiva, en teoría, no tendrían problemas con una reducción del aforo permitido, aunque sí el Yeclano, que tiene un estadio más pequeño y una masa social amplia.
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Una situación sanitaria preocupante para toda la sociedad. Las cifras de contagiados por la Covid-19 se vuelven a disparar y todo hace indicar que la situación se va a endurecer en las próximas semanas y meses, tanto en Murcia como en el resto de España. Acudir al fútbol en estas condiciones sanitarias se complica, sobre todo para aficionados de una determinada edad y para la población de riesgo.
Pero pese a todo, cientos de aficionados granas han decidido no esperar: «Hay mucha gente que está fuera de Murcia, pero hemos superado ya los 2.300 socios y creo que antes de que acabe agosto estaremos en los 3.000. El año pasado se hicieron más de 2.000 abonos en las dos últimas semanas antes del inicio de Liga. Antes de que arranque la competición pienso que estaremos en los 6.000 o 7.000 abonados; el resto hasta los 11.000 del año pasado dependerá de cómo arranquemos», asegura Álvaro Ruiz, consejero del Real Murcia.
En La Condomina también hay movimiento entre los aficionados del UCAM: «El ritmo va más lento que otros años, la incertidumbre influye mucho, pero ya hemos alcanzado cerca de un 65% de lo que habíamos vendido el año pasado a estas alturas. La campaña no va mal. Hay un porcentaje de aficionados que se abona pase lo que pase y otro que siempre se lo piensa más. A eso hay que unirle la incertidumbre por la Covid-19», dice Alberto Espinosa, gerente del club azulón.
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«Con el carné se podrá asistir a 18 duelos del Murcia, ya sea de esta temporada o la próxima», dice el consejero Ruiz
El escenario es el peor posible: no hay fecha para el arranque de la competición ni tampoco sistema de competición implantado. Nadie sabe aún cuántos partidos jugará cada equipo ni cómo estarán distribuidos los grupos de Segunda B. Además, tampoco hay indicios sobre si podrán acceder los aficionados a los estadios de forma total o parcial, siendo éste el punto que crea mayor incertidumbre en los fieles: «Necesitamos tener ya los protocolos sanitarios y saber si puede acceder el público. Necesitamos seguridad y certidumbre, además de que puedan jugarse amistosos y los aficionados vean ya a su equipo», asegura Álvaro Ruiz, que a la vez reconoce que el ritmo de venta de carnés granas «es bueno para lo que podía ser».
Una vía de escape
Ambos clubes, paralelamente, se han protegido ante cualquier escenario: «Cualquier aficionado que compre un carné sabe que tiene derecho a presenciar 18 partidos del Real Murcia, independientemente de que sea en esta temporada o en la siguiente. Teníamos que sacarlo a la venta sí o sí, era importante para el club y los aficionados nos lo pedían», recuerda Ruiz.
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En el UCAM aseguran que «los que hayan pagado el abono y no puedan asistir a los partidos por las restricciones, serán compensados de cara a la temporada siguiente. Igual que este año hemos compensado en el precio del carné a los abonados que no pudieron disfrutar de los seis últimos partidos de Liga que no se celebraron», apunta Espinosa.
El UCAM suma un 65% de los socios que tuvo el año pasado por estas fechas, a los que compensará si no arranca el fútbol
En el seno del Consejo grana son optimistas. En los 2.300 abonados contabilizados hasta el momento apenas se han incluido ya algunos peñistas que, según Ruiz, podrían llegar de nuevo «a cerca de los 3.000». También las empresas parecen animarse y ya son 70 las que han comprado abonos para sus empleados. En el Enrique Roca, el 42% de los carnés vendidos hasta el momento son del fondo norte, mientras que el abono que más se ha vendido es el general. «Tenemos mejor equipo que el año pasado y un entrenador con más experiencia», afirma el consejero y accionista grana, que se muestra preocupado por la situación del país y que considera que, si no es posible que el público acceda a los estadios, al menos debe arrancar la Liga sin público. De no hacerlo, muchos equipos «estarían muertos», advierte.
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En el UCAM el ingreso anual por abonos no es tan importante como para el Real Murcia, que conforma el 40% de su presupuesto. Y es que en la Segunda B no hay red, y menos para una entidad grana que necesita el calor y el apoyo de sus fieles.
Tranquilidad en el Yeclano; tensa espera en el Lorca Deportiva
En los otros dos clubes murcianos de Segunda B la situación es diferente. En el Yeclano, que la pasada temporada alcanzó los 1.500 abonados, se apuesta por la tranquilidad: «Hasta que no sepamos más aspectos sobre la futura competición, no arrancará la campaña. No conocemos aún ni cuántos partidos vamos a jugar en casa ni en qué grupo vamos a estar», asegura Pedro Martínez, responsable de comunicación de la entidad azulgrana. En el Lorca Deportiva la situación es peor por la falta de un dato vital: saber en qué categoría va a jugar el cuadro blanquiazul tras ascender a Segunda B en el campo y aparecer después positivos por Covid-19 en su plantel por los que podría ser sancionado con el descenso.
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