Santiago Motorizado: «El rock argentino es muy solemne»

–A nivel personal, y teniendo en cuenta su admiración hacia 'Okupas', ¿qué sintió cuando le ofrecieron la oportunidad de sumarse a un proyecto de estas características?

–Una emoción muy grande y en tres direcciones distintas. Primero por descubrir que volvía 'Okupas', después al enterarme de que a su creador le gustaban mis canciones y, por último, al saber que mi música iba a ser parte de la serie. Ha sido un sueño transformado en hermosa realidad.

–¿Cuáles son las principales diferencias, si es que las ha habido, en su manera de escribir canciones para una obra de ficción frente al trabajo de composición para un disco?

–Cuando encaro un álbum lo hago dentro del recorrido de un campo musical más cercano y familiar. En este caso, al saber la esencia de la serie, me liberé y pude irme para cualquier lado. Sin embargo, si pienso en hacer música para una obra de ficción desde cero y de la que no se nada, tengo que componer pensando en acompañar una narrativa ya planteada en base a guion, actuaciones, escenas, etc. Ahí el trabajo siempre es en tándem con el director, que es la persona que decide lo mejor para el proyecto.

–A pesar de esa multitud de movimientos musicales a la que hacíamos referencia, si hay una bandera que ondea a lo largo y ancho de la práctica totalidad de los temas es el folclore en su esencia más desnuda. ¿Qué relación mantenía con este género y de qué forma ha cambiado su visión del mismo tras este disco?

–El folclore es algo que se escuchó siempre en mi casa. Recuerdo, por ejemplo, a mi viejo tocando la guitarra en su cuarto o en reuniones de amigos y familiares. Después, tras alejarme en la adolescencia, terminé volviendo a esta música con el paso tiempo. Y ahora, de repente, estar componiendo en esos términos es un paso más de reencuentro con algo que era parte de mi vida aunque estuviera lejos. Además, más allá de que traté de tomar la esencia del folclore y las marcas del estilo que representan al género, siento que también le puse un poco de mi impronta. Me gustó esa mezcla. Sumergirme en el folclore de esta manera superó todas mis expectativas.

–Para los conciertos de presentación del disco cuenta con la ayuda de otros tres músicos sobre el escenario. ¿Cómo ha sido el trabajo de adaptar estos temas a ese formato de banda de cuatro?

–Era imposible hacerlo igual que en la presentación del disco, donde estuvieron presentes entre quince y veinte músicos, pero creo que la adaptación ha quedado muy bien. Prescindimos de algunos instrumentos y el tango, por ejemplo, lo hacemos a guitarra y voz, que también me gusta mucho en ese formato. Por otro lado, en las cumbias, que eran los temas más complejos, disparamos una base y le agregamos lo que falta los que estamos sobre el escenario. Lo estamos pasando muy bien en la gira.

–¿Siente que este trabajo podría influir de algún modo en los próximos trabajos de Él Mató A Un Policía Motorizado o le gusta aparcar de una manera contundente la separación entre el grupo y sus proyectos solistas?

–La verdad que, a día de hoy, no veo que lo próximo del grupo vaya a tener un poco de cumbia o folclore, pero ese proceso de composición y de trabajar músicas que a nivel estético son ajenas o nuevas es un aprendizaje que te queda siempre. Así que seguro que va a influir aunque sea de una forma indirecta. En cualquier caso, como dices, me gusta poder desarrollar en mi faceta en solitario otras cosas que no entran, 'a priori', en el universo de la banda.

–¿Cómo definiría la relación actual entre el rock argentino y el rock español? ¿Considera que ha habido más acercamiento en los últimos años o se han aumentado en cierto modo las diferencias estilísticas?

–Evidentemente hay más acercamiento, pero siempre falta un poco más. A pesar de tener actualmente infinitas facilidades para poder descubrir músicas de cualquier parte del mundo, siento que faltan lugares de reflexión que nos ayuden a conectarnos realmente y nos digan lo que de verdad merece la pena. Creo que se perdieron entre las redes sociales, los 'likes' y una superficialidad que cada vez va ganando más terreno. En lo que respecta a la música de Argentina y España, siempre hubo intercambio entre los artistas masivos, pero faltaba conectar con propuestas más alternativas. A nivel personal, envidio la mirada humorística y la poesía que tienen el pop y el rock español. El rock argentino es muy solemne por momentos y le falta esa capacidad para reírse un poco más