Sin palabras con Blanca Portillo y Juan Mayorga

Quizá lo más valioso sea, por encima y por debajo de las palabras, poder escuchar juntos el silencio. Esta es la idea de base de la obra de Juan Mayorga que llega hoy a Molina. En ella, Blanca Portillo se viste de dramaturgo a punto de ingresar en la Academia, para lo que pronunciará un particular discurso: 'Silencio'. En el mundo de sonidos en el que vivimos, a veces se nos escapa la importancia del silencio, el de la vida y todos los del teatro y la literatura: los hay en emblemas literarios como 'La casa de Bernarda Alba' o 'La vida es sueño'. Esos son los que han marcado la memoria de este dramaturgo y su imaginación y los trasladará a su discurso. Es en realidad una adaptación del discurso de ingreso en la RAE que el propio Juan Mayorga pronunció en 2019, cuando ocupó el sillón M.

A veces un silencio puede decir más que mil palabras, como los incómodos 4 minutos y 33 segundos que Portillo aguardará sobre el escenario –en homenaje a la famosa obra de John Cage–. Pero la experiencia poética va un paso más allá. Parece sencillo entrar en el juego de la actriz y el dramaturgo, porque en las casi dos horas de función, la obra adquiere un carácter metateatral donde la voz de Mayorga –parodiada en el dramatugo– se mezcla con acotaciones de la propia actriz, saliendo de su personaje.

Con una magistral habilidad para 'pronunciar' los silencios, que son capaces de cambiar el significado de las palabras, Portillo da vida a un texto denso y de gran carga intelectual en el que se crea un espacio de sugestión teatral.

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